Hitler: de ser una marioneta a convertirse en un monstruo

¿Cómo se puede destruir por completo un sistema democrático? Engatusando, manipulando y poniendo el Gobierno en manos de obsesivos llenos de odio. Y, todo ello, operándose desde dentro del propio sistema. Así lo hizo Hitler y así difundieron los nazis su ideología por Alemania entre 1930 y 1934, periodo de tiempo en el que el país pasó de ser una democracia liberal a ver la libertad de expresión eliminada, a encarcelar a la oposición y a mantener una máxima: «Muerte o victoria». Este proceso que llevó a Europa al abismo se plasma de manera detallada y explicada de la mano de historiadores y expertos en «El ascenso de los nazis», serie documental que se estrenó el pasado lunes en #0, de Movistar+, y que está disponible bajo demanda. La producción, de la mano de la BBC, cuenta con tres episodios realizados a partir de imágenes de archivo, reconstrucciones dramáticas y que cuenta incluso con la voz del mismo Hitler que a cualquiera podría poner la piel de gallina.

¿Se preocupaba la población por saber la verdad? ¿Por qué nadie lo evitó? ¿Cómo se pudo permitir que esto ocurriera? La serie documental se encarga de resolver algunas de estas cuestiones a partir del análisis de los principales momentos políticos de aquellos cuatro años en los que Hitler se hizo con el poder absoluto. Para ello, figuras como el General Von Schleicher, el político Franz Von Papen y el jefe de Estado Paul Von Hindenburg, entre otros, desempeñaron un papel determinante. Si bien es cierto que cada uno operó en el juego del poder a su manera y a partir de sus propios intereses, sí hubo algo en lo que erraron en común: creyeron que podrían aprovecharse de Hitler y del Partido Nazi y se equivocaron.

Un verdadero monstruo

Por su parte, sí hubo una figura que luchó contra Hitler y compañía: el abogado judío Hans Litten. Intentó demostrar por todos los medios que Hitler no era una mera marioneta, así como el peligro que suponía la entrada de los nazis en el Gobierno alemán. Sin embargo, aún consiguiendo sacar de quicio a Hitler durante un interrogatorio que duró tres horas, Litten terminó siendo uno de los mayores enemigos del nazismo. De hecho, le trasladaron a un campo de concentración en el que no sobrevivió, así como Schleicher fue asesinado por haber tomado a Hitler como un necio, mientras que, realmente, lo que creó con sus juegos de poder fue un verdadero monstruo. Todo esto se ve detallado en el primer capítulo de la serie documental, «La política», así como los episodios restantes tratan de «Los primeros seis meses en el poder» de Hitler como Canciller de Alemania y de «La noche de los cuchillos largos». Este último demuestra cómo aquel episodio sangriento de la mano de las tropas de Hitler iniciaban lo que terminó siendo una de las mayores pesadillas jamás vividas en la historia de la humanidad.

El peligro de la propaganda

Una de las grandes armas de Hitler fue la propaganda y en el primer capítulo de «El ascenso de los nazis» se explica su gran peligro. Si un mensaje, aunque vago, se repite una vez tras otra sin descanso, se vuelve poderoso. Y eso hicieron los nazis. Fue algo determinante para el fin de la democracia y ejemplo a seguir para que no vuelva a ocurrir en una actualidad donde este sistema también se ve amenazado en diferentes países del mundo.