Entrevista

Candela Peña y Tristán Ulloa: "Ya hubo un juicio y gente opinando sobre el caso Asunta, y no queríamos sumarnos a ese ruido"

Ambos se ponen en la piel de Rosario Porto y Alfonso Basterra en un ejercicio actoral que les honra, pero que el ruido ha convertido en polémica

Loa actores caracterizados como Rosario y Alfonso
Loa actores caracterizados como Rosario y AlfonsoNetflix

Ambos están convencidos, y con razón, de que "El caso Asunta" (Netflix) es uno de los trabajos de su vida. Candela Peña y Tristán Ulloa han formado un apiña para interpretar respectivamente a Rosario Porto y Alfonso Basterra, los padres de Asunta Basterra, condenados por su asesinato a 18 años de prisión. Los actores hablan con LA RAZÓN de lo difícil que es apartar los árboles del ruido social y mediático para ver el bosque de la ficción que acaban de estrenar para la plataforma y que en seis episodios elaboran una radiografía de un caso que quizá debió ir por otros derroteros.

¿Cómo hacen para aislarse del ruido mediático y social sobre la culpabilidad probada de sus personajes?

Tristán Ulloa: Como se debería haber aislado el jurado en su momento del juicio. Es muy difícil, porque hay mucho ruido, mucha contaminación, y hay cosas bien intencionadas y cosas no tan bien intencionadas. Entonces, cuando uno tiene que abordar un trabajo de una manera ya no sé si decir objetiva, pero sí, en nuestro caso por lo menos, sin ningún tipo de juicio por nuestra parte y con mucha información. No solamente ruido, sino con mucha información. Uno tiene que tener la capacidad de síntesis, aislarse un poco, y quitarse el peso del que dirán y el que pensarán. No estamos aquí para gustarle a todo el mundo. Estamos aquí para hacer una propuesta. Hacemos nuestro trabajo de una forma muy profesional y nos rodeamos de gente muy profesional para hacerla. Y hay un trabajo hecho a conciencia aquí y que no está basado en la rumorología. Entonces, si para defender a un personaje me tengo que olvidar de lo que que ha hecho ese personaje... No es que me tenga que olvidar de lo que ha hecho ese personaje, es que pienso que, lo que dice Candela, un personaje es mucho más de lo peor que puede llegar a hacer. Además, son personas que tienen una circunstancia: son padres, son parejas y son personajes. Son personas de carne y hueso que tenemos que encarnar. Muy difícil se nos pone nuestro trabajo si desde el principio ya se nos está coartando. Entonces tenemos que sentirnos muy libres para poder hacer eso y para poder proponer un juego, con mi compañera en este caso.

Candela Peña: Era un gran ejercicio, que sobre todo el que más nos importaba: alejarnos de todo esto y abordar estos personajes como si fueran de cualquier otra ficción que nos hubiera llegado. Lo que sí es cierto es que en esta ficción hemos tenido la gran suerte de tener todo un material que no lo vamos a tener con otros personajes de ficción. Porque aquí hay cosas reales, que es el matrimonio Basterra Porto, pero luego hay ficción alrededor de los personajes que también interactúan con nosotros. Y e slo que acaba de decir Tristán: el peor acto de una persona no define a esa persona. Eran dos personas con formación y también dos personas de una clase social o de un nivel social que sí que consideramos que hubo también mucho rencor social. Si hubiera sido gente de otro contexto, igual hubiera sido la gente más buena, no tan crítica. Pero sí que hemos intentado estar fuera de todo ese ruido y de cara a los personajes, vimos que también ese ruido hizo mucho daño a lo que sucedió.

¿Está preparada España para afrontar determinados aspectos de su historia como el 11M o el caso de Asunta?

Candela: Depende de dónde te coloques a contarlo, porque el 11M está contado desde un sitio muy concreto. Esta serie nuestra está abordada más desde el caso que sucedió. Y es que Tristán en eso tiene toda una teoría que es fascinante, que mejor que la cuente él, porque es verdad, o sea, cómo que nos hace reflexionar como sociedad. Cuéntalo, Tris, que lo haces increíble.

Tristán: No, no es nada que no hayas hecho tú tampoco. Creo que de lo que se trata es de lanzar un guante, una propuesta, una reflexión, llámalo X, sobre qué parte de responsabilidad nos toca asumir a todos en esta historia. No es sólo el hecho terrible que sucede, sino lo que se genera alrededor, y como nuestra emoción individual o colectiva puede arrasar muchas veces con derechos fundamentales. Todos tenemos una responsabilidad en lo que se llama el Estado de Derecho y no podemos perder, no podemos convertirnos en monstruos, como decía Nietzsche, para acabar con tu monstruo.

Candela: Creo que como espectadores para afrontar la serie es lo mismo: no verla como un juicio y remover todo. Porque la serie tampoco se ha hecho con ningún interés de esclarecer nada, ni que valgan nuestras opiniones, si las hemos llegado a tener en algún momento, de lo que pudo suceder o no, porque hemos tenido muchísima documentación y obviamente nosotros nos hemos colocado como actores, que esto es algo que también lo decidimos juntos. Si la secuencia tres son unos padres que denuncian la desaparición de una niña, son unos padres yendo a denunciar a una niña con la verdad de estos padres de 'nuestra niña ha desaparecido'. ¿Cómo unos padres que han hecho previamente algo van disimulando? La verdad de estos dos es esa, y hemos ido con ella pies juntillas hasta el capítulo seis.

Tristán: Y sobre todo que ya ha habido un juicio. Siempre muchas opiniones, mucha gente opinando y no queríamos sumarnos a eso, a ese ruido. Y creo que me parecía más interesante plantear qué costuras están así frágiles en el sistema en el que estamos. Creo que es importante asumir esas cosas.

El espectador pasa de Alfonso a Rosario en culpabilidad para luego pensar lo contrario. Incluso hay momentos en los que los dos parecen inocentes.

Tristán: Simplemente el hecho de la duda ya es algo importante lo que estás planteando. Creo que el hecho de que te haga dudar es lo que nos hace pensar que esto no está tan claro. Y lo que hace tan fascinante a este caso es eso precisamente, que por desgracia, no se sabe lo que pasó. Y creo que nunca se sabrá exactamente.

Candela: Es cierto que a medida que avanza la serie la pareja se hacía más fuerte. Y como inocentes, es que es lo que son para ellos. Cada uno reafirma la inocencia del otro para que tú estés tranquilo y yo esté tranquila. Lo que se hace fuerte es la pareja y su verdad. Y su verdad es la que ellos mantiene hasta el día de hoy Alfonso.

Hemos leído lo duro que fue para Candela preparar el papel.

Candela: 10 meses de nuestra vida. La gente a veces dice 'bueno, Candela, es solo un trabajo'. No, no es un trabajo. Son 10 meses de tu vida que tú, o sea, dejas de estar con tu hija, con tu hijo, de acompañarlos un día al cole por un personaje. Quiero decir, los trabajos son nuestra vida también. O sea, tienen muchísima importancia. Y para mí, Rosario sí que como actriz es uno de los trabajos donde yo más lejos he llegado y uno de los proyectos de los que más satisfecha estoy, aunque no lo haya visto, que no lo veo por pudor y porque yo sé lo que vivimos allí. Entonces ya el trabajo de los siguientes que han venido, que es una maravilla y qué tal, no es nuestro asunto. Y es que igual que yo he hecho el mío, cada uno tiene que hacer el suyo. Pero creo que hemos hecho un trabajo muy serio. Muy serio y con muchísimo compromiso. Esto era muy importante para 'El caso Asunta'. Nos hemos sentido muy respaldados con la seriedad que hemos tenido todos frente a lo que estábamos contando.

¿Les dio Ramón Campos alguna directriz o venían en el guion?

Tristán: A mí cuando nos presentó el proyecto, lo que nos puso sobre la mesa fue mucha información. Y eso es un lujo. Y también puede ser un obstáculo.

Candela: Eso sí, esa línea sí que nos la pusieron los dos directores, tanto Carlos Sedes como Jacobo Martínez: no queremos que imitéis a nadie ni nada. Lo que sí que es cierto es que teníamos tanta información y había escenas muy precisas, que sí que había que copiar bobadas como que ella no sé qué, pero por cosas que estaban mediatizadas y tal. Pero nosotros hemos tenido muchísima documentación, lo que sabíamos y contábamos era con el interés tan grande por parte de la productora que ya había hecho un documental y luego quería hacer una ficción. Decíamos ostras, es algo que les interesa mucho. Y queríamos estar a la altura de poder construir personajes como los que ellos soñaron contar. Porque nosotros no somos más que la herramienta, unos vehículos para contar algo que le interesaba muchísimo a la productora.

¿Hablamos de proyectos futuros?

Candela: Hablemos de que la serie está muy bien. Y está muy bien que sepamos que hay proyectos que necesitan contextos concretos y que en este hemos sido todos capaces incluso de sortearlo bien. Hemos tenido unos compañeros increíbles. Parece que suena como tal, pero no es lo mismo arrojarte a los ojos de María León o tener delante a Carlos Blanco o a Ricardo Barreiro. Gente que sabe de la idiosincrasia del lugar, gente que nos ha ayudado. Y luego que si Alfonso Basterra tú imagínate que lo hace un actor con el que tú no tal... Yo con Tris me he sentido como "Thelma y Louis". O sea, que en un momento dado hubo días que me lo ha dicho él, otros que se lo he dicho yo sin decir, de cogernos la mano y 'oye, que nos tiramos por el cañón del Colorado y nos tiramos'. A Tristán le he dicho frases como 'haz conmigo lo que quieras'. Y Tris me ha dicho, 'Cande, tira, que a muerte'. Y no es fácil de encontrar a hombres heterosexuales que no vean a la mujer de delante como una amenaza cuando tira. Solo rodaría con él el resto de mi vida.