María Dueñas debuta en TV

La seducción criminal de “Los Artistas”

Prime Video nos trae una trama divertida y cautivadora donde el engaño se convierte en arte, desafiando los dilemas morales en episodios cargados de adrenalina

Ximena Romo y Maxi Iglesias con Cata y Yago en esta nueva ficción
La seducción criminal de “Los Artistas”Prime Video

Hay muchas series emblemáticas a las que cuesta un poco engancharse, ya sea por enrevesadas, por la mucha información que te meten en vena en los primeros minutos para entender lo que viene después o porque, simplemente, lo adictivo tarda en aparecer. Pero hay otras que ya saben despertar tu curiosidad cuando apenas de estás acomodando en el sillón con el mando en la mano y “Los Artistas” es una de ellas.

El punto de partida es más que interesante, pues el título te lleva a pensar en que te vas a meter en la vida de pintores, escultores o músicos, quienes suelen tener experiencias bastante televisivas, pero, en este caso, lo de “artistas” tiene otro contexto. Si bien el arte, más concretamente la pintura, está siempre presente como vehículo para dibujar esta historia, el verdadero motor de la serie es el engaño, algo en lo que Yago (Maxi Iglesias) y Cata (Ximena Romo) se convierten en verdaderos expertos como traficantes de arte.

La trama comienza cuando Yago, un hombre de buena familia, pero con la que tiene una relación conflictiva, que se gana la vida legalmente vendiendo baratijas y antigüedades en el rastro de Madrid, vende una supuesta obra de gran valor histórico a un cliente incauto en el restaurante donde trabaja Cata, una experta en arte que, por esas cosas del destino, termina haciendo en lo que buenamente puede para ganarse la vida.

A partir de ahí se va construyendo una telaraña de la que es prácticamente imposible salir porque “Los Artistas”, a pesar de ser una ficción, es tan real y tan creíble, que uno siente que, en su situación, podría haber actuado de la misma manera. De entrada, te venden la idea de que “hay gente que merece ser estafada” y entonces ya pierdes el pudor. La conciencia todavía no, porque esa aparece todo el tiempo cuestionándote moral y éticamente cada paso, pero entonces surgen las necesidades, ya sean económicas, familiares o circunstanciales con las que se justifica cada golpe. Y así, casi sin darte cuenta, te descubres empatizando con unos delincuentes y sintiendo con ellos la adrenalina que implica el riesgo de ser descubiertos.

Por supuesto, siempre hay una elección, una ruta de escape, pero ocurre algo maravilloso porque te sorprenden con giros inesperados una y otra vez. Cambios de dirección que, aunque puedas esperarlos porque sabes perfectamente que se trata de una ficción, no los ves venir, porque son absolutamente auténticos. Punto para la escritora María Dueñas, que ha sido lo suficientemente cuidadosa como para mantener la historia dentro de los límites sensatos, sin caer nunca en lo inverosímil.

La producción también resulta ágil y divertida, con ese punto de tensión sexual no resuelta que tanto engancha, y más aún con tanta química en pantalla como la que desprenden los dos protagonistas Ximena y Maxi, pero también con muchos componentes de acción, emoción, suspenso e, incluso, reflexión, pues no pocas veces te cuestiona, ya sea, por ejemplo, con el dilema entre el valor y el precio de las cosas, o en situaciones más simples como las pequeñas (malas) decisiones que tomamos diariamente en la vida. Además, es una serie dinámica en la que cada capítulo es una nueva aventura que puede verse de forma independiente a los demás, aunque también se vayan dejando pizas de un puzle en cada episodio que van formando un todo a medida que se avanza ordenadamente por la temporada de 10 entregas.

Otro de los aciertos es el oxígeno que transmite la serie con su fotografía, llena de exteriores y de locaciones reales, todas alejadas del set modelado a medida, y por supuesto, un casting meticulosamente elegido, pues cada papel parece hecho a medida del actor que lo representa. Así, los papeles que representan intérpretes como Miguel Herrera, Fran Berenguer, Roberto Mateos, Karina Matas Piper o Abel Folk van cobrando más peso y sentido mientras van pasando cada uno de los episodios que componen “Los primeros trazos”, el subtítulo con el que se denomina la primera temporada y que, por supuesto, abre la puerta a una siguiente. Realmente, tantas como la creatividad de los creadores y la fidelidad de los seguidores soporten.

Así es “Los Artistas”, una buena excusa para quedarse viendo la tele y desconectar de la rutina, que está disponible desde el pasado viernes 8 de septiembre en Prime Video.

María Dueñas debuta en televisión con “Los Artistas”

Esta producción original de ViX, la plataforma de TelevisaUnivisión, es la primera incursión de la autora superventas María Dueñas en la pantalla chica. La serie, producida por 360 Powwow e Isla Audiovisual, está en manos de destacados directores como Joaquín Llamas, Oriol Ferrer y Manuel Sanabria. La producción está a cargo de Daniel Gutman y Víctor García, garantizando un formato de alta calidad. La colaboración entre María Dueñas y este talentoso equipo promete una experiencia televisiva única que ahora puede verse en España gracias a Prime Video.