Estreno

Las últimas horas de Mario Biondo: ¿Verdad oculta o justicia esclarecida?

El estreno de la polémica docuserie de Netflix genera dudas y controversia

Cartel de 'Las últimas horas de Mario Biondo'
Cartel de 'Las últimas horas de Mario Biondo'Netflix

El 30 de mayo de 2013, el cuerpo sin vida de Mario Biondo fue encontrado por la asistenta en el domicilio que compartía con su esposa, la presentadora de televisión Raquel Sánchez Silva. El cámara de televisión italiano, conocido por programas como Supervivientes y MasterChef, apareció ahorcado en la librería de la sala de estar.

Este trágico evento se convirtió en uno de los casos más mediáticos y polémicos en España, pero sobre todo en Italia, país del fallecido. Los programas de ambos países se volcaron en cada noticia relacionada con el tema, mientras la justicia de ambos territorios se veía implicada a lo largo de los años y las familias enfrentaban diferentes versiones de lo ocurrido. La periodista creyó en los resultados de las tres autopsias que concluyeron que su esposo se había suicidado, mientras que los padres de Mario siempre sostuvieron la creencia de que su hijo había sido asesinado y que Raquel tenía algo que ver en ello.

A raíz del décimo aniversario de su muerte, Netflix ha estrenado un nuevo y ambicioso true crime titulado"Las últimas horas de Mario Biondo". La docuserie prometía un contenido atractivo con ingredientes como la escena del crimen, celebridades, drogas, las distintas versiones y la investigación. Sin embargo, tras ver los tres capítulos de 45 minutos cada uno, la sensación es que ha sido una gran oportunidad perdida.

Desde un punto de vista televisivo, aquí detallamos las razones por las cuales "Las últimas horas de Mario Biondo" ha resultado ser una docuserie fallida:

Historia contada con una única finalidad

La docuserie es tendenciosa desde el inicio, con un narrador único y productor de la serie, el ex-representante de Raquel Sánchez Silva. Esta participación, que se ha hecho pública hace escasos días, era desconocida para la familia Biondo que, habiendo participado también en la serie, declinó el uso de su imagen. Algo que la plataforma no ha cumplido.

Esto haría posible que se hayan podido descartar conscientemente vídeos que podrían no favorecer a la presentadora. Además, el último capítulo está totalmente volcado en parodiar la versión de la familia italiana, dando la sensación de lavado de imagen que no correspondería a un true crime.

Documentos omitidos, falta de novedades y fallos formales

La serie omite documentos, no muestra imágenes relevantes, y se enfoca excesivamente en desacreditar la versión de la familia italiana. En cambio, las equivocaciones y contradicciones diversas de Raquel Sánchez Silva en los juicios apenas se muestran o se comentan, dando la impresión de un sesgo evidente.

Falta de imparcialidad y enfoque sesgado

La docuserie dirige el relato hacia una sola teoría, la del ex-manager de Sánchez Silva, y no explora otras perspectivas o posibles escenarios. Esto resta credibilidad y objetividad al documental.

Falta de rigor periodístico

No se ofrecen recordatorios de los cargos de los testimonios, fechas importantes o materiales novedosos que enriquezcan la historia. Además, la falta de participación de fuerzas de seguridad que estuvieron en el caso y la ausencia de expertos en la escena del crimen son señales de una producción poco rigurosa.

"Las últimas horas de Mario Biondo" ha desaprovechado la oportunidad de explorar uno de los casos más intrigantes y mediáticos, al enfocarse en una única perspectiva y carecer de rigor periodístico. En lugar de presentar todos los datos para que el público forme su propia opinión, se ha convertido en una docuserie sesgada y poco enriquecedora.