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Verdades y mentiras sobre Transnistria, el país de Nunca Jamás

Se han escrito y dicho muchas cosas sobre esta conocida región en Moldavia, pero no todas pueden tomarse como ciertas

Estatua de Lenin frente al ayuntamiento de Tiráspol.
Estatua de Lenin frente al ayuntamiento de Tiráspol.Alfonso Masoliver

Los periodistas pecamos en ocasiones de sensacionalistas. Determinadas noticias poseen un potencial demasiado jugoso como para no estirar unos milímetros el hilo de la fantasía, para así ganar popularidad entre los lectores/espectadores.

Lamentablemente para los ucranianos y los moldavos y los rusos (y puede que para nosotros mismos en un futuro no muy lejano) el sensacionalismo mediático que rodea a la Unidad territorial autónoma con un estatus jurídico especial de Transnistria ha llenado páginas enteras de Internet con todo tipo de exageraciones o incluso afirmaciones que, simple y llanamente, no son ciertas. Esto no solo pone en peligro la estabilidad de la región, llamando al pánico de los ciudadanos europeos y trasladando su pánico con un paquete de soldados de la OTAN a Polonia y Rumanía, sino que también degrada de una manera inmisericorde a personas tan corrientes como los transnistrios, convirtiéndolos en una especie de objeto de coleccionista para los teóricos de las conspiraciones.

Breve resumen de Transnistria

Transnistria (que puede traducirse como “al otro lado del Dniéster) es una región ubicada al este de la República de Moldavia y que lleva siendo independiente de facto desde 1990, gracias a la ayuda inestimable de Rusia en cuestiones bélicas y económicas. Los emblemas comunistas que asolan sus calles, las estatuas de Lenin plantadas aquí y allá, el emblema de la hoz y el martillo que puede dilucidarse en la esquina superior izquierda de su bandera, en definitiva, la simbología soviética que hace más de 30 años que no vemos en ningún otro lugar de Europa, convierten Transnistria en un apetitoso destino turístico para los curiosos, los nostálgicos y, por supuesto, los estúpidos sensacionalistas. Pero Transnistria no es tan “comunista” como sus símbolos nos hacen pensar.

Mentirijillas sobre Transnistria

Y aquí encontramos el primer engaño. Porque, ¿cómo puede ser comunista un país cuyo presidente es un candidato independiente y públicamente ligado al mayor grupo empresarial del país, y que además se ha declarado monárquico y zarista en numerosas ocasiones? ¿Cómo puede ser comunista un país cuyo anterior presidente pertenecía a un partido de centroderecha? No. Transnistria no es comunista. Pudo serlo, hace décadas. Pero ya no lo es. El autoritarismo político que la domina es independiente a los colores de las ideologías. Los monumentos y la hoz y el martillo y demás símbolos soviéticos no son más que un imán para turistas y, por supuesto, el método que utilizan los transnistrios para reafirmarse en su posición pro rusa en la región.

Café en Transnistria con imágenes que evocan la época soviética.
Café en Transnistria con imágenes que evocan la época soviética.Alfonso Masoliver

He leído todo tipo de salvajadas sobre este lugar. En un conocido periódico catalán, llegué a leer que “en los parques [de Tiráspol], en vez de bonitas fuentes, estanques o juegos para niños, hay tanques y copias exactas de los reactores rusos”. ¡Sensacionalismo barato! No solo hay un solo parque en Tiráspol con tanques, que además se llama “el parque de los tanques” sino que prácticamente en cada manzana puede uno encontrar columpios y parques oxidados pero palpables para los niños. No es Disneylandia pero también que estamos hablando de Moldavia, no de París, ¿no?

Se dice que no se pueden estar más de tres días en el país. Falso. Mientras escribo este texto, acabo de llegar a Odessa tras disfrutar de cuatro largos y provechosos días en Transnistria. El único requisito que me impusieron a la entrada del no-país fue el de mostrar mi reserva de hotel y comunicar al guardia de la aduana cuántos días pretendía quedarme allí. Dije que una semana, por si las moscas, y no he tenido mayores problemas.

Se dice que Transnistria es el epicentro europeo de tráfico de armas. Este rumor, difundido por periodistas norteamericanos desde hace décadas, se sustenta en que existe una base militar bajo el control ruso en la localidad transnistria de Cobasna, todavía atiborrada hasta los topes con material bélico de la época soviética. Diversas embajadas de la UE y de la ONU han accedido en repetidas ocasiones a Transnistria para comprobar la veracidad de las acusaciones, y cada una de las veces no han encontrado evidencias que confirmen el contrabando de armas. Y la lógica llama a que, de haber traficantes en Transnistria, esos serían los soldados rusos estacionados en la base con el famoso arsenal que, por cierto, está más que obsoleto.

Lo mismo se dice del tabaco. Pero teniendo en cuenta que en cuestiones de contrabando de cigarrillos los reyes del mambo son Canadá, China y Sudamérica, y que prácticamente ningún país del mundo escapa a estas prácticas ilegales, escribir a la ligera sobre el contrabando del tabaco en Transnistria roza el sensacionalismo barato.

T-34 soviético en el "parque de los tanques", Tiráspol.
T-34 soviético en el "parque de los tanques", Tiráspol.Alfonso Masoliver

Incluso las monedas de plástico que circulan por internet son mentira. Hace años que no están en circulación. Solo se venden en algunas sucursales bancarias como objeto de colección. Pero en otro medio nacional leí un artículo del año pasado que decía: “…pese a que la vida es barata, hay que cambiar los euros por rublos transistrios, cuyas monedas son de plástico”. Y se suponía que el redactor jefe de nosequé había estado allí esa semana.

En fin, la hipotenusa.

Verdades acerca de Transnistria

La presencia de militares rusos en Transnistria es una verdad como un templo. Podemos encontrar bases rusas en las localidades transnistrias de Bender, Tiráspol, Cocieri y Cobasna, entre otras, e incluso en la misma “frontera” que la separa del resto de Moldavia puede uno toparse con militares rusos colaborando con los transnistrios en cuestiones aduaneras. Carteles de reclutamiento invitando a los transnistrios a ingresar en las Fuerzas Armadas de Rusia a cambio de un salario digno, seguridad social y alojamiento, brillan por su presencia junto a los cuarteles de la Federación Rusa. En el aeródromo de Tiráspol también hay tropas rusas y vehículos blindados. Los transnistrios pueden incluso solicitar un pasaporte ruso, si lo desean.

El Grupo Operativo de Fuerzas Rusas en Transnistria (OGRF) lleva en Transnistria desde 1995 con la misión de mantener la paz en la región y de proteger el almacén de municiones de Cobasna. El gobierno de Chisinau y de otros estados europeos han instado en repetidas ocasiones a que Rusia abandone Transnistria o, como mínimo, que la misión se dedique en exclusiva a la observación civil. Peticiones que han sido desechadas tanto por el Ejecutivo ruso como por el gobierno de Transnistria, que en el año 2006 aprobó una ley que prohíbe criticar públicamente al OGRF bajo penas de entre cinco y siete años de cárcel.

Cartel de reclutamiento ruso junto a una base de la FR en Tiráspol.
Cartel de reclutamiento ruso junto a una base de la FR en Tiráspol.Alfonso Masoliver

Armas no, pero uranio sí. En mayo de 2014, las autoridades ucranianas detuvieron a 9 personas que intentaban introducir en el país 1,5 kg de Uranio-235 a través de Transnistria. En junio de 2011, las fuerzas de seguridad de Moldavia detuvieron a 6 personas relacionadas con un grupo criminal que negociaba de forma ilícita con material radiactivo y que funcionaba en varios territorios de la antigua Unión Soviética, además de países árabes. Sin embargo, estas detenciones no hicieron sino incrementar la vigilancia fronteriza entre Moldavia y Ucrania, y no han vuelto a reportarse incidentes de este tipo hasta la fecha.

El grupo empresarial Sheriff controla de facto el país. Cuando uno entra en Tiráspol, la primera escena que le recibe es la del estadio de fútbol del F.C. Sheriff Tiraspol (conocido en España por haberse enfrentado al Real Madrid en la Champions), e inmediatamente al lado del estadio podemos ver una gasolinera de marca Sheriff, a su lado un supermercado Sheriff, a trescientos metros por la misma carretera vemos otro supermercado Sheriff, y así sucesivamente. Se calcula que el Sheriff controla alrededor de un 60% de los negocios legales de Transnistria bajo un nombre u otro, y desde luego que lo parece.

Conscientes de la importancia del Sheriff para mantener a flote la precaria economía transnistria, los sucesivos gobiernos del no-país han concedido una serie de facilidades fiscales al grupo liderado por Viktor Gusan, ex agente del KGB y hombre fuerte de Transnistria. Pero esto no quita que más del 50% de los impuestos que se recaudan en Transnistria proceden de una forma u otra del Sheriff. Y qué más decir: el actual Presidente de Transnistria, Vadim Krasnoselsky, se alzó con la victoria en las elecciones gracias al apoyo financiero del Sheriff. ¿Podemos decir entonces que el Sheriff controla Transnistria? Podríamos, siempre y cuando compartamos esta ecuación con Rusia.

Sheriff Tiraspol tras clasificarse para la champions.
Sheriff Tiraspol tras clasificarse para la champions.TwitterLa Razon

Ni anécdota ni mentira

Suele decirse que la verdad nos hará libres. Lo que parecemos olvidar cuando gritamos esta frase vacía es que, por el contrario, nuestras mentiras pueden suponer la esclavitud de otros. Es cierto que muchos edificios de Tiráspol parecen a punto de derrumbarse, que las aceras están agrietadas, que los parques lucen grises y mustios por el frío del invierno, como ocurre en cualquier otra ciudad moldava. Pero hay más. Hay bondad en los ojos de los desconocidos. Hay sonrisas y risas cuando se levantan las barreras del idioma. Hay humanidad, aparte de una noticia. Transnistria es mucho más que una anécdota o una mentira. Personas de verdad viven allí, padres e hijos de verdad se han desangrado para volver una realidad este país de Nunca Jamás, nos guste o no.

¿Se posicionaría Transnistria del lado de Rusia en caso de que estalle el conflicto? Es probable. ¿Están deseando que Rusia se los anexione? Sí, aunque preferirían que fuera mediante un proceso que no les robe los hijos. ¿Se verían obligados los ucranianos a conquistar Transnistria durante las primeras semanas de guerra? Pues sí, aunque no creo que les diese tiempo a hacerlo. ¿Habrá guerra? Esperemos que no. De verdad que no se merecen otra guerra ni los ucranianos ni los transnistrios.