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Casa Lola Deluxe Gallery: dormir entre siglos de historia en Cartagena de Indias
Un hotel que transforma dos edificios históricos en una experiencia estética inmersiva. Diseño, gastronomía y cultura se funden en el corazón vibrante de Getsemaní

Entre murallas antiguas y plazas llenas de vida, Cartagena de Indias se despliega como un escenario donde el tiempo parece contar sus propias historias. Sus fachadas de colores vivos, el ritmo cálido del Caribe y el rumor constante de la vida en las calles la convierten en un lugar que no solo conserva el alma de la colonia, sino que vibra con una energía moderna que se siente en cada esquina.
El clima acompaña con generosidad: días de sol implacable y noches suaves que invitan a perderse sin apuro. En el corazón de Getsemaní, uno de los barrios más singulares de la ciudad, se encuentra un hotel que va más allá de ofrecer estadía: Casa Lola Deluxe Gallery, una experiencia donde la estética, el arte y la calidez se entrelazan.
La historia de este imponente alojamiento comienza como muchas historias memorables: con un flechazo. El arquitecto español Nacho García de Vinuesa llegó a Cartagena en 1984 y, como muchos, quedó hechizado por su encanto. Dos décadas más tarde, decidió establecerse de forma permanente y fundó Fábrica de Arquitectura, desde donde ha contribuido a transformar la escena arquitectónica local.
Su sello puede verse en lugares que hoy forman parte del imaginario de la ciudad: restaurantes como Juan del Mar, Cande, Salvaje o Erre, así como en hoteles tan reconocidos como Las Américas y el Hotel Caribe. En 2007, compró dos casas en el corazón de Getsemaní, y allí nació Casa Lola. No fue solo el inicio del hotel, sino también el comienzo de una renovación paulatina del barrio.
Dos casas, dos épocas, una misma esencia
Casa Lola Deluxe Gallery se compone de dos edificaciones que dialogan entre sí con una armonía sorprendente. Una es una casona colonial del siglo XVII, restaurada con toques contemporáneos; la otra, una construcción republicana del XIX, recuperada con respeto para conservar su esplendor.
El interior es un viaje ecléctico y acogedor. Se mezclan muebles antiguos con arte moderno, objetos étnicos y detalles de diseño. Cada rincón (pasillos, patios, habitaciones) parece narrar una historia en clave de realismo mágico, ese que define tan bien el espíritu colombiano. El resultado es un espacio donde lo cotidiano se vuelve extraordinario.

Estar en Getsemaní no es un simple dato geográfico. Es formar parte del pulso cultural de Cartagena. Aquí conviven el arte callejero con la tradición, la música en vivo con la vida diaria de una comunidad que, pese al turismo, ha sabido conservar su autenticidad.
Hospedarse en Casa Lola es estar a pasos de bares con historia, plazas vibrantes y calles donde el alma cartagenera se muestra sin filtros. Su propuesta va más allá del confort tradicional. Tiene tres piscinas, jardines exuberantes, patios íntimos y zonas diseñadas para el descanso. Las habitaciones (modernas pero con carácter) combinan comodidad con una atmósfera cálida y relajada.

Además, el hotel ofrece servicios de spa: masajes, tratamientos faciales y peluquería, que pueden disfrutarse en la privacidad de la habitación o en espacios dedicados al bienestar. Todo está pensado para cuidar el cuerpo, sin olvidar el alma.
Sabores que cuentan historias
Otro de sus pilares es la cocina. En el restaurante Doña Lola comida del Caribe, la tradición local se encuentra con sabores del Mediterráneo. El resultado es una carta donde el producto fresco y de temporada es el protagonista, siempre tratado con respeto y creatividad.
Al mando está el chef Daniel Aldana, con experiencia en restaurantes con estrella Michelin. Su cocina es un homenaje a la diversidad culinaria de la región, con platos que combinan técnica, identidad y sabor.
Este establecimiento también es el lugar ideal para eventos especiales: bodas, encuentros profesionales, celebraciones íntimas. Tiene espacios con distintos ambientes, desde salones cerrados con tecnología de punta hasta rooftops con vistas a la ciudad, pasando por patios que invitan a la desconexión. La capacidad del hotel permite albergar hasta 165 personas, siempre con un enfoque personalizado y un entorno lleno de carácter.
Un espacio con alma
En una ciudad donde el pasado y el presente conviven con naturalidad, Casa Lola Deluxe Gallery es un refugio hecho con sensibilidad, donde cada rincón tiene algo que decir. No se trata de un lujo estridente, sino de ese lujo silencioso, con alma, que se descubre en los detalles, en la calma, en una elegancia que despierta los cinco sentidos.
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