
Enoturismo
Cepa 21, el arte de maridar un brunch
Porque el verano no solo se vive en la costa: la Ribera del Duero propone un plan infalible con enoturismo, cultura y desconexión

En España hemos aceptado la cultura del brunch porque, aunque no se haya inventado aquí, el hecho de desayunar tarde nos encanta. No obstante, aún podemos darle el toque español que le falta y añadirle vino, naturaleza y cachondeo a la ecuación. Este verano, se presenta como la excusa perfecta para combinar estas actividades y disfrutar de un turismo que no necesita playa ni aglomeraciones, pero sí de naturaleza y vino,claro, si es de Bodegas Cepa 21 en la Ribera del Duero, mucho mejor.
Durante la temporada estival, la bodega presidida por José Moro vuelve a apostar por la experiencia como valor añadido, con propuestas que no solo acercan el vino, sino también su historia y su paisaje. La gran novedad es «Brunch y Vino», un plan de domingos que combina gastronomía, entorno y tradición, que comienza con una visita a los viñedos y la bodega, y culmina con un brunch entre cepas que marida platos icónicos del restaurante con sus vinos Hito y Cepa 21. ¿Puede haber algo más hedonista que esto? Sí, para quienes busquen profundizar más, les esperan otras dos experiencias: «Raíces», ideal para entender de dónde viene todo, y «Maridaje Tinto Fino», el recorrido más completo por la esencia del tempranillo ribereño, porque el vino no se bebe, se comprende.

El enoturismo se ha convertido en una opción cada vez más popular para quienes buscan disfrutar del verano en el interior de España. Visitar una bodega hoy significa mucho más que catar vinos: es adentrarse en el paisaje, entender el origen de cada etiqueta y conectar con la cultura que da sentido a cada copa. Bodegas Cepa 21 lo tiene claro: el vino se vive mejor cuando se comprende desde dentro. Por eso ha diseñado una propuesta de enoturismo que abre las puertas de la Ribera del Duero al visitante curioso y le permite sumergirse en el entorno natural de la región y en su rica tradición vinícola, mientras descubre los vinos más representativos de la bodega.
José Moro, presidente y alma de Bodegas Cepa 21, lleva años comprometido con acercar el mundo vinícola a todo tipo de públicos, desde los más jóvenes y curiosos hasta los apasionados del vino. «El enoturismo es un pilar fundamental en Bodegas Cepa 21. A través de estas experiencias, buscamos que las personas no solo descubran el arte de la vinificación, sino que también vivan una conexión auténtica con la tierra y la tradición que nos define. Queremos brindar una inmersión completa en el proceso que da vida a nuestros vinos, para que los visitantes experimenten de primera mano el compromiso con la calidad y la pasión que caracterizan nuestra bodega», comenta José Moro.
La Ribera del Duero no se visita: se vive. Y gracias a iniciativas como las de Cepa 21, cada vez hay más formas de hacerlo. Entre sorbos, caminatas y silencios, uno descubre una nueva forma de rendirle culto al vino en pleno verano y a la hora del brunch.

Un noche más en Peñafiel
Y si después de esta inmersión sensorial aún quedan ganas de seguir explorando, podemos extender la escapada y descubrir tesoros culturales como el Castillo de Peñafiel, una imponente fortaleza del siglo X que se alza sobre una colina y guarda entre sus muros siglos de historia castellana. Desde su torre del homenaje, las vistas sobre el valle del Duero son sencillamente sobrecogedoras, y alberga además el Museo Provincial del Vino, una visita imprescindible para quienes quieren conocer el alma vitivinícola de la región desde sus raíces.
Tras este paseo por la historia, una excelente opción para descansar y dejarse cuidar es el entrañable hotel boutique, Fuente Aceña. Situado a orillas del río Duero, este antiguo molino harinero rehabilitado sorprende por su arquitectura íntima y acogedora, donde la piedra y la madera dialogan con el paisaje. Sus habitaciones, con ventanales gigantes que enmarcan la naturaleza, son una invitación a la contemplación y al descanso profundo.
Pero lo que realmente convierte a Fuente Aceña en una joya secreta es su propuesta gastronómica de alto nivel, que convierte cada comida en un homenaje a los sabores locales con técnicas de autor. Es el lugar ideal para quedarse un fin de semana en pareja, entre amigos o incluso con tu perro, porque aquí también ellos son bienvenidos. Una experiencia completa que cierra el círculo perfecto: vino, entorno, sabor y descanso. Todo con sabor a frescura, perfectamente adecuado para la temporada de verano.


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