
Festival
Polar Sound: ¿Cómo se prepara un festival en alta montaña?
LA RAZÓN escucha a Luigii Nieto, responsable del Polar Sound Occident, quien destaca la apuesta el talento emergente y las grandes estrellas del pop-indie del festival

El Polar Sound Occident se ha consolidado como uno de los festivales más singulares de España, combinando la emoción de la música en vivo con el incomparable entorno de la estación de esquí de Baqueira Beret. Año tras año, el evento reúne a miles de asistentes que disfrutan de un cartel repleto de grandes nombres del pop-indie nacional, sin olvidar la apuesta por el talento emergente. Luigii Nieto, responsable del festival, cuenta en esta entrevista cómo ha sido su trayectoria hasta liderar este ambicioso proyecto, los desafíos logísticos y climáticos que conlleva organizar un evento en plena alta montaña y las claves del éxito de un festival que no deja de crecer.
¿Qué le llevó a involucrarse en la organización del Polar Sound Occident y cómo ha sido su trayectoria hasta convertirse en su responsable?
Soy un apasionado del esquí. Veía lo que hacían otras estaciones a nivel internacional, que combinaban el ambiente festivo con el deporte, y vi una gran oportunidad en España. En la estación que más potencial vimos fue la de Baqueira Beret. En 2017 hicimos la primera prospección y en 2019 el primer festival, todo un éxito hasta llegar al 2025.
Organizar un festival en la estación de esquí de Baqueira Beret implica enfrentarse a condiciones climáticas impredecibles. ¿Cuáles son los principales retos que esto presenta y cómo los aborda el equipo organizador?
Es uno de los principales retos, no es una broma estar a 1.500 metros. Los climas son extremos y hemos tenido de todo, mucha nieve, vientos, lluvias… Contamos con una carpa de 5.000 metros cuadrados que cumple todos los requisitos de seguridad marcados por la ley. Además, hemos añadido calefactores para el caso de acumulación de nieve. Este año contamos con seis maquinas más. La seguridad es la primera garantía para un buen resultado

La edición de 2025 del festival se celebrará los días 21 y 22 de marzo. ¿Qué medidas específicas se implementan para garantizar la seguridad y comodidad de los asistentes, considerando las bajas temperaturas y la altitud?
Los ingenieros validan todos los riesgos, si no está todo correcto no se abren puertas. La comodidad de los asistentes es muy importante para nosotros, de hecho, dentro de la carpa el clima es agradable, bastante normal ver a las 8.500 personas en camiseta o camisa. Y realmente, la altitud no es un problema, es más el acceso porque son carreteras secundarias.
Además de las condiciones climáticas, ¿qué otros desafíos logísticos específicos presenta la alta montaña al organizar un evento de esta magnitud?
Diría que el gran desafío logístico. A nivel producción es muy complicado porque la ciudad más cercana es Lleida, a dos horas y media. Las carreteras no son las mejores para el transporte y todo el mobiliario que hay que trasladar, resulta difícil y costoso. Además, también falta personal local y tenemos que llevar a todos los trabajadores de fuera. Por otro lado, su ubicación es única y no la habitual, y eso le da originalidad.

El cartel de artistas para 2025 incluye nombres como Dani Fernández, Maldita Nerea o Viva Suecia, entre otros. ¿Cómo se seleccionan a los artistas y qué criterios se utilizan para garantizar una programación atractiva para el público?
A nivel cartel siempre me oiréis decir cada año que es el mejor. El secreto es que contamos con los mejores artistas nacionales de pop e indie, la esencia del festival. Organizamos un mix añadiendo pop clásico también, para el público más mayor que lo demanda. Y, por otro lado, seleccionamos a los tres artistas top y más relevantes del año. En Fever trabajamos con datos, los usuarios reciben encuestas y valoran a los artistas y al festival; también preguntamos por artistas que les gustaría que viniesen. Y así, recabamos información muy útil. Estar al día de las tendencias y de lo que pide el público es fundamental.
La colaboración con empresas y patrocinadores es esencial para la realización del festival. ¿Cómo se establecen estas alianzas y qué beneficios aportan tanto a los organizadores como a los asistentes?
Así es. La colaboración es fundamental para ser competitivos y eficientes. Este año tenemos más de 15 empresas colaboradoras. Es algo que cuidamos mucho y estamos muy agradecidos. La experiencia hace que, con el tiempo, cada vez causemos más interés en las marcas el asociarse con Polar Sound. Recuerdo el primer Polar Sound, que solo contamos con una marca. El 95% de festivales que salen al mercado no aguantan una segunda edición, es muy difícil. Hemos cuidado encarecidamente la marca, y es lo que nos hace atractivos.
La sostenibilidad es un tema cada vez más relevante en eventos de este tipo. ¿Qué iniciativas se han implementado en el Polar Sound Occident para minimizar el impacto ambiental en un entorno tan delicado como la alta montaña?
Un tema tan actual como la sostenibilidad no lo pasamos desapercibido. Lo tenemos presente siempre en todos los eventos de Fever. La ubicación del Polar Sound, los productos de proximidad siempre que sea posible y, aunque nos cueste, intentamos fomentar la economía local. Hacemos recogida selectiva de residuos, los cubiertos son biodegradables... Igualmente, antes, durante y después del festival fomentamos la movilidad sostenible a través de lanzaderas, en lugar de otros transportes más contaminantes. Contamos con más de 20 autobuses que salen de toda España. El objetivo es dejar la menor huella cuando nos vayamos.

Tras varias ediciones, ¿cómo ha evolucionado el festival en términos de asistencia, repercusión mediática y reconocimiento en el sector musical?
Ha evolucionado en términos de asistencia y repercusión mediática. Sí que seguimos cumpliendo con el requisito de pop e indie que mencionábamos antes, pero hemos pasado de 3.000 personas de asistencia al sold out de 18.000. A nivel reconocimiento, creo que no hay un artista nacional, asumible a nuestro aforo, que no haya tocado en el Polar Sound. Además, nos gusta apostar por artistas emergentes.
Mirando hacia el futuro, ¿qué objetivos y proyectos tiene para las próximas ediciones del Polar Sound Occident? ¿Hay planes para ampliar la oferta de actividades o mejorar la experiencia del festival?
Mirando hacia el futuro, el festival no tiene más capacidad de la que ya es, y tampoco lo queremos. Es una especie de “festival boutique” y no algo gigante. Nos gusta que la gente se encuentre y creemos que eso también forma parte de su éxito. Colaboramos con el Vall D’Arán para todas las actividades de día que se puedan hacer en el valle, esa integración es muy especial para nosotros.
Finalmente, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a los jóvenes que aspiran a trabajar en la organización de eventos musicales en entornos especiales como el de Baqueira Beret?
Yo llevo trabajando toda mi vida en el mundo de los eventos, viene de familia. Fever me vinculó especialmente con experiencias inmersivas, festivales, carreras… y me encanta, es un sector muy agradecido porque haces feliz a la gente y aconsejo a que todo el mundo lo descubra.
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