Crimen de Alcásser: logran extraer el ADN de los huesos hallados en la fosa

Han pasado más de dos décadas del terrible asesinato de Toñi, Miriam y Desirée que conmocionó a España. Pese al tiempo que ha transcurrido son muchas las incógnitas que todavía rodean al caso Alcásser y que trataran de explicar mejor con las últimas pruebas encontradas lo que ocurrió aquel 13 de noviembre de 1992.

El 24 de junio de 2019, una pareja encontró cuatro huesos en una zona cercana donde se hallaron los cuerpos sin vida de las chicas. Se demostró que eran humanos y que podían pertenecer a una o dos de las niñas. De Toñi no pueden ser puesto que un estudio antropológico realizado por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses descartó que los restos óseos pertenecieran a Toñi, aunque sí que podrían ser trozos de la falange de las otras dos víctimas.

Según el diario de Las Provincias, ahora, una vez que los biólogos han extraído el ADN de los restos en el Instituto de Medicina Legal de Valencia tienen previsto citar a la madre de Desirée y al padre de Miriam para tomarles muestras de saliva y cotejarlas con las halladas en los huesos. De esta forma, los especialistas pueden determinar si realmente estos restos óseos se corresponden con los cadáveres.

El Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, encargado del caso, ya ha recibido la petición para autorizar la toma de muestras biológicas a los padres de las menores, Rosa Folch y Fernando García, madre y padre de Miriam y Desirée, respectivamente, únicos parientes cercanos aún vivos, ya que ambos enviudaron a los pocos años del suceso. En el caso de Toñi, no será necesaria prueba de ADN de los padres, puesto que su hija conservaba los dedos cuando encontraron el cuerpo.

¿Qué supone que las pruebas den positivo? Por un lado confirmaría definitivamente que, en efecto, los restos encontrados hace más de 20 años pertenecen a las niñas. Además, la jueza que lleva el caso podría permitir a la Guardia Civil excavar de nuevo la tierra de la fosa para tratar de hallar nuevos restos ocultos en el remoto paraje de Tous.

Fuentes consultadas por Las Provincias, afirman que lo que buscan es esclarecer qué ocurrió y no reabrir viejas heridas, ya que no quieren causar más dolor a los familiares. Tampoco quieren dar pie a una supuesta trama conspiranoica en el que Antonio Anglés y Miguel RIcart, autores del triple asesinato, son las cabezas de turco.

Las pruebas fueron encontradas por una pareja que acudió al lugar para depositar un ramo de flores. En un momento, el joven comenzó a remover la tierra con una rama y acabó encontrando tres huesos y un pequeño trozo de falange. Decidieron entonces envolver lso restos en papel de aluminio y llevarlos a la comandancia de la Guardia Civil de Oliva.

Además, el joven que encontró los restos decidió contactar con un famoso antropólogo forense, Francisco Etxeberria, quien le confirmó sin dudas que los huesos eran falanges humanas. Éste explicó que los dientes y huesos hallados estos años en la fosa no fueron encontrados anteriormente por los responsables del levantamiento de los cuerpos, que sumado a las fuertes lluvias de todo este tiempo mantuvieron oculto estas piezas.