Pérez-Sauquillo: casi doce años de cárcel ya en cuatro condenas por su gestión en Invercaria

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla impuso ayer tres años y un día de cárcel a Tomás Pérez-Sauquillo, expresidente de Invercaria, e Isabel de Haro, exconsejera de la sociedad de capital riesgo dependiente de la Junta de Andalucía y también ex secretaria general de Industria en la Consejería de Innovación. El tribunal los condenó por prevaricación y malversación de caudales públicos con la atenuante de dilaciones indebidas. Los hechos son los préstamos que el primero, por orden de la segunda, concedió a Cedes Electria. Según la Audiencia, con esa gestión hicieron perder 1.363.280,90 euros al erario público andaluz. Los jueces también inhabilitan a ambos para cualquier cargo público o privado durante seis años y un día.

Detrás de este titular hay algo más que una simple condena. Para Pérez-Sauquillo, que durante años hizo y deshizo a su antojo en una sociedad nacida para ayudar a proyectos andaluces emergentes e innovadores, es la cuarta condena dentro de una de las macrocausas vinculadas a la corrupción en las décadas de gobierno socialista en la Junta. Distintas salas de la Audiencia de Sevilla ya le han impuesto tres años y medio de prisión por un préstamo a Aceitunas Tatis, dos años y tres meses por los sueldos que se regaló a sí mismo y a otros directivos y tres años y un día por un préstamo participativo a Fumapa (De Haro fue absuelta en este último juicio). Y ahora, otros tres años y un día. En total son once años, nueve meses y dos días, aunque ninguna de esas sentencias es firme aún.

No todo han sido malas noticias para Pérez-Sauquillo (y su abogado) en el desarrollo judicial de la macrocausa. Hace casi un año, la misma Sección Primera le dio la mayor alegría al absolverlo en una de las piezas más mediáticas, la del préstamo a la diseñadora de moda flamenca Juana Martín. En aquel caso, Anticorrupción solicitó ocho años de cárcel para él, pero la Audiencia consideró que todos los acusados eran inocentes: el propio Pérez-Sauquillo, la modista cordobesa, el exdirector financiero de Invercaria Antonio Nieto y su homólogo de Promoción Cristóbal Cantos. Este último es un personaje crucial en la macrocausa. Gracias a él, las irregularidades cometidas en la entidad fueron conocidas por las autoridades policiales y judiciales.

De todas formas, Pérez-Sauquillo no tiene el más mínimo margen para relajarse y casi no hay mes en el que no pise la Audiencia. En mayo se celebró el juicio por la ayuda a Lolita Canalla, cuya sentencia en teoría será la siguiente, y acto seguido empezó a ser enjuiciado por la ayuda a Own&Spa Desarrollos, un proyecto enfocado a instalar spa en domicilios de particulares que estaba auspiciado y dirigido por el ahora presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno. Y como esta macrocausa es un no parar, cuando acabe esa vista oral, en julio, llegarán las vacaciones pero en septiembre empezará el séptimo juicio, que curiosamente corresponde a la primera ayuda investigada, al proyecto de Ferias Internacionales Virtuales de Andalucía (FIVA). Y lo que le rondará incluso entonces, ya que en ese momento irá sólo por la mitad de la quincena de piezas enviadas a la Audiencia para su enjuiciamiento desde el Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla, encargado de investigar toda la macrocausa.

En el caso Cedes, la Audiencia también condenó ayer a los dos socios de la mercantil, Federico M.R. y Enrique G.C., a un año y medio de cárcel y tres de inhabilitación absoluta como inductores de un delito de malversación y los absolvió de otro delito de prevaricación. También absolvió a un directivo de la agencia Idea y consejero de Invercaria, Bienvenido Martínez, después de que Anticorrupción y la acusación del PP retiraran la acusación contra él al final de la vista oral, celebrada entre enero y marzo.

Estos hechos ocurrieron a partir de agosto de 2008, cuando De Haro recibió a los representantes de Cedes y se comprometió a financiar el proyecto, consistente en la creación de una compañía de energía eólica, aunque esa presentación «se limitó a un power point». Luego ordenó a Pérez-Sauquillo que otorgase las ayudas necesarias, algo que él hizo sin analizar siquiera el proyecto y su viabilidad y sin realizar después «ningún seguimiento ni control».

Cedes Electria se constituyó el 1 de agosto con domicilio social en Madrid. «Con la finalidad de cometer los hechos que se describen y de manera que pareciera que era un proyecto andaluz y se vinculara a Andalucía, se establecieron de forma ficticia» en la sede de la propia Invercaria y posteriormente en otra dirección de Sevilla capital, dice la Audiencia.