Negociación

Albares siembra más dudas tras su paso por el Campo de Gibraltar

Los trabajadores transfronterizos reclaman información sobre cómo quedarán las pensiones y los impuestos tras un acuerdo que deberá garantizar también el tránsito diario

Los trabajadores transfronterizos confían en que el acuerdo solucione problemas laborales que continúan enquistados
Los trabajadores transfronterizos confían en que el acuerdo solucione problemas laborales que continúan enquistadosEPEP

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, visitó esta semana el Campo de Gibraltar y se reunió con los principales actores afectados por el enquistado Brexit en la Roca, un proceso que no termina de cuajar aunque parece que las negociaciones están avanzadas. Albares mantuvo encuentros con los alcaldes de los municipios limítrofes, la Junta de Andalucía, la Asociación de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg) y el denominado Grupo Transfronterizo, integrado por la Cámara de Comercio, la Confederación de Empresarios de Cádiz y los sindicatos. Todos valoraron positivamente la interlocución con el departamento de Exteriores, aunque el paso de Albares por la comarca ha dejado más dudas que certezas.

De un lado, por la cercanía de las elecciones en el Reino Unido. Un proceso que, lógicamente, paralizará las negociaciones al más alto nivel. El ministro, no obstante, se empeñó en defender que las reuniones a nivel técnico continuarán, aunque un Gobierno en funciones no puede firmar ningún acuerdo de calado como el que determinará el encaje de Gibraltar en la Unión Europea, con consecuencias en España y más concretamente en una comarca que depende económica y socialmente de las buenas relaciones con la colonia.

Por otra parte, las administraciones y agentes sociales afectados siguen sin conocer cómo quedarán asuntos clave como los controles, el tránsito de personas y mercancías, la fiscalidad o la posible retirada de la verja, una vieja demanda que rebajaría la tensión a uno y otro lado.

Ascteg aseguró que todavía desconocen cómo se sustanciarán algunos temas laborales que les preocupan, como las pensiones, los dobles impuestos que tienen que pagar, las modalidades de contratos y otras discrepancias que «afectan a más de 16.000 españoles que acudimos diariamente a trabajar a Gibraltar». El colectivo señaló que el propio ministro desconocía estas reivindicaciones, emplazándoles a una nueva reunión en Madrid para incluir estas peticiones en la negociación con el Reino Unido.

No obstante, la asociación sitúa el tránsito por la frontera como su principal preocupación. «Le hicimos ver el ministro que se deben agilizar las entradas y salidas de trabajadores transfronterizos», señaló el colectivo, además de remarcar que la frontera de Gibraltar «es la puerta a nuestro lugar de trabajo». Albares, por su parte, se comprometió a estudiar el asunto con el Ministerio del Interior. También están en el aire los acuerdos Schengen, relativos a los controles en las fronteras interiores de la Unión Europea.

La Línea de la Concepción es el municipio que espera con más ganas el acuerdo, dada su cercanía con Gibraltar y las múltiples vinculaciones que mantiene con la Roca. Su alcalde, Juan Franco, mostró su preocupación porque se van a cumplir ocho años desde el Brexit y «el acuerdo no está cerrado». «Se han visto algunas declaraciones en los últimos tiempos que preocupan bastante, porque puede pasar que en cualquier momento cualquiera de los dos interlocutores acabe levantándose de la mesa y cerrando la posibilidad del diálogo», aseguró. El regidor explicó que ahora mismo en la ciudad hay 13.700 personas censadas que no son nacionales españoles y que, «suponiendo que se llegue al desmantelamiento de las instalaciones de aduanas y verja, habrá un flujo mayor de población de un lado a otro, y puede haber 32.000 personas, que son los residentes en Gibraltar, circulando por el municipio». «Los vamos a coger con los brazos abiertos, pero lo que está claro también es que el Ayuntamiento tiene unas restricciones presupuestarias y una serie de cuestiones técnicas que a nivel de capacidad de prestación de servicios públicos por parte del Ayuntamiento son tremendamente limitadas, y a esto hay que buscar una solución», afirmó.

La Junta, molesta por no intervenir de manera directa en la negociación, insiste en que se deben concretar cuestiones relativas al trabajo, al medio ambiente, la seguridad o la armonización fiscal. Sobre este último aspecto, el consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, aseguró que «lo que queremos es prosperidad real para ambas zonas compartidas», en alusión a las ventajas fiscales existentes en Gibraltar, abriendo una brecha con el resto de la comarca.

El alcalde de La Línea respalda esta reivindicación, aunque con matices. «Entendemos que establecer un régimen fiscal diferenciado dentro de la comarca es positivo, pero como no existe dentro de este régimen fiscal especial una serie de medidas concretas, específicas, muy determinadas para nuestro municipio, esto puede acabar provocándonos unos efectos peores que cuando nos encontramos con el cierre de la frontera con la dictadura de Franco», señaló advirtiendo de los efectos de esta medida.