Agricultura

Andalucía se encuentra en mitad de la tabla en consumo BIO pese a producir más que nadie

Ecovalia propone que la futura ley de productos ecológicos duplique la preferencia planteada de estos en la compra pública

Esta semana se ha celebrado en Sevilla la feria agroalimentaria «Auténtica Food Fest»
Esta semana se ha celebrado en Sevilla la feria agroalimentaria «Auténtica Food Fest»Europa Press

Andalucía se sitúa en mitad de la tabla del consumo de productos BIO pese a ser la comunidad líder en producción ecológica de España con más de 1,3 millones de hectáreas. De hecho, si el gasto medio per cápita en el país se sitúa en 64 euros, aquí se reduce a 60 euros. Baleares, Galicia, Cataluña, Asturias, País Vasco, Cantabria, La Rioja, Extremadura y Castilla y León están por delante, según el último informe de Ecovalia, la asociación profesional española de la producción ecológica, correspondiente a 2023.

Mejorar este ranking es uno de los objetivos de la futura Ley para el Impulso de la Producción Ecológica y Sostenible de Andalucía (Lipesa), cuyo proyecto ya ha pasado por información pública y da pasos firmes hacia su aprobación. En la actualidad, nadie duda de los beneficios de los productos llamados BIO. De hecho, tres son los grandes argumentos que los consumidores valoran: primero, son más naturales, no usan pesticidas, son saludables y cuidan el medio ambiente (43%); segundo, lo eligen por su sabor, calidad y procedencia (20%); y tercero, por tener más nutrientes y menos alergias alimentarias (5%).

Álvaro Barrera, presidente de Ecovalia, considera que la futura Lipesa será «un herramienta muy útil» y, de hecho, felicita al Gobierno de Juanma Moreno porque «Andalucía va a ser la primera región en España que va asumir el Plan de Acción Europeo de la Producción Ecológica».

«Liderar la producción ecológica no es solo tener más superficie e industria de transformación –continúa–, sino contar con una estructura legal que sirva de paraguas a las normativas a desarrollar para ser una comunidad líder».

Desde la asociación que ha animado y participado en la redacción de la ley se considera que está «muy bien estructurada» y que dará «respaldo» tanto al consumo como a la promoción, sin olvidar que la producción ecológica se acompaña de la producción integrada, «un elemento vertebrador de la sostenibilidad de Andalucía».

Barrera subraya que la Junta «ha acertado» dando respaldo a los dos sistemas productivos desde una concepción «transversal», porque la ley que lidera la Consejería de Agricultura tiene ramificaciones desde el punto de vista de la sanidad, la economía y el empleo, entre otras materias.

Ecovalia, no obstante, ha aprovechado el periodo de exposición publica –ya cerrado– para presentar sus alegaciones, con la que solicita elevar del 10 al 20% el compromiso de las administraciones públicas en las compras públicas que tengan la obligación de ser ecológicas. Además, sugiere reforzar la investigación y los estudios de consumo. Su presidente explica a LA RAZÓN que es «necesario trazarnos algunas metas» para elevar la media de consumo en Andalucía y, aunque la ley sea muy general, «tenemos que hacer la estructura para trasvasar y vehicularla para que toque de verdad al ciudadano y al administrado andaluz».

La producción ecológica está cada vez más naturalizada en la sociedad. «Hemos vivido unos años de crecimiento muy importante. En los últimos tres años el consumo ha crecido un 45% en España y Andalucía está más a la cola, pero ahora estamos viendo una estabilización de los mercados».

«A una región que es líder en producción ecológica y en número de industrias de transformación le hace falta rematar esa trayectoria con mejores datos de consumo», expone Barrera. El informe anual de Ecovalia 2024 arroja un dato contundente. «La cesta de la compra se ha encarecido para todos los consumidores un 10,4% a nivel no ecológico y el ecológico se ha encarecido un 8,4%. Los costes de producción para la producción ecológica son menores que para la convencional: hablamos de fertilizantes, fitosanitarios, energía... Esto hace que el producto ecológico no se haya encarecido tanto como el convencional», explica. Y pone como ejemplos producciones como el aceite de oliva virgen extra ecológico cuyo coste es igual al de un AOVE convencional. «Se trata de hacer una cesta de la compra cada día más social a través de la producción ecológica», subraya.

La producción ecológica andaluza es líder a nivel nacional y europeo. Alrededor del 30% de la superficie agraria –por encima del porcentaje del 25% que marca la estrategia «De la granja a la mesa» para 2030– , en torno a 1,3 millones de hectáreas, trabaja en este tipo de producción. En la actualidad hay más de 22.500 operadores, unas 5.400 explotaciones ganaderos y más de 3.300 industrias bajo esta certificación en Andalucía.

Asaja defiende que la producción integrada reciba «el mismo trato» que la ecológica y ha presentado alegaciones, mientras el resto de actores se muestran contrarios porque creen que pueden confundir al consumidor. «Nos gustaría que sean más específicos y que el apoyo a la producción integrada esté al mismo nivel que la ecológica, puesto que los estándares de calidad son prácticamente iguales. No queremos que luego tengamos sorpresas y el apoyo público vaya solo al ecológico», explicaban en referencia a las alegaciones presentadas y sobre las que la Junta ha de decidir.

Más apuesta por tercera, cuarta y quinta gamas

Esta semana se ha celebrado en Sevilla ‘Auténtica Food Fest’, la que ya se ha convertido en la feria agroalimentaria más importante de Andalucía. «Nació el año pasado para tantear al sector y éste se ha duplicado la presencia de expositores. Andalucía, referente en el sector, debe tener una feria agroalimentaria para ser punto de encuentro de las relaciones económicas. El evento ha encontrado su sitio, no sólo en el sector primario o ganadero, sino en un sector de valor añadido. Estamos hablando de tercera, cuarta y quinta gama. Ése es el sector en el que hay que trabajar», afirma Álvaro Barrera, presidente de Ecovalia.