
Historia
El anfiteatro romano más antiguo de España: cuenta con la necrópolis más grande de Europa
Con más de 2.000 años de antigüedad, es otra prueba del legado del Imperio Romano en los siglos que estuvo asentado en la Península Ibérica

Siglos y siglos de historia bañan la presencia de los romanos en España (o Hispania). Desde que llegaron a la Península Ibérica, muchos fueron los avances o construcciones que realizaron y hoy en día, todavía se pueden comprobar los frutos y restos de la época del Imperio Romano. Prueba de ello es el anfiteatro de Carmona, el más antiguo de toda la península y que además, tiene la necrópolis más grande de toda Europa (incluso es mayor que las de Roma).
El anfiteatro de Carmona se encuentra en la actual Sevilla. Es el legado de la antigua ciudad romana Carmo, y fue construido en el siglo I antes de Cristo.
Es, hasta la fecha, el más longevo que se puede encontrar tanto en España como en la Península Ibérica, y al mismo tiempo, es uno de los pocos conocidos fuera de Italia durante la República, lo que demuestra una antigüedad similar al Flavio (el Coliseo romano) o el de Pompeya, el más antiguo que se conserva y que data de alrededor del año 70 antes de Cristo.
Así era el Anfiteatro de Carmona, el más antiguo de España y uno de los primeros de la época del Imperio Romano
Según los estudios, habría contado con capacidad para entre 18.000 y 20.000 espectadores, si bien no es el más grande que hubo en Hispania (corresponde a su vecina Itálica, en Santiponce, que podía albergar unas 25.000 personas). A su vez, sus estructuras alcanzaron una altura de doce metros desde la cota de la arena, y se cree que iban cubiertos con planchas de material noble y nichos para las estatuas de los emperadores y locales destacados.
Su forma, asimismo, demuestra la capacidad que tenían los romanos para construir grandes entornos. Es similar a las de otros grandes anfiteatros hispanos imperiales, pues más allá del de Itálica, también destacan el de Tarragona, Mérida o Écija. Estudios históricos sugieren que fue construido aprovechando una pequeña vaguada entre dos colinas junto a uno de los caminos principales de entrada a la ciudad.
Según explica la Universidad de Sevilla, el anfiteatro fue descubierto en 1885 por unas excavaciones llevadas a cabo por George Bonsor y Juan Fernández López, aunque su exhumación completa no se produjo hasta la década de 1970.
El anfiteatro español que cuenta con la Necrópolis del Imperio Romano más antigua de Europa
Con el descubrimiento del anfiteatro, también sale a la luz la Necrópolis de Carmona, la más antigua de toda Europa. En ella, el ritual de entrenamiento más frecuente era el de la incineración, los cadáveres eran incinerados en quemados excavados en la roca donde se colocaba la pira, mientras que en otras ocasiones, los quemaderos se usaban como enterramientos depositando las cenizas en la fosa, de acuerdo al sitio web de Turismo de Carmona. Cuando estaba cubierto, se colocaba una estela para indicar el lugar y nombre del difunto.
El mausoleo colectivo que se puede visitar está formado por una cámara subterránea, de carácter familiar (el tipo más generalizado en la necrópolis). En algunas cámaras quedan las huellas de las puertas, mientras que en otras debían cerrarse con una losa.
Otros sitio de interés que se puede visitar en el complejo es el de la Tumba del Elefante, dedicado al culto de las divinidades de Cibeles y de Attis y que llegó a alcanzar una enorme importancia en Roma. También destaca la Tumba de Servilia, la más "monumental" y que reproduce una lujosa mansión, con un amplio patio porticado al que se abren diferentes estancias.
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