«Como dijo nuestro fundador, La Legión también es una religión»

La Brigada de La Legión (BRILEG) conmemoró su CIV Aniversario Fundacional esta semana con una jornada de puertas abiertas a la ciudadanía y el desarrollo de diferentes actividades divulgativas que desembocaron en una parada militar en el Patio de Armas de la Base Álvarez de Sotomayor del municipio almeriense de Viator. La ceremonia solemne fue presidida por el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, D. Amador Enseñat y Berea y contó con la asistencia de numerosas autoridades civiles, eclesiásticas, policiales y militares locales, además del despliegue de un millar de soldados bajo la supervisión del general jefe de la BRILEG, D. José Agustín Carreras Postigo.

El general de Brigada resaltó en su discurso el «incólume espíritu» de la Legión, «sobre la base de una fortaleza moral inquebrantable» y que «construye una unidad comprometida y moderna», pilares de la «configuración del Ejército del futuro». Carreras Postigo destacó el «esfuerzo colectivo de los caballeros legionarios por alcanzar la excelencia», así como su «ardua preparación y disponibilidad operativa», para cumplir con «el deber para la nación». «Hombres y mujeres con un compromiso especial», reiteró el general jefe de la BRILEG, con reconocimiento especial a «los caídos» que tendría continuación con una posterior descarga de fusilería en otro de los momentos culminantes del evento.

Una ceremonia solemne con honores a la bandera, himno y revista de tropas en una mañana calurosa en el acuartelamiento viatoreño que no evitó la asistencia de cientos de vecinos y familiares para disfrutar de la tradición y el orgullo militar a través de un desfile a pie y motorizado en el que participaron todas las unidades presentes. Una parada militar que comenzaba con la entronización del Cristo de la Buena Muerte, patrón de la Legión y que tenía banda sonora propia con el sonido de trompetas y cornetas, además de la entonación de himnos tradicionales de la unidad, como los «Espíritus del Credo Legionario». Un despliegue cargado de simbolismo para recordar los principios fundamentales de La Legión, que incluyó la renovación del Juramento a la Bandera por parte del personal que pasaba a situación de reserva.

Mención especial a la entrega de los títulos de Legionario de Honor a varios soldados, una de las más altas distinciones que otorga la unidad, en un evento que dejo también varias cruces al Mérito Militar con distintivo blanco y diferentes reconocimientos a caballeros legionarios, como becas y premios de cofradías y hermandades vinculadas al cuerpo castrense, o condecoraciones a personal militar y civil en reconocimiento a su «servicio y dedicación».

Tras el acto la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, puso en valor «la implicación diaria en la convivencia, la seguridad y el futuro de todos los almerienses» de La Legión, así como la «estrecha relación» que la ciudad mantiene con la BRILEG, felicitando a las autoridades militares por un 104 aniversario.

Hace apenas una semana la ministra de Defensa, Margarita Robles, visitó las instalaciones de la Base Álvarez de Sotomayor para felicitar personalmente a la BRILEG por la efeméride, en una muestra más de la estrecha relación con esta unidad desde su nombramiento.

Robles confirmó la instrucción de «veintidós soldados de Ucrania» en Viator porque «su batalla contra Rusia es nuestra batalla también» y «Ucrania tiene que ganar porque, si gana Ucrania, ganamos los países libres».

La celebración del CIV aniversario fundacional de Legión terminó con una comida de convivencia, así como distintas animaciones protegidas por un amplio despliegue de seguridad. Más de un siglo después de que Millán Astray escribiera el Credo Legionario, sus principios siguen vigentes en las unidades de La Legión de Ronda, Ceuta, Melilla y, sobre todo, en Viator, donde se concentran más de dos mil soldados, habituales en intervenciones a nivel internacional.

«Como dijo nuestro fundador, La Legión es también una religión», afirmó el general Carreras de la BRILEG, en alusión al célebre militar, admirador de la cultura japonesa y cuyo código de honor llegó a aplicar en la doctrina de los «novios de la muerte». Un mantra adaptado a los nuevos tiempos con conceptos como «solidaridad, compañerismo, amistad y sentido del honor», como puntales del «orden y la disciplina» legionaria. En este sentido, el mando militar de la Legión apuntó también la «disponibilidad para el combate» y «el amor por la bandera» como símbolos identitarios de una unidad compuesta de «mujeres y hombres, en hermandad» para la «defensa y protección de nuestro país».