Agricultura

El olivar andaluz se enfrenta a su segunda peor cosecha

Situación crítica en el sector con 3,5 millones menos de jornales

Una cuadrilla trabaja entre olivos centenarios en la recogida de la aceituna
Una cuadrilla trabaja entre olivos centenarios en la recogida de la aceitunaSalasAgencia EFE

La sequía que avanza a pasos agigantados va a abocar al olivar andaluz a una de las peores cosechas que se recuerdan. Es lo que se desprende de los datos del aforo para este año, que será de 587.000 toneladas, la mitad de la producción final del año pasado. Según la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, será la «segunda peor cosecha» desde que hay registros, una circunstancia que se une al aumento de los costes de producción como consecuencia de la invasión rusa en Ucrania, lo que deja al sector en una situación crítica. La campaña de este año se ha visto marcada por las altas temperaturas del final de la primavera y todo el verano, con un importante déficit hídrico. Además, las restricciones en las dotaciones de riego han agravado la situación.

De la cifra total prevista, 200.000 toneladas corresponden a la provincia de Jaén, lo que supone un 60% menos. No obstante, Crespo matizó que el enlace de campaña «permite concluir que vamos a garantizar un millón de toneladas de aceite de oliva a los mercados».

Esta merma en la producción de aceite tendrá un efecto directo en el empleo. De hecho, numerosos municipios de Andalucía dependen de esta actividad. Se generarán 13,8 millones de jornales, un 20% menos que la campaña anterior, que alcanzó los 17,3. Unos cinco millones, casi el 36%, corresponden a las tareas de recolección. En el caso de la aceituna de mesa se calculan 2,2 millones de jornales para la campaña.

Los retos a los que se enfrenta el sector son múltiples. Crespo aseguró que «en este momento el precio acompaña» al aceite de oliva, pero «lamentablemente los costes de producción son excesivamente elevados». En este contexto, la consejera volvió defender una moratoria para que las exigencias derivadas de los ecoesquemas de la nueva Política Agraria Común (PAC) «no se conviertan en un coste adicional» y que «el olivar se considere un ecoesquema ‘per se’» –el Gobierno da por cerrada la negociación–.

Igualmente, se refirió a la situación hidrológica y señaló que «se va haciendo ya urgente» trabajar en la política hídrica. Al hilo, recordó algunas de las peticiones realizadas desde la Junta al Gobierno central, como el desarrollo de las obras de la presa de Siles o la concesión definitiva que permita a los regantes aprovechar las aguas regeneradas previstas en la cuenca del Guadalquivir.

En este sentido, apostó por continuar avanzando en política hídrica en la provincia de Jaén, «como está haciendo el Gobierno andaluz», con 131 millones de euros en depuración, cantidad que contempla inversiones en el 85 por ciento municipios jiennenses para poner también al servicio de los regantes aguas regeneradas para sus cultivos.

Junto a ello, lamentó el «riego en precario» que se mantiene en este territorio de la cuenca del Guadalquivir y solicitó que se otorguen las concesiones definitivas a los regantes para que puedan aprovechar los 20 hectómetros cúbicos de aguas regeneradas que contempla la planificación de la CHG. Otra exigencia al Gobierno central es la aplicación de la doble tarifa eléctrica para los regantes que contempla la Ley de la Cadena Alimentaria, al objeto de hacer frente no solo a la sequía, sino también a la inflación y el alza de los costes de producción.

Por su parte, las organizaciones agrarias se mostraron preocupadas por estas previsiones, por lo que reclamaron a la Junta y al Gobierno central medidas específicas para hacer frente a la situación. El gerente y portavoz de Asaja-Jaén, Luis Carlos Valero, subrayó la necesidad de una política hídrica acorde a las necesidades, ya que la que está desarrollando el Gobierno «va en la dirección contraria» y «se han suspendido todos los presupuestos para construir nuevas presas y conducciones en lo que supone una falta de voluntad manifiesta con el olivar en la provincia de Jaén y en general de Andalucía».

Por su parte, el secretario general de UPA Andalucía y UPA Jaén, Cristóbal Cano, indicó que es necesaria «una profunda reflexión» sobre un Plan Hidrológico del Guadalquivir que «sea justo para el olivar tradicional, que resarza los sucesivos incumplimientos que, plan tras plan, se han tenido con la cabecera de la cuenca».

«No pueden, ni deben, desdeñarse esfuerzos en infraestructuras nuevas que sirvan de acopio del agua para nuestros cultivos», aseguró Cano, al tiempo que reclamó a la Junta que «ejecute al máximo todas las infraestructuras para poner a disposición de los regantes la mayor cantidad de aguas regeneradas».