
Sociedad
Mujer y familia monoparental: SOS, situación de riesgo en Andalucía
El 80% de las madres con responsabilidades familiares no compartidas y en paro se encuentran en situación de pobreza y exclusión social en la comunidad andaluza

Hay una realidad invisible de 105.000 familias monoparentales en Andalucía que sostienen a sus hogares en medio de grandes dificultades económicas. El desempleo expone a las familias monoparentales a una vulnerabilidad extrema: el 80% de las mujeres andaluzas en esta situación lucha diariamente contra la pobreza y la exclusión. Ocho de cada diez mujeres con responsabilidades familiares no compartidas, y en situación de desempleo, se identifica con pobreza y exclusión social en Andalucía. Se sienten aisladas, con redes de apoyo muy limitadas y bajo una gran presión económica para mantener a su familia, lo que afecta a su autoestima y salud mental. El 95,7% manifiesta algún grado de dificultad para llegar a fin de mes y encuentra grandes obstáculos para cubrir gastos básicos como la vivienda (87%), la educación de sus hijos (82,6%) o la alimentación (50%), según el XII Informe Monoparentalidad y Empleo de la Fundación Adecco.
Llama la atención el elevado porcentaje de mujeres con dificultades para hacer frente a los gastos derivados de la educación de sus hijos (82,6%). «Estamos ante una alarmante previsión de una próxima generación con menor formación y/o empleabilidad que la de sus progenitoras, que se autodefinen, en su mayoría, como mujeres en alto riesgo de exclusión social. Si no se abordan las dificultades estructurales que enfrentan las familias monoparentales corremos el riesgo de dejar atrás a toda una generación, perpetuando un sistema en el que la situación económica de las madres determina el futuro de sus hijos, y en el que se amplían las brechas sociales», explica Begoña Bravo, directora de Inclusión de la Fundación Adecco.
El 56,5% de las mujeres al frente de una familia monoparental en Andalucía supera el año buscando empleo y se plantea trabajar en la economía sumergida o irregular, ante la urgencia de ingresos económicos.
La mayor parte de las mujeres en Andalucía (83,3%) cree que las circunstancias asociadas a su situación personal truncan sus perspectivas profesionales: un 87% no encuentra una jornada laboral adaptada a sus necesidades; un 80% cree que existen prejuicios que cuestionan su capacidad para cumplir con el desempeño y un 69% pone de manifiesto la «carga emocional» que dificulta la concentración y el foco en la búsqueda de empleo.
La Fundación Adecco, a través de su Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo, presentó el duodécimo informe sobre empleo y familias monoparentales encabezadas por mujeres. Se trata de un análisis cuyo objetivo es dar voz a estos hogares, con el fin de identificar sus desafíos, necesidades y expectativas, así como proponer soluciones orientadas a mejorar su situación sociolaboral.
Actualmente, se contabilizan en Andalucía 105.000 hogares monoparentales, la mayor parte de ellos (88%) encabezados por una mujer. Así, 92.400 mujeres en Andalucía sacan adelante a sus familias sin más ayuda que ellas mismas. Junto a ellas, se contabilizan 12.600 hombres en esta misma situación, según la encuesta continua de hogares del INE.
Las familias monoparentales son la composición familiar que presenta un mayor riesgo de pobreza y/o exclusión social en España. El informe AROPE (EAPN) cifra en un 49,1% este riesgo, muy superior a la media nacional, del 27,1%, en base a la Encuesta de condiciones de vida del INE.
El desempleo actúa como un agravante de la pobreza y exclusión en las familias monoparentales, que ven severamente limitada su capacidad para cubrir sus necesidades básicas. En este sentido, el 80% de las mujeres al frente de una familia monoparental en Andalucía, y en situación de desempleo, se identifica con una situación de pobreza y/o exclusión y «lucha» diariamente por combatirlas. Dicho de otro modo, ocho de cada diez mujeres al frente de una familia monoparental, y sin empleo, vive bajo una gran presión económica, con grandes dificultades para mantener a su familia (un 91,3%, dentro de ese 80%), con una merma importante de su autoestima y salud mental (un 87%, dentro de ese 80%), así como redes de apoyo muy limitadas y sensación de aislamiento (un 65,2%, dentro de ese 80%).
«Este resultado pone en evidencia una realidad preocupante, que refleja cómo el desempleo en las familias monoparentales coloca a las mujeres en una situación de vulnerabilidad extrema. La pobreza en este contexto no solo es material, sino que está profundamente conectada con una exclusión social que se manifiesta en la dificultad para acceder a servicios esenciales como salud, educación o vivienda, además de la marginación en espacios sociales y laborales. Esta privación de bienes y servicios merma su salud emocional y perpetúa la espiral de pobreza entre estas familias», explica Begoña Bravo.
En este sentido, el 95,7% de las mujeres encuestadas en Andalucía manifiesta algún grado de dificultad para llegar a fin de mes. En concreto, un 43,5% termina la mensualidad con mucha dificultad; otro 43,5% lo hace con dificultad y un 8,7% con cierta dificultad.
Estas dificultades económicas explican que la mayoría de las mujeres en Andalucía encuentre obstáculos para cubrir gastos básicos como la vivienda (87%); la educación de sus hijos (82,6%); la ropa (65,2%) la alimentación (50%); los suministros (39,1%); o el ocio (34,8%).
Llama la atención el elevado porcentaje de mujeres con dificultades para hacer frente a los gastos derivados de la educación de sus hijos/as (82,6%). Si se tiene en cuenta que el 57,1% de las mujeres que han participado en la encuesta tiene un nivel de estudios medio- alto (Universidad y/o FP), se puede concluir que existe un elevado riesgo de que sus dificultades económicas deriven en un menor acceso de sus hijos/as a formaciones, incrementando la posibilidad de que estos alcancen un nivel educativo inferior al de sus progenitoras.
Mayor necesidad de empleo frente a más barreras laborales
La sociedad se enfrenta a la paradoja de la monoparentalidad: una urgente necesidad de empleo frente a mayores barreras laborales. Las mujeres que lideran familias monoparentales en Andalucía afrontan una situación contradictoria: aunque necesitan empleo de manera urgente, al ser el único sustento económico del hogar, encuentran más dificultades que otras personas para conseguirlo. Entre estas barreras destacan prejuicios y estereotipos que cuestionan su capacidad o dedicación, la ausencia de medidas de conciliación en los entornos laborales, así como falta de oportunidades para formarse en áreas de alta empleabilidad.
«Las mujeres al frente de una familia monoparental encuentran barreras de entrada al mercado laboral, ya que a menudo se cuestionan sus competencias y dedicación, así como su capacidad para equilibrar trabajo y familia. Estas barreras también tienen su reflejo en mayores dificultades para promocionar y/o progresar en sus carreras profesionales. Sin embargo, nuestra experiencia avala una realidad muy diferente. Diariamente, nos sorprenden con su esfuerzo y perseverancia, desarrollando una gran fidelidad al proyecto al que se vinculan y viendo reforzadas actitudes como el esfuerzo, la responsabilidad o la resiliencia, que aportan gran valor a cualquier equipo de trabajo», señala Begoña Bravo, directora de Inclusión de la Fundación Adecco.
De hecho, un 89,1% de las mujeres encuestadas en la Comunidad Autónoma de Andalucía considera que el acceso a un empleo digno sería la principal vía para salir adelante y dar a sus hijos un futuro más prometedor.
También creen que existen otros factores que les ayudarían a mejorar su situación: apoyo psicológico (80,4%), oportunidades de capacitación que incrementen su empleabilidad (76,1%) y un mayor acceso a subvenciones económicas y/o ayudas públicas (67,4%), según especifica el 12º Informe Monoparentalidad y Empleo de la Fundación Adecco.
A pesar de que el empleo es percibido por las familias monoparentales como el instrumento por excelencia para avanzar y normalizar su vida, el 56,5% de las mujeres al frente de una familia monoparental lleva más de un año buscando empleo (en concreto, un 39,1% lleva entre uno y dos años y un 17,4% más de dos años) y el mismo porcentaje (56,5%) se plantea trabajar en la economía sumergida o irregular, ante la urgencia de ingresos económicos. Con todo ello, la mayor parte de las mujeres en Andalucía (83,3%) cree que las circunstancias asociadas a su situación personal truncan sus perspectivas profesionales.
En primer lugar el 87% de las mujeres al frente de una familia monoparental, y en situación de desempleo, no encuentra una jornada laboral adaptada a sus necesidades.
Por otra parte, un 80,4% cree que existen multitud de prejuicios y estereotipos que cuestionan su capacidad para cumplir con las responsabilidades del trabajo. Por último, un 69,6% pone de manifiesto la «carga emocional» que dificulta la concentración y el foco en la búsqueda activa de empleo. De todos estos resultados, se concluye que el empleo es un elemento clave para que las familias monoparentales puedan superar la situación de exclusión.
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