Seguridad

El caso Álvaro Prieto cuestiona la seguridad de la estación de Santa Justa

El joven cordobés accedió a las vías en plena alerta antiterrorista y se trata del segundo incidente grave en cuatro años. Renfe ha reforzado la vigilancia en el entorno

Los agentes de la Policía Científica trabajando en las vías de la estación de Santa Justa tras el hallazgo del cuerpo de Álvaro Prieto
Los agentes de la Policía Científica trabajando en las vías de la estación de Santa Justa tras el hallazgo del cuerpo de Álvaro PrietoEuropa Press

La muerte accidental del joven cordobés Álvaro Prieto ha dejado al descubierto las lagunas de seguridad de la estación de trenes más importante del sur de España. El joven accedió a las vías del tren y su cuerpo permaneció hasta cuatro días en un vagón sin ser localizado, a pesar de que incluso la noche previa se rastreó por la zona con perros y efectivos de la UME. La Policía Nacional también usó drones para el rastreo. Se trata además del segundo incidente de gravedad en cuatro años, después de que accidentalmente un vehículo se colara por las vías hasta las entrañas de la misma estación. Los puntos muertos de la seguridad se revelan, además, en plena alerta antiterrorista, con el país en el nivel 4.

ADIF ya ha reforzado la seguridad en la zona por la que presuntamente se coló Álvaro Prieto. Un vigilante se ocupa del enclave en el que falta un tramo de muro, un lugar cercano a la barriada de las Huertas y al colegio público Baltasar de Alcázar. El entorno de la estación de Santa Justa presenta un estado, como poco, mejorable. En el entorno de la estación hay zonas en los que se puede pasar, vallas sueltas o agujeros por donde cabe una persona menuda. El joven cordobés fue visto por una testigo pasadas las diez de la mañana en paralelo a las vallas de Santa Justa. La autopsia preliminar revela que la hora de la muerte por electrocución está en torno a esa franja del pasado 12 de octubre, cuando se produjo la desaparición después de que la víctima pasara la noche en una discoteca de Sevilla Este, volviera a pie hasta la estación y no pudiera acceder a su tren al tener el móvil sin batería, a pesar de que en Renfe aseguran que se le ofreció cargar el terminal y se le ofreció ayuda. Álvaro Prieto habría accedido a la zona de talleres, tras varios intentos previos desde la propia estación y alrededores, saltándose la valla que ahora cuenta con más vigilancia junto a los trenes fuera de servicio. Desde ahí, según las imágenes de una gasolinera cercana, Álvaro Prieto se habría subido al techo de un vagón y tocó el pantógrafo que da a la catenaria, recibiendo una descarga mortal y cayendo por el hueco por el que subió al techo del convoy del tren que estaba sin servicio, tras un accidente hace meses en el que se llevó por delante un tractor en Alcolea, pero cargándose al haber quedado sin batería hace semanas.

Se trata del segundo caso grave de falta de seguridad en Santa Justa en cuatro años. También en octubre pero de 2019 un conductor de 70 años de edad entró por error con su vehículo por los andenes, circulando un kilómetro hasta la terminal. El hombre, que dio negativo en el control de alcoholemia, se desorientó y condujo por un camino de tierra hasta el que llegó a las vías de madrugada, a las cinco y media de la mañana. Los agentes, tras la alerta, encontraron el coche con dos ruedas sobre la vía y dos sobre el andén. ADIF señaló que el conductor utilizó una rampa de acceso al andén de la vía 12, dotada de ancho convencional, y que se usaba para la llegada a los andenes de vehículos de emergencia.

Lega a Santa Justa circulando en coche por las vías del AVE
Lega a Santa Justa circulando en coche por las vías del AVE

La nueva brecha en la seguridad llega con el país en alerta antiterrorista, con un atentado reciente en Bélgica. El Ministerio de Interior ha reforzado la vigilancia antiterrorista de 33 embajadas en España.

Los niveles de Alerta Antiterrorista fueron introducidos en España por primera vez el 9 de marzo del 2005 como consecuencia de los atentados de Madrid del 11 de marzo del 2004. Las actuales medidas asociadas a los distintos niveles de alerta antiterrorista entraron en vigor en febrero del 2022 cuando se actualizó el Plan «con el fin de mejorar, por un lado, la protección de los potenciales objetivos de las organizaciones terroristas, las capacidades de investigación y neutralización de la amenaza y reforzar la respuesta y los mecanismos de coordinación tras la comisión de ataques terroristas».