Tribunales
Ingresa en prisión un sevillano que se registró como mujer tras maltratar a dos parejas
Las mujeres mantuvieron una relación con él al mismo tiempo sin saberlo hace cuatro años
Un sevillano condenado por violencia de género a sus dos últimas parejas, que se inscribió en el Registro Civil como mujer y pidió el indulto para no entrar en prisión, ha ingresado en la cárcel para cumplir una condena de 40 meses.
Según han informado a EFE fuentes judiciales, el condenado por estos hechos ingresó este martes en la prisión Sevilla I de la capital andaluza, tras intentar eludir la prisión con una petición de indulto argumentando que su nueva vida como mujer le hacía ser "una persona nueva", distinta a la que cometió los hechos por los que fue condenado.
El acusado cuenta con dos sentencias en contra, aunque la segunda ya era firme y le condenaba a la citada pena, pero en julio de 2023 acudió al Registro Civil y se dio de alta con el nombre de Milan, alegando que se sentía mujer a pesar de haber nacido hombre.
Lo hizo al amparo de la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, conocida como 'Ley Trans', que recoge en su artículo 43 que toda persona mayor de 16 años de nacionalidad española podrá solicitar en el Registro Civil el cambio registral de su sexo sin que sea necesario para ello presentar informes médicos o psicológicos ni someterse a un proceso médico de cambio de sexo.
La abogada de las dos mujeres, María José Atoche, aseguraba entonces a EFE que el condenado no presentó nunca rasgo o indicio de querer cambiar de sexo legalmente, "e incluso en el proceso judicial pasó por dos pruebas psiquiátricas y nunca mostró circunstancia alguna parecida", además de que en el juicio alegó que sufría una psicopatía, lo que quedó descartado.
Las mujeres mantuvieron una relación con él hace cuatro años, y sostuvieron que en ocasiones era al mismo tiempo sin saberlo, y tras conocerse presentaron sendas denuncias contra él el 31 de enero de 2019, por malos tratos, lesiones, coacciones o vejaciones.
La abogada concretó que quebrantó las dos órdenes de alejamiento y estuvo ocho meses en prisión preventiva, además de ser condenado inicialmente a ocho meses de prisión y a trabajos en beneficio de la comunidad, y llegó a llevar un dispositivo electrónico que controlaba que no se acercase a una de ellas.
En el caso de la otra víctima, el juicio tuvo lugar en marzo de 2023, mismo mes que se dictó la sentencia, confirmada por la Audiencia de Sevilla, que le rebajó unos meses de pena, uniendo a la de prisión el pago de 8.000 euros en concepto de indemnización.
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