
Sociedad
SOS ante la autovía fluvial del narco
Municipios ribereños del río Guadalquivir exigen seguridad frente a las narcolanchas

La localidad sevillana de Coria del Río tiene un histórico vínculo con Japón desde que en el mes de octubre del año 1614 se alojara en el municipio la Embajada Japonesa de Hasekura Tsunenaga. El proverbio señala que «el aleteo de una mariposa», por ejemplo, en Kioto «puede desencadenar un tsunami en Nueva York». La teoría del caos se sustenta en el «efecto mariposa», también llamado efecto dominó: esto es, la reacción en cadena producida cuando un acontecimiento origina otros similares. En agosto de 2018 entró en vigor el plan especial antidroga en el Campo de Gibraltar. Desde entonces, el narcotráfico decae en la provincia gaditana pero se traslada a Málaga, Sevilla, Huelva y Granada; y en la provincia hispalense el Guadalquivir se ha convertido en la autovía fluvial del narco, al punto de que asociaciones de la Policía Nacional como el SUP han hablado ya del riesgo de convertirse Andalucía en «la pequeña Medellín», con narcolanchas llegando más allá de la Isla de la Cartuja, en plena capital, cuando en la costa las aguas vienen bravas. Ayuntamientos ribereños como el de Coria del Río exigen al gobierno central que se refuerce la seguridad frente a las narcolanchas en el estuario del Guadalquivir.
En un río navegable desde su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda hasta Sevilla, los grandes clanes del narco introducen sus fardos desde Cádiz por las ventajas que ofrece el terreno. Entre las medidas que solicita el Ayuntamiento de Coria del Río está la puesta en marcha de un operativo del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO) o la implantación del grupo OCON-Sur en el estuario; la dotación de más medios materiales y humanos para los cuerpos de seguridad; así como proporcionar formación técnica a Policía y Guardia Civil e instalar barreras físicas o tecnológicas que impidan el acceso de las narcolanchas al estuario del Guadalquivir
«El Guadalquivir se ha convertido en una autopista fluvial para que las mafias introduzcan droga en el sur de la península. Una situación que no es nueva, pero que ha cobrado relevancia después de que se difundieran por redes sociales y medios de comunicación las imágenes de narcolanchas navegando libremente por el Guadalquivir a la altura del Estadio de la Cartuja», señaló el Consistorio coriano, que llevó la situación a pleno. Esta casuística «ya fue denunciada por el ayuntamiento de Coria del Río hace precisamente un año. Fue en el pleno del mes de febrero de 2024 en el que la corporación municipal se hacía eco de las quejas de muchos pescadores y practicantes de deportes de río que habían vivido situaciones peligrosas con las narcolanchas. Doce meses después el problema no sólo no se ha atajado, sino que ha aumentado en peligrosidad social para los municipios de la ribera del Guadalquivir», señaló el Consistorio. «El Estado debe aumentar los medios para la seguridad de la ciudadanía, pero debe hacerlo desde la desembocadura del Guadalquivir, porque una vez que las narcolanchas entran en el estuario es muy difícil controlarlas porque tiene muchos brazos en esta zona», señaló el alcalde Modesto González.
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