
Perros
¿Con qué frecuencia deberías pasear a tu perro? Esta es la clave
Los paseos diarios son fundamentales para la salud física y mental de nuestros compañeros caninos, una necesidad que va más allá del simple alivio

Los paseos constituyen una actividad esencial para el bienestar de los perros. Su frecuencia y duración adecuadas varían en función de múltiples factores, como la edad, el tamaño, la raza o el estado de salud.
No todos los perros presentan las mismas exigencias de ejercicio y estímulos. Mientras razas pequeñas requieren paseos breves, ejemplares de mayor envergadura precisan un desgaste energético considerable. Esta variabilidad exige observación atenta.
Más allá de las diferencias individuales, establecer una rutina de paseos es un consenso. Para un perro adulto sano, un mínimo de tres salidas diarias se considera indispensable, distribuidas a lo largo de la jornada para actividad constante.
La importancia más allá de las necesidades básicas
Pasear a un perro trasciende la mera gestión de sus necesidades fisiológicas. Son fundamentales para el desarrollo cognitivo y físico del animal, estimulando su mente y permitiéndole descubrir su entorno. Así lo subraya el medio Dogking, destacando el paseo como vía para ejercitar el cuerpo y socializar.
Expertos señalan que la calidad del paseo puede ser más relevante que la cantidad. Un paseo enriquecedor implica permitir al perro olfatear a su ritmo, explorar sin tirones y, si el espacio lo permite, disfrutar de un período sin sujeción en un entorno seguro, de al menos quince minutos.
Para mantener el interés, es aconsejable variar los lugares de paseo, introduciendo nuevos entornos: parques, barrios, playas o zonas boscosas. Si el perro muestra miedo a nuevos estímulos, la adaptación debe ser progresiva y cuidadosa, pudiendo requerir asistencia profesional.
Requisitos por edad y las consecuencias de la inactividad
Un perro adulto sano requiere un mínimo de tres salidas al día, con una duración total que ronde las dos horas diarias. Es importante combinar paseos breves para sus necesidades con otros más prolongados que incluyan juegos, socialización y mayor estimulación.
Los cachorros presentan particularidades. Completado su calendario de vacunación, necesitan entre cinco y siete salidas diarias, de duración inicial más corta. Este periodo es de mucha importancia para su socialización, entre la segunda y la decimosegunda semana de vida, configurando su futura adaptación.
La insuficiencia de paseos o la falta de estímulos adecuados pueden acarrear problemas de salud. Se han observado consecuencias desde el sobrepeso y dolencias articulares hasta trastornos del comportamiento: hiperactividad, ansiedad por separación, ladridos excesivos o conductas destructivas.
Es responsabilidad del dueño garantizar un nivel de actividad física y mental adecuado para su perro. Si el estilo de vida no permite dedicar el tiempo necesario, una opción viable es recurrir a paseadores de perros profesionales o a personas de confianza.
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