Catedral

La catedral histórica con 11 capillas y un misterio solar que alinea su fachada con el amanecer

Este lugar nació del deseo de los Reyes Católicos de establecer un importante centro religioso, siguiendo un mandato del Papa

Catedral de Santa Ana, Las Palmas de Gran Canaria
La catedral histórica con 11 capillas y un misterio solar que alinea su fachada con el amanecerCanarias-lovers

Las Palmas de Gran Canaria es una ciudad que cada año recibe miles y miles de turistas. Y es, en gran parte, por la cantidad de rincones históricos que alberga. Uno de ellos se encuentra en el barrio de Vegueta, y es la Catedral-Basílica de Santa Ana, que se alza como uno de los emblemas más icónicos de Gran Canaria. Más allá de su imponente presencia arquitectónica, este templo guarda siglos de historia, simbolismo religioso y secretos que han despertado el interés de fieles, historiadores y ciudadanos de todo el mundo.

Con una historia que se remonta al siglo XV, la Catedral nació del deseo de los Reyes Católicos de establecer un importante centro religioso en el Archipiélago, siguiendo un mandato del Papa. La primera piedra fue colocada en 1497, tan solo una década después de que los monarcas dieran luz verde al proyecto.

No obstante, su construcción estuvo marcada por interrupciones y transformaciones. La falta de recursos económicos obligó a paralizar las obras en 1570. No sería hasta más de dos siglos después, en 1781, cuando los trabajos se retomaron, una pausa que dejó una huella indeleble en el diseño del edificio. Fruto de este prolongado proceso, la Catedral exhibe una singular mezcla de estilos: el interior respira un sobrio gótico tardío, mientras que el exterior, especialmente su fachada principal, presenta rasgos marcadamente neoclásicos.

Durante siglos, Santa Ana fue la única catedral del Archipiélago. No fue hasta 1819 cuando se erigió una segunda sede episcopal en San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife. Esta separación territorial marcó un hito en la historia eclesiástica de las Islas. Aun así, la Catedral de Santa Ana siguió conservando su prestigio, siendo reconocida oficialmente como Monumento Histórico-Artístico en 1974.

Un tesoro en su interior

El interior de la Catedral guarda auténticos tesoros artísticos y espirituales. Destacan sus once capillas, cada una con una identidad y riqueza patrimonial única. Entre ellas se encuentran la Capilla de la Inmaculada, la de Santa Catalina, San Pedro Apóstol, Santa Teresa de Jesús, los Dolores, San José, la Capilla Mayor, Santa María de la Antigua, el Santísimo Sacramento, San Gregorio y San Fernando.

Misterios orientados al sol

Como en muchas construcciones sacras, la Catedral no está exenta de enigmas. Uno de los más curiosos gira en torno a su orientación. A diferencia de muchas iglesias que miran hacia Jerusalén, la Catedral de Santa Ana se orienta hacia el noreste. Esta elección, lejos de ser casual, ha despertado teorías interesantes. Estudios recientes apuntan a una posible alineación solar con el solsticio de verano, coincidiendo con la festividad de San Juan, patrón de la ciudad y fecha de su fundación. En ese amanecer, la luz solar atraviesa perfectamente el vano principal de la fachada, generando un fenómeno lumínico tan preciso como simbólico.

Además, el culto a Santa Ana, madre de la Virgen María y figura que da nombre a esta basílica, también está envuelto en cierto halo de misticismo. Su veneración, de raíces antiguas y vinculadas a textos apócrifos, habría influido no solo en el nombre del templo, sino también en algunos aspectos de su simbología y disposición espacial.