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Turismo
La joya escondida en Castilla-La Mancha que plasma la fe en murales de colores
Declarado como Monumento Histórico-Artístico, alberga un ciclo pictórico con pinturas realizadas entre 1734 y 1735

Si hay algo que caracteriza a Castilla-La Mancha es su impresionante patrimonio, repartido a lo largo y ancho de la región. Cada provincia cuenta con auténticas joyas y la de Albacete no es la excepción, ya que alberga un monumento digno de ver: la Ermita de Nuestra Señora de Belén, en Liétor.
Declarada como Monumento Histórico-Artístico, fue construida a costa de Alonso de Tobarra y su mujer en 1570, según consta en una inscripción y recoge el Portal de Cultura de Castilla-La Mancha.
Aparentemente, su estructura es sencilla. Tiene planta rectangular simple, de una sola nave, cubierta a dos aguas, con arcos de diafragma apuntados en su interior y techos de madera. Sin embargo, su interior cautiva a todo el que lo contempla.
Lo que más llama la atención del templo es el ciclo pictórico con pinturas realizadas entre 1734 y 1735. La decoración del espacio refleja un claro estilo barroco, ya que en ella aparecen retablos, cortinas, arquitecturas ilusorias, con una línea ingenua y colorista dentro de la mejor estética popular.
Tal es la belleza de los murales que alberga, con arcaismos e imperfecciones, que están considerados como la mejor colección de pintura popular del siglo XVIII en toda España. En ellos aparecen santos, santas, escenas, decoración, hasta la alegoría de la muerte, acompañados en ocasiones de sentencias y versos ejemplificadores.
El rincón más especial de la Ermita
Uno de los rincones más especiales de la iglesia es el camarín, lugar que representa una cúpula sostenida por los cuatro evangelistas y rematada por el Espíritu Santo.
El frente guarda varias columnas salomónicas acabadas en altura por una supuesta balaustrada, donde aparecen unos ángeles instrumentistas. En estas columnas aparecen las escenas de la Visitación, La Sagrada Familia y la Inmaculada. También existen otros retablos en el interior como el de San Antonio y el de Santa Bárbara.
Otras cosas que ver en Liétor
Liétor alberga otros monumentos emblemáticos dignos de conocer. Entre ellos, la parroquia De Santiago Apóstol, el antiguo convento de las carmelitas de San Juan de la Cruz y la capilla del Espino.
La Plaza Mayor es otro de sus principales atractivos. Este espacio congrega la mayor vida social del pueblo, ya que en ella se ubica la casa consistorial y otros edificios relevantes. Sin olvidar la casa de Rodríguez de Escobar, y el molino harinero, que también se puede visitar.
Esta localidad albaceteña, de poco más de 1.000 habitantes, se sitúa a 62 kilómetros de Albacete, un trayecto que en coche dura alrededor de 55 minutos.
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