Castilla y León
El medio rural castellano y leonés no para: “En estado de alarma, más responsabilidad aún”
Los agricultores y ganaderos aseguran que sus rutinas no cambian
La actividad agroganadera no para en el medio rural español pese al estado de alarma y un ejemplo de ello es el agricultor, ganadero y presidente de la IGP cárnica Ternera de Aliste, Roberto Fuentes, quien afirma que desde que se decretó la situación de aislamiento por la pandemia de coronavirus siente “más responsabilidad” por el trabajo que realiza.
Por ello, Fuentes, que también es alcalde de Carbajales de Alba, un municipio zamorano de poco más quinientos habitantes, ha admitido en una entrevista con Efe que sus rutinas en el campo no han cambiado en algunos aspectos porque no puede dejar ni un sólo día de atender la explotación agroganadera, aunque sí en otros.
Al ser dos hermanos los titulares de la explotación, uno se ha especializado en las tareas agrícolas y otro en las ganaderas para tener menos contacto y en el hipotético caso de que uno enferme por el COVID-19 el otro pueda seguir adelante ya que “mucha gente depende de nosotros”.
Así, mientras él a diario da de comer a las terneras y vacas, se asegura de que el cebadero tiene agua y pienso, comprueba si hay animales enfermos o pincha a los que hay que vacunar, su hermano se encarga de los cultivos de cereal de secano y forrajes, donde estos días echa minerales y herbicidas y labra las tierras de barbecho.
Roberto Fuentes también ha sacado tiempo para supervisar la gestión de la Indicación Geográfica Protegida de la Ternera de Aliste, que en los últimos días ha sufrido un pico de demanda que ha atribuido a que “la gente ahora come en el hogar”.Por ello, no han dudado en aumentar la producción porque “si dejamos de sacrificar terneros estaríamos perjudicando a toda la sociedad” y en caso de que esa demanda caiga su plan B consistirá en donar los excedentes a Cáritas, ha explicado.
Como alcalde de un pueblo que puede ser representativo de la denominada España Vaciada, ha mostrado su preocupación por las consecuencias que pueda tener una enfermedad como el COVID-19 en caso de llegar a su municipio.
El alcalde de Carbajales de Alba se ha congratulado de que, a diferencia de otras localidades, en los días previos al confinamiento no haya habido un regreso máximo de carbajalinos que han emigrado a otros lugares de España y sólo lo hayan hecho dos matrimonios.
Como ocurre en muchos otros municipios del medio rural, en Carbajales de Alba la mitad de sus vecinos tienen más de setenta años y están entre la población de mayor riesgo por el coronavirus. Además, hay una residencia de mayores y otra para personas con discapacidad intelectual en las que ya se prohibieron las visitas, incluso antes de la entrada en vigor del Real Decreto del estado de alarma, para preservar su salud.
El resto de los vecinos han asumido con resignación la reclusión en sus casas, aunque los mayores “lo que peor llevan es no poder salir a la solana o a casa del vecino”, ha apuntado Roberto Fuentes.Como muchos de ellos viven solos, el propio alcalde junto a otros ediles, el párroco o la Guardia Civil se encargan a diario de hacer un seguimiento para, manteniendo las distancias, saber si están en sus casas y se encuentran bien.
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