Ponferrada estrena la Fase 2 con la máxima prudencia

El Bierzo y Laciana estrenaron en el día de ayer la Fase 2, las únicas áreas de salud de toda Castilla y León que están viviendo esta circunstancia a la espera de que el próximo lunes llegue para el resto. Muchas novedades, pero también mucha prudencia ante la eliminación de las franjas horarias. Pero la gran novedad se hallaba con la apertura del centro comercial El Rosal, tras más de dos meses clausurado por el coronavirus.

Mucha seguridad, mucha prudencia, y una actividad bajo mínimos, ya que sólo estaba permitida el aforo de unas 5.300 personas de manera simultánea, aunque no hubo problemas para ello. En el interior de las instalaciones, el personal de seguridad y de información dirigía a los clientes hacia los dispensadores de gel hidroalcohólico y les informaban de los recorridos que debían hacer para evitar cruces.

Tiendas de moda y calzado, con colas, debido al aforo permitido y que los empleados deben desinfectar cada prenda después de que un cliente se la haya probado. En los locales de restauración, poco movimiento, el cliente coge la consumición y enseguida acude a la mesa o a la terraza. Y por poco tiempo.

Otra de las novedades se han producido en los bares y restaurantes, donde se puede atender a los clientes en su interior, aunque no en las barras. En el barrio de la Rosaleda, Joel, responsable del bar Gothan, aseguraba a Ical que intentará evitar la entrada de clientes en un local “estrecho”, de unos 90 metros cuadrados, y se centrará en atenderlos en las siete mesas de terraza que ya pudo instalar hace dos semanas.

Además, tras solicitar la ampliación de espacio para el velador, Joel es uno de los hosteleros que se beneficia de la medida aprobada por el Ayuntamiento de Ponferrada que permitirá a estos profesionales disponer del espacio de hasta tres de las plazas de aparcamiento regulado para ampliar sus terrrazas. “Todos los días viene la Policía Municipal a revisar que se cumplan todas las normas”, explica el hostelero.

En el bar situado en los bajos del estadio El Toralín, los pocos clientes sentados en las mesas del interior apostaban por “recuperar la normalidad”. “Los que tenemos que poner las medidas y hacernos responsables somos nosotros”, explicaba una clienta que remarcaba la importancia de “desetigmatizar” un sector como la hostelería. “Si los dejamos caer, nos vamos a quedar sin nada”, aseguraba.

Otras de las novedades es el deporte al aire libre. Ya se encuentran abiertos el estadio municipal Colomán Trabado y las pistas de tenis y pádel contiguas, así como los pabellones deportivos José Arroyo y Ángel Pestaña.

Y en el Campus Universitario han quedado abiertas las aulas de estudio de la biblioteca a un tercio de su capacidad, así como los laboratorios y centros de investigación. Sólo permanecen cerrados el Castillo, el Teatro Bergidum y los museos municipales.