El cooperativismo, «clave» en la regulación de los mercados

La nueva Política Agraria Común (PAC)aprobada por el Consejo y el parlamento europeo el pasado mes de diciembre ha dejado a un lado a las cooperativas y organizaciones de productores, al no incluir ningún mecanismo que pudiera fortalecer a estas entidades.

Algo que en Castilla y León se ve cómo una oportunidad perdida dado que desde el Gobierno regional se tiene claro que el cooperativismo es «vital» para el campo de esta Comunidad.

Especialmente por el papel que pueden jugar en la regulación de los mercados en defensa de unos precios justos, que es la prioridad de los agricultores y ganaderos en estos momentos.

Así lo ponía ayer de manifiesto el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, durante su intervención en una jornada sobre la PAC organizada por la Unión de Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl), donde, pese a este fiasco europeo, reafirmaba el compromiso de la Junta con las organizaciones de productores e interprofesionales.

«Desde la Consejería se seguirán impulsando medidas concretas de apoyo al cooperativismo ya que deben ser protagonistas en la regulación de los mercados», destacaba Carnero, mientras defendía una vez más la importancia de que estas cooperativas crezcan en tamaño y dimensión.

«De esta forma podrán garantizar la concentración de la oferta y podrán lograr un mayor poder de negociación en la cadena alimentaria», apuntaba el consejero del campo en funciones, quien, además, aseguraba que la Junta no cejará en su empeño en reclamar a la Europa de la Unión que fortalezca a estas organizaciones.

Carnero recordaba también la fortaleza del cooperativismo en Castilla y León, con tres de ellas entre las diez que más facturan de toda España, como es el caso de Cobadú, Acor y Agropal.

Fernando Antúnez, presidente de Urcacyl, por su parte, aseguraba que la nueva PAC tiene sus pros y sus contras, y entre estas últimas citaba que se haya «desvirtuado» el concepto de agricultor activo, o las «poco realistas» exigencias medioambientales. Sin embargo, ponía en valor que en ste nuevo escenario europeo hasta 2027 se haya abierto una puerta a la modernización y digitalización de las explotaciones agrarias.

Invasión rusa en Ucrania

La invasión rusa en Ucrania también se colaba en esta jornada, por las graves consecuencias que puede haber en vidas humanas pero también económicas y muy especialmente al campo, ya que Ucrania es el principal granero de Europa.

Al respecto, Carnero reconocía que la invasión rusa en Ucrania traerá «inevitablemente» un aumento de los costes para la agricultura y la ganadería. Un problema añadido a los muchos que ya tiene el sector como el elevado precio de la luz, el diésel, además de los fertilizantes y los piensos.

Crisis del ovino

Por otro lado, la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl) ha lanzado un comunicado al que ha tenido acceso este periódico en el que apela a la responsabilidad de todos los agentes del sector que participan en las negociaciones de los contratos lácteos de ovino para este año para resolver una situación que se dilata en el tiempo y que daría seguridad y certidumbre a la actividad de todas las partes.

Además, las cooperativas reiteran que es necesario la suscripción de contratos anuales y el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria y recalcan que los ganaderos solamente están pidiendo lo que les corresponde, “unos precios justos con los que cubrir, al menos, los costes de producción”.

Urcacyl lamenta que tras varios meses de contactos entre productores e industria sigue sin llegarse a un acuerdo definitivo que resuelva esta situación de forma satisfactoria para todas las partes, a la vez que se advierte de que el sector ganadero sigue inmerso en una crisis por el fuerte incremento de los costes de la materia prima para la alimentación animal, la subida de los costes energéticos y en encarecimiento de la mano de obra.

Por último, se argumenta que el conflicto de Ucrania, sumado a la falta de precipitaciones no hace más que “ensombrecer” un panorama “nada halagüeño” de cara a la primavera para nuestros socios, que dan por hecho un encarecimiento aún mayor de sus costes, derivados del alza de los cereales y de los costes energéticos que acarrearán estas dos circunstancias.

“Ante esta situación podemos encontrarnos con cambios en las planificaciones de las explotaciones que se reflejen en descensos del volumen de leche producida y por tanto de menos producto disponible en el mercado”, finalizan.