Cultura
El Acueducto de Segovia se somete a una limpieza integral después de 30 años
Se prevé que los trabajos puedan durar los próximos tres meses
Un equipo de restauradores realiza una limpieza integral del Acueducto de Segovia en su tramo urbano, algo menos de dos kilómetros, para retirar la vegetación que ha crecido entre sus sillares durante los últimos treinta años, una tarea compleja y costosa que irá acompañada de una documentación pormenorizada del estado de sus piedras.
El principal responsable de estas tareas, el restaurador Carlos Sanz, ha explicado en una entrevista con EFE los detalles de estos trabajos, que se prevé que duren unos tres meses y para los que la concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Segovia ha adjudicado casi 40.000 euros.
Desde este pasado lunes, dos técnicos recorren todos los recovecos de este gigante de piedra romano de casi 2.000 años de vida, datado entre los años 112 y 116 d. C y declarado en 1985 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En cada rincón formado entre sus sillares de granito los especialistas aplican un herbicida sistémico, que dejarán actuar entre una y dos semanas -dependiendo de la climatología- hasta que el producto haya matado cada planta desde la raíz y puedan proceder a retirarlas.
Se trata de un proceso complejo y costoso porque, para acceder a las zonas más altas del Acueducto, los técnicos tendrán que usar medios auxiliares como una plataforma articulada que les permita trabajar a más de veinte metros de altura, por lo que aprovecharán el esfuerzo para documentar el estado de la piedra del monumento.
La vegetación no es precisamente un mal que provoque muchos daños en esta piedra, más allá de algunos casos particulares como un alianto que Carlos Sanz recuerda haber retirado hace muchos años del monumento y que sí podría haber creado raíces muy fuertes, capaces de desplazar "cualquier cosa".
Por lo general, son plantas que mueren al cabo de un año pero, si sus raíces se quedan en el interior, puede generar un sustrato activo biológicamente que sí perjudicaría la piedra y también conviene eliminar matojos que afectan "estéticamente" al Acueducto porque dan "sensación de abandono".
Más allá de la vegetación, Carlos Sanz observa estos días que la piedra del acueducto romano tiene "un problema que no se ha llegado a abordar en ningún momento" y es que, con el tiempo, se está perdiendo su relieve, como si se estuviera "desmenuzando".
El especialista ha apuntado que los tratamientos que se llevaron a cabo a partir de 1992 y que se presentaron en su día como "de consolidación" han resultado ser una "metedura de pata absoluta" y este es un asunto que está aún "por resolver".
"En ningún momento hay que alarmarse como si el acueducto estuviera para caerse, eso no, pero sí que hay temas que hay que ir abordando poco a poco", ha comentado el restaurador.
La alcaldesa de Segovia, Clara Martín, es arqueóloga y gestiona el área de Patrimonio Histórico en el Ayuntamiento, como ya hacía cuando era concejal antes de acceder al cargo de regidora en junio del año pasado.
En una entrevista con Efe, ha explicado que lo óptimo sería que estas labores de limpieza integral de la vegetación se realizaran cada cinco o diez años, pero lo cierto es que no se llevaban a cabo desde hace tres décadas.
De forma paralela, este lunes han comenzado a realizarse tres catas arqueológicas en la calle Daoiz de la ciudad -uno de los tramos que une la Plaza Mayor con el Alcázar de Segovia- para conocer por dónde discurre el canal soterrado del Acueducto de cara a las obras de urbanización de esta vía que el Ayuntamiento prevé acometer.
Martín ha explicado que un estudio con georradar que se llevó a cabo en el verano de 2020 identificó una serie de puntos sensibles donde podía haber elementos arqueológicos subyacentes y, con esta actuación, se van a contrarrestar esos datos para saber si hay otros elementos de interés a proteger durante las obras.
Desde comienzos del año pasado, el Ayuntamiento ha liderado una iniciativa para crear un convenio de colaboración con el Ejecutivo autonómico y el Gobierno central para gestionar, de manera conjunta, las actuaciones a llevar a cabo para proteger el Acueducto, misión que hasta ahora ha recaído exclusivamente en la ciudad.
Martín ha señalado que a finales del año pasado su equipo presentó una propuesta finalista al Gobierno central y a la Junta de Castilla y León, y el primero ya ha consignado una subvención nominativa en los Presupuestos Generales del Estado de 2023 con 100.000 euros para el monumento.
Este mismo martes la alcaldesa confirmó con la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Gobierno que esta parte dará el "visto bueno" a la propuesta, y mantiene el contacto con Patrimonio Cultural de la Junta para "cerrar la fecha de firma de este convenio en las próximas semanas".
"Por primera vez vamos a tener un marco de conversación entre las tres administraciones que tienen competencias directas en materia de Patrimonio Cultural, a través del cual se tomen decisiones conjuntas de protección y restauración del Acueducto de Segovia", ha explicado la regidora.
El bien seguirá siendo de propiedad municipal, pero esta herramienta permitirá llevar a cabo una "programación de intervenciones completamente coordinada" con las otras dos administraciones y fijar un "calendario" de actuaciones en materia de conservación, rehabilitación y restauración del monumento.
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