Patrimonio

El impresionante convento gótico-mudéjar que cumple 700 años en la cuna de la Ribera del Duero

En su interior, puede disfrutarse de un espectáculo multimedia que narra la historia de la Capilla de los Manuel, una de las grandes joyas artísticas de Castilla y León

Exterior de la Iglesia y Convento de San Pablo, en Peñafiel, donde está enterrado el Infante Don Juan Manuel
Exterior de la Iglesia y Convento de San Pablo, en Peñafiel, donde está enterrado el Infante Don Juan ManuelAyto. PeñafielLa Razón

En la provincia de Valladolid, en plena Milla de Oro del vino, se encuentra Peñafiel, cuna de la Ribera del Duero. Una villa milenaria protegida y abrazada por su medieval castillo desde lo alto de un cerro desde el que se dominan hasta siete valles distintos.

Una fortaleza, Monumento Nacional desde hace más de un siglo, que ha visto mejorado su aspecto tras la reforma de la barbacana que ha permitido la recuperación de varios espacios del castillo y que ahora se pueda realizar una visita integral al mismo, y que en su interior acoge al Museo Provincial del Vino. Es, sin duda, una de las mejores fortalezas conservadas de España.

Peñafiel es vino, pero también gastronomía y patrimonio. Un municipio que presume de contar con decenas de bodegas entre las que sobresalen la Protos, que en 2025 cumplirá cien años, o Pago de Carraovejas, y que ofrecen una experiencia enoturística sin igual. Son dos de las bodegas más visitadas en la Ribera de Duero y en España, que dan lustre a una Villa en la que el cordero lechal es su plato estrella, y que cuenta con la Bajada del Ángel, durante el Domingo de Resurrección, como una fiesta de interés turístico nacional, que se celebra en la medieval Plaza del Coso, conocida también porque alberga las capeas y festejos taurinos de las fiestas patronales en Honor a la Virgen y San Roque de agosto.

El turista que se acerque a la peña más fiel de Castilla puede ver y disfrutar también de la Casa Museo de la Ribera, uno de los mejores ejemplos de arquitectura tradicional conservados, donde un grupo de actores sitúa al visitante en una casa de principios del siglo XX, además del Museo de Arte Sacro en la Iglesia de Santa María es otra de las paradas obligadas, al igual que el Convento de Las Claras, que alberga un hotel de cuatro estrellas con SPA, o la Iglesia de San Miguel de Reoyo.

Pero, sobre todo, lo que el viajero no debe perderse en su visita a Peñafiel es la Iglesia y Convento de San Juan y San Pablo, que en este mes de mayo de 2024 ha cumplido 700 años.

Situado sobre el antiguo alcázar de Alfonso X El Sabio, el Infante Don Juan Manuel levantó en 1324 el actual convento gótico-mudéjar donde se hizo enterrar. Este emblemático monumento peñafielense fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931, que actualmente se puede visitar de manera libre o guiada.

El exterior destaca por sus arcos realizados en ladrillo, en estilo gótico mudéjar, que contrastan radicalmente con la rica decoración de la capilla funeraria de los Manuel, construida dos siglos más tarde en estilo plateresco, y una pieza sobresaliente del Renacimiento español. Construida en piedra caliza muy blanca, se conserva en muy buen estado, es uno de los atractivos de Peñafiel para los amantes del turismo cultural.

La capilla presenta como motivo central una ventana de tracería gótica enmarcada por dos pilastras y un arco. Dos escudos de la familia tutelar de la capilla flanquean la ventana, uno de ellos sobre una torre semicircular, que se corresponde en el interior con una escalera de caracol sin apoyo central. Esta escalera sirve de acceso a una terraza.

La capilla funeraria de Don Juan Manuel de Villena, de estilo plateresco con reminiscencias góticas, es una pieza sobresaliente del Renacimiento español. Construida en piedra caliza muy blanca, labrada minuciosamente y conservada en muy buen estado, es uno de los atractivos de Peñafiel para los amantes del turismo cultural.

Fresco procedente de la Iglesia de San Pablo en el Museo de Valladolid,e Peñafiel, ahora expuestas en la Sala XI del Museo de Valladolid, que narra la vida de Santa María Magdalena
Fresco procedente de la Iglesia de San Pablo en el Museo de Valladolid,e Peñafiel, ahora expuestas en la Sala XI del Museo de Valladolid, que narra la vida de Santa María MagdalenaMuseo ValladolidLa Razón

Pinturas murales

El convento de San Pablo de Peñafiel tuvo en su día -ahora hay unas réplicas- unas pinturas murales que en la actualidad están expuestas en la Sala XI del Museo de Valladolid y que narran la vida de Santa María Magdalena. Estos frescos se encontraron encaladas y condenadas por la fábrica de una escalera de madera de acceso al coro en alto a los pies de la iglesia y, a pesar de un informe que aconsejaba su conservación in situ, se arrancaron del muro en 1940 a iniciativa de la Diputación Provincial de Valladolid, que determinó su traslado al Museo de Valladolid. Su estado de conservación es precario debido al brusco arranque que sufrieron.

Además, cabe señalar que en el interior de la iglesia se ha puesto en marcha un espectáculo multimedia que narra la historia de la Capilla de los Manuel, una de las joyas artísticas de la cuna de la Ribera del Duero. Un audiovisual en el que uno de los ángeles que adornan la estancia se convierte en el narrador de una historia que repasa los cinco siglos de vida de esta capilla, que se ha convertido en uno de los ejemplos más significativos del plateresco.

Se han utilizado numerosas técnicas escénicas y de video para realizar un minucioso rodaje cinematográfico en el que destacan las infografías, la animación 3D, así como la implementación de técnicas de iluminación sincronizada para realzar los detalles de esta capilla, que a partir de ahora se suma a la amplia oferta turística de la cuna de la Ribera del Duero. Además, desde el ayuntamiento destacan que dicho recurso turístico está adaptado para personas con discapacidad auditiva y visual, y solamente se puede ver con visitas realizadas exclusivamente con el personal de la Oficina de Turismo de Peñafiel.

El Infante Don Juan Manuel, sobrino del Rey Alfonso X "El Sabio" y nieto de Fernando III "El Santo", es personaje ilustre perteneciente a la más alta nobleza de Castilla, además de señor de la villa vallisoletana de Peñafiel gracias a la donación que le hizo Sancho IV, su tutor tras quedarse huérfano, lugar de sus amores y donde está enterrado, conocido también y sobre todo como el "Príncipe de las letras", por la pasión y devoción que sentía por escribir.

También por escribir de una manera sencilla y accesible para todos y con una narrativa muy didáctica para poder llegar al mayor número de lectores, teniendo en cuenta el analfabetismo de la época. Muestra de ello está su famoso Libro de Patronio o Conde Lucanor, su obra maestra y más conocida. Una colección de cincuenta apólogos, que es una forma narrativa que utiliza la alegoría para mostrar un rasgo moral o filosófico, en la que se exponen soluciones sobre problemas de la salvación y de la honra. Estos apólogos se introducen en forma de dilema que el ‘Conde Lucanor’ plantea a su mentor, ‘Patronio’, quien le responde con un ejemplo con moraleja.

En ellos, el Infante mezcla fábulas orientales, relatos fantásticos, cuentos satíricos e incluso parábolas de la Biblia y otras obras recogidas de la transmisión oral.

Tarifas:

La entrada es libre solamente a la Iglesia-Capilla de los Manuel y siempre que sea previa al culto. Abierto de 10:30 a 13:30 y de 17:00 a 19:00 Horas. Las visitas de grupos organizados o excursiones programadas de más de 20 personas., se aconseja consultar con la Oficina de Turismo en el teléfono 983.88.15.26, al igual que para fines de semana y festivos.

El precio de entrada es de 1,50 euros por persona para ver la Iglesia, el claustro y la capilla de Don Juan Manuel, y de 3 euros por persona si se suma el centro de interpretación de la plaza del coso.

Horario de Misas:

Invierno: Lunes a Sábado 10.00 y 19.00 horas. Domingo y Festivos: 13.00 y 19.00 horas

Verano: Lunes a Sábado 9.00 y 20.00 horas. Domingo y Festivos: 9.00 - 13.00 y 20.00 horas