Cataluña
Los presupuestos: arma de presión de Esquerra para acelerar la mesa de diálogo
El Gobierno y la Generalitat mantienen contactos discretos, aunque sin avances concretos por el momento
El Gobierno no puede dar por descontado que contará con el apoyo de Esquerra para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Los republicanos son conscientes de que necesitan del dinero del Estado para hacer frente a los planes de Govern, que ponen mucho el acento en revertir los recortes de la última década y aumentar el gasto (entre las promesas de gran calado social están la gratuidad de la guardería y más dinero para Sanidad en 2022). Si bien, también tendrán que contar con un clima complicado porque Carles Puigdemont tiene mucho peso y su situación judicial puede dinamitar o condicionar la relación entre ERC y el Gobierno en cualquier momento.
En este sentido, en los próximos días hay una cita importante: a partir del 15 de octubre, según apuntan desde la defensa de Puigdemont, el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) debe decidir si devuelve la inmunidad parlamentaria al expresident tras la petición de medidas cautelares. Y ahí, más allá del desenlace judicial, la Abogacía del Estado, que depende del Gobierno, tendrá que pronunciarse y, en función de lo que haga, podría descontentar a Esquerra.
La Abogacía del Estado tiene que decidir si mantiene su postura de julio y defiende que la euroorden está paralizada mientras el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) resuelve las cuestiones prejudiciales planteadas por el magistrado instructor Pablo Llarena o asume el postulado del Tribunal Supremo y sostiene que está activa. En este punto, cabe recordar que el TGUE retiró la inmunidad a Puigdemont porque entendía que la euroorden estaba desactivada y ahora es muy posible que se la devuelva, aunque los focos estarán puestos sobre qué hace la Abogacía del Estado.
Lo cierto es que es una situación delicada porque si la Abogacía del Estado asume la postura del Tribunal Supremo, como todo apunta, JxCat tendrá munición para cargar contra Esquerra y el Gobierno y eso forzará a los republicanos a exigir algún tipo de gesto a la Moncloa en plena tramitación de los Presupuestos Generales del Estado. Y, en este sentido, la mesa de diálogo se situará como el instrumento predilecto para dar una salida al embrollo judicial, ya que, además, permitiría a los republicanos justificar su vía negociada ante el independentismo.
En estos momentos, según diversas fuentes consultadas, hay contactos entre gobiernos, aunque hay un hermetismo total sobre los avances. Tanto Gobierno como Generalitat acordaron «discreción» en su momento y tan solo harán anuncios públicos cuando haya concreciones.
En todo caso, la irrupción de Puigdemont en la escena política de nuevo con la detención en Cerdeña ha alterado mucho el clima político y Esquerra se ha visto obligada a recular y mostrarse más dura con el Gobierno de cara a la tramitación de las cuentas. Hasta el arresto del expresident, los republicanos daban prácticamente por hecho que la negociación sería más o menos sencilla, pero ahora ya lanzan continuos avisos y también señalan a la Moncloa como «cómplice» de la operación judicial contra Puigdemont por no hacer nada.
Más allá de este contexto, en Esquerra también se muestran críticos con algunos incumplimientos del acuerdo de los presupuestos de 2021, donde algunos temas de máxima sensibilidad, como el «dumping fiscal» de la Comunidad de Madrid (su objetivo pasa por acabar con la «competencia desleal» de la capital en materia tributaria porque consideran que actúa como aspiradora). Además, también entrará en juego las presiones de JxCat por negociar conjuntamente los presupuestos con el Gobierno, algo que se antoja muy difícil porque, como reconocen en Esquerra, ambos partidos tienen prioridades distintas porque ideológicamente son formaciones diferentes. También la desconfianza entre partidos ayuda poco a ir de la mano, aunque Pere Aragonès se ha comprometido a pactar algunos puntos en común.
También cabe decir que el conseller de Economía, Jaume Giró, es de JxCat y es el encargado de elaborar los presupuestos de la Generalitat para 2022, imprescindibles para la viabilidad del Govern tras arrastrar unas cuentas prorrogadas desde 2020. Tampoco lo tendrá fácil porque la CUP ha puesto el listón muy alto y las relaciones de los anticapitalistas con el Govern se han enrarecido en las últimas semanas. Quizás sea necesario el PSC.
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