Fraude viticultor

El vino catalán, estafado e investigado

El juez investiga un fraude de 50 millones por etiquetas falsas

Un juez de Reus (Tarragona) investiga la presunta falsificación del etiquetado de botellas de vino como si tuviera realmente Denominación de Origen (DO) Priorat, Montsant y Terra Alta.

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha explicado en un comunicado que la investigación empezó a raíz de una denuncia conjunta de los consejos reguladores de las tres DO.

Presentaron la denuncia en julio y ahora el juez investiga los presuntos delitos de falsificación, estafa e introducción al mercado de una denominación de origen.

Durante la investigación se ha registrado una empresa vitivinícola de Les Borges del Camp y se ha confiscado un “gran volumen de botellas con supuesto etiquetado falso”.

La investigación, dirigida por el juez y a cargo de los Mossos d’Esquadra, sigue abierta y por ahora no hay ningún sospechoso en calidad de investigado.

De esta manera, y según los Consejos Reguladores de la Denominación de Origen del Priorat, Montsant y Terra Alta, se han detectado irregularidades que hacen suponer una falsificación, estafa e introducción al mercado de un producto que en realidad no corresponde con la calidad que se les atribuye. Según varios medios, la empresa investigada es Reserva de la Tierra.

Según las Denominaciones de Origen, se detectaron anomalías en vinos embotellados y comercializados, por parte de la empresa sospechosa y otras relacionadas con esta, como discordancias en las etiquetas de los precintos de garantías. Por este motivo, tuvieron que denunciarlo ante la policía, con el objetivo de cumplir con “la obligación de una denominación de origen de defensa y protección de los intereses de los elaboradores inscritos” en la Denominación. Recalcan que tales hechos podrían apuntar a un presunto fraude constitutivo de diferentes infracciones penales.

También añaden que esta es una de sus tareas organizativas, “las DO velan por la calidad del producto amparado; hacen el control del cumplimiento del reglamento por parte de viticultores y elaboradores y protegen la marca de irregularidades y fraudes que puedan perjudicar, protegiendo a los agricultores y bodegas y también consumidores”. Por ese motivo buscan “prestigiar, dignificar, valorar y conseguir un mayor grado de confianza de los consumidores hacia el mundo del vino”.