ERC exige “como mínimo” la cabeza de Robles y desclasificar los documentos del espionaje

Esquerra empieza la semana al ataque y redoblando sus exigencias al Gobierno por el caso Pegasus: tras forzar a Pedro Sánchez a aceptar una reunión cara a cara con Pere Aragonès, los republicanos exigen “como mínimo” la cabeza de Margarita Robles -”que dimita o que la cesen”- y desclasificar los documentos y autorizaciones judiciales sobre el espionaje.

“Queremos explicaciones con luces y taquígrafos, no a puerta cerrada y en secreto”, ha advertido la portavoz Marta Vilalta después de la reunión de la ejecutiva del partido que ha servido para fijar la posición pública de los republicanos. Una ofensiva que pasa por estrechar el cerco en torno a la ministra de Defensa y exigir ya, “urgente” y “como mínimo” su cese o dimisión. “Que asuma responsabilidades”, avisan.

La caja de Pandora se destapó hace dos semanas, cuando Robles dejó entrever en una intervención en el Congreso que hubo espionaje del Estado con el objetivo de frenar el proceso soberanista de 2017, aunque siempre en el marco de la legalidad. Y Aragonès respondió rápido pidiendo su dimisión: “Hemos visto unas declaraciones de una ministra de Defensa que le incapacitan políticamente para seguir en el cargo y gestionar el peor escándalo de espionaje de las ultimas décadas”, ha señalado el president.

Ahora, y tras las revelaciones del CNI sobre el espionaje, ERC aprovecha para volver a exigir ya la cabeza política de la ministra de Defensa en un nuevo pulso al Gobierno de Pedro Sánchez. Y lo justifica “por acción u omisión, y especialmente por sus palabras”: “En sede parlamentaria justificó que nos merecíamos el espionaje por ser independentistas y, por tanto, la vulneración de derechos en nombre del gobierno español”.

A su juicio, el Gobierno está dispuesto “a cargarse la democracia en defensa de la unidad de España. Les da igual vulnerar derechos, sean de quien sean”, aseguran los republicanos.

Eso sí, pese a las algaradas y la presión pública ejercida, ERC busca “reconducir” las relaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez, con quien hace malabares para no romper. “Necesitamos todas las respuestas para reconducir el conflicto y volver a la vía política”, señalan sobre la mesa de diálogo, congelada por el Govern por el espionaje.

Y la segunda exigencia de los republicanos en este sentido es avanzar y desclasificar los documentos, en concreto, las autorizaciones judiciales –con fecha y motivación– para espiar a Aragonés y otros líderes independentistas que la directora del CNI presentó en la comisión de secretos del Congreso.

Sobre la reunión “al más alto nivel” entre Pere Aragonès y Pedro Sánchez, ERC no se moja sobre la fecha aunque asegura que debe ser “urgente” y no quedarse en solo una “fotografía”. De hecho, Generalitat quiere que el cónclave sea formal, preparado previamente por ambos equipos y con un orden concreto, por lo que se descarta desde el Palau que sea una charla improvisada.