"Caso Pegasus"

Sánchez defiende ante ERC que el CNI ha actuado “conforme a la ley”

Rufián deja en el aire su apoyo al decreto anticrisis, emulando el escenario de la reforma laboral: “Pídale el teléfono a Casero”

El Gobierno vuelve a vivir una cuenta atrás agónica. A escasas horas de que este jueves se vote el decreto de respuesta a las consecuencias de la guerra, el Ejecutivo sigue sin sumar los apoyos suficientes para su convalidación. La precaria mayoría de la investidura sigue en el aire por el portazo de socios como ERC y Bildu a Pedro Sánchez, tras destaparse el presunto espionaje a líderes catalanes a través del programa Pegasus.

El Gobierno maniobró de urgencia el pasado domingo con una reunión en la Generalitat en la que se comprometió a desbloquear la comisión de secretos oficiales en el Congreso, para que en ella compareciese la directora del CNI y diera cuenta del “control interno” que se ha puesto en marcha para fiscalizar si ha habido alguna irregularidad. Además, en paralelo, el Defensor del Pueblo ha iniciado una investigación independiente y tendrá acceso a información clasificada, que el Ejecutivo también se ha comprometido a desclasificar, si fuera necesario, para que tengan acceso a ella los grupos parlamentarios.

La sesión de control al Gobierno que se ha celebrado hoy en el Congreso ha sido un buen termómetro del estado de la relación entre Moncloa y ERC. El diputado republicano, Gabriel Rufián, interpeló al presidente sobre si ¿piensa el Gobierno investigar el caso de espionaje a políticos independentistas?. “Le pregunto si se va a investigar, no si lo ha habido”, puntualizó Rufián. Se esperaba que la respuesta de Sánchez pudiera ser la oportunidad de hacer ese “gesto” que demandaba el soberanismo para dar su apoyo al decreto del plan anticrisis.

Sin embargo, el presidente no se movió un milímetro de la posición que ha mantenido al Ejecutivo en las últimas horas, reivindicando las medidas de “transparencia” que se han puesto en marcha y defendiendo que “todo lo que se ha hecho por el CNI ha sido ateniéndose a la ley”. Por respuesta, Rufián emplazó a Sánchez a que le pida “el teléfono al Señor Casero”. Una referencia irónica al diputado del PP que salvó, por error, la aprobación de la reforma laboral, después de que PNV y ERC se descolgaran de la votación y dejaran solo al Gobierno. El fantasma de la votación de infarto del marco laboral vuelve a planear ahora sobre el Parlamento, ante otro decreto trascendente que el Ejecutivo somete al Congreso sin tener atado el apoyo.

Y es que ERC ratificó ayer públicamente lo que en privado lleva advirtiendo desde hace días. O el Gobierno da más pasos y se implica directamente en la investigación del espionaje o votará “no” al plan anticrisis para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania. Pero no solo eso, sino que no dudarán en “tumbar” la legislatura a modo de presión. Así, los republicanos esperaban algún gesto de la intervención de hoy del presidente del Gobierno para decidir su voto y moverse, al menos, del “no” a la abstención. Sin embargo, no han apreciado gesto alguno en este sentido.

El portavoz ERC preguntó directamente al líder del Ejecutivo si “va a investigar” el presunto espionaje a políticos activistas, periodistas catalanes y vascos, y dejó claro que, si no lo hace, no volverán a contar con el voto favorable de los republicanos, en lo sucesivo. De hecho, le ha advertido directamente que, cuando restan 24 horas para la votación del real decreto ley, busque otros apoyos.

Tanto desde ERC como el resto de aliados pone el foco en sí el Gobierno “ordenó” este espionaje y si es así, exigen responsabilidades políticas y judiciales. “Si lo ordenaron es terriblemente grave, pero si no lo ordenaron es aún más terriblemente grave porque significa que ustedes no han limpiado sus cloacas y cuando no se limpian, se llenan de ratas y las ratas se lo comen todo”, lamentó Rufián.

Rufián ha querido dejar claro a Sánchez que si no quiere gobernar con el apoyo de sus aliados, tiene otra alternativa, la de coger la mano del PP de Alberto Núñez Feijóo y de manera inmediata, de cara a la votación del plan anticrisis. Y ha exigido así que se lo explique a sus votantes. “Lo tienen que saber, nuestra apuesta por la palabra, el diálogo y la negociación es granítica”. El propio Sánchez se ha dirigido hoy al PP, como ya hiciera ayer en el Senado, y al resto de partidos de la Cámara para que todos apoyen mañana el decreto.

Sánchez llama “Abascal” a Rufián

En un clima de máxima crispación entre el Ejecutivo y sus socios, el momento distendido de la sesión se ha producido cuando el presidente del Gobierno ha llamado por error “señor Abascal” a Gabriel Rufián en su turno de réplica. “Ha sido un lapsus imperdonable”, ha reconocido el propio Sánchez, ante las risas de la Cámara y del portavoz de ERC, que unía sus manos en señal de “por favor”. Cuando Rufián ha tomado la palabra, también ha querido referirse a este error con cierta sorna: “Que me espíen, vale, pero que me llame Abascal, sí me fastidia”.

Por su parte, la ministra de Defensa, Margarita Robles, en el foco estos últimos días y diana de la mayoría de los ataques, volvió a insistir por enésima vez en la legalidad de las actuaciones, tanto del CNI como del propio Gobierno. Al mismo tiempo, cargó contra las acusaciones “sin material probatorio”: “Nos pueden atribuir hasta la muerte de Manolete si quieren”, ha llegado a decir mientras animaba a los independentistas a acudir a los tribunales.

Su intervención ha concluido de una forma más dura cuando ha recordado a los secesionistas que “vulneraron la Constitución y declararon la independencia”, al mismo tiempo que les ha afeado sus “relaciones con dirigentes políticos de un país que está invadiendo Ucrania”. “Les viene muy bien aparecer ahora como víctimas”, pero “no les he visto nunca defender los principios básicos del Estado de Derecho ni los derechos y libertades de absolutamente todos los ciudadanos”, ha sentenciado.