Junts redobla ahora la ofensiva contra ERC en el Parlament

En apenas cuatro meses, Junts ha pasado de mandar y ocupar la mitad de puestos de la Generalitat a ser el principal azote del Govern en el Parlament. El partido de Laura Borràs, que ya advirtió desde el minuto uno que ejercería una dura oposición contra Pere Aragonès, redobla ahora sus críticas coincidiendo con el acercamiento entre republicanos y socialistas. En una semana clave para el Ejecutivo, los posconvergentes reclaman la comparecencia del consejero de Interior por las manifestaciones de la cumbrey exigen a Esquerra que aclare su plan con las embajadas ante la Cámara.

«Estamos viendo algo inaudito. Estamos viendo cómo se están dejando arrastrar hacia los que dicen que esto ya ha terminado, hacia los que dicen que si pactas conmigo es para que lo dejes estar», aseguró este sábado el secretario general de Junts, Jordi Turull, sobre Esquerra y el fin del «procés». Una frase que fija el relato y sitúa a los posconvergentes en el otro extremo del tablero.

Junts ha ido madurando su posición desde octubre, cuando abandonó precipitadamente el Govern tras amenazar al presidente catalán con plantearle una cuestión de confianza. Por el camino ha habido serios correctivos: la de más calado político fue una moción impulsada por el propio grupo posconvergente para constatar la «pérdida de confianza» de Aragonès ante el pleno. Un texto que buscaba escenificar la soledad de ERC y que salió adelante con los votos de Junts, el PSC, los Comunes y la CUP.

Otra de las más destacadas fue la reprobación del titular de Interior, Joan Ignasi Elena, impulsada por el PSC por los cambios en la cúpula de los Mossos. La abstención de los posconvergentes fue determinante para que saliera adelante. También tuvo que sudar el Govern de ERC para conseguir la convalidación de un decreto de casi 400 millones de euros extra para sanidad, aprobado sobre la bocina por las reticencias de la formación de Borràs.

Ahora y ante unas semanas clave para el Ejecutivo de Pere Aragonès, Junts prácticamente se autodescarta para los Presupuestos y redobla su ofensiva parlamentaria para poner en aprietos a los republicanos. Este jueves registró a toda prisa la mencionada petición de comparecencia de Elena ante la Comisión de Interior para que explique la actuación policial ante las «diferentes incidencias» en la protesta contra la cumbre hispano-francesa. Además, el partido lamentó en un comunicado «las actuaciones policiales contra manifestantes» en esta protesta, que se celebró en la zona de la avenida Maria Cristina de Barcelona ante el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), y de otra en el centro de la capital catalana.

Junts estrecha el cerco y también busca que el Govern se posicione sobre la paralización de la apertura de nuevas «embajadas» de la Generalitat en el extranjero, una de las líneas rojas que ha fijado el PSC para negociar los Presupuestos. El partido de Borràs ha pedido explicaciones sobre las oficinas que están pendientes de apertura, así como si se prevén nuevas para 2023, y en su defecto, por qué motivos.

En concreto, el grupo parlamentario se ha interesado por las delegaciones de Andorra, Japón, Brasil, Senegal, África Meridional, y Corea del Sur, cuyas aperturas acumulan meses de retraso. Además, el grupo parlamentario ha pedido información sobre la apertura de oficinas en Eslovenia, Canadá e Irlanda.

De hecho, el Govern se enfrenta esta semana a varias pruebas de fuego también en el Parlament. En el pleno que se celebrará en la Cámara entre mañana y el jueves, los socialistas han registrado una moción para obligar al Ejecutivo a comprometerse con el impulso del Cuarto Cinturón, una medida que podría salir aprobada gracias a Junts. Los posconvergentes están a favor de este proyecto, algo que ya dejaron claro cuando ocupaban la consejería de Territorio de la Generalitat.