Política

La Generalitat de Cataluña se queda sin tiempo para aprobar los presupuestos de 2026

La portavoz del Govern reconoce que todavía no hay calendario, y los Comunes dan, como máximo, este mes para avanzar en materia de vivienda

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, encabeza la reunión del Consell Executiu de este martes REMITIDA / HANDOUT por GOVERN Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 01/07/2025
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, encabeza la reunión del Consell Executiu de este martesGOVERNEuropa Press

La Generalitat encara la segunda mitad de octubre sin avances visibles en la negociación de los Presupuestos de 2026. Actualmente, el Departament d’Economia aún no ha iniciado las conversaciones con los grupos parlamentarios y no hay calendario para presentar el proyecto de cuentas, ni fecha aproximada para abrir el diálogo con los socios de investidura.

Así lo ha admitido Sílvia Paneque, portavoz de la Generalitat. Paneque aseguró, no obstante, que el Govern no tiene problema en alargar la espera y la negociación: «Pondremos todo el esfuerzo y no tendremos prisa si tenemos que tener unos buenos Presupuestos en Cataluña. Ahora, tampoco lo dilataremos si vemos que esto no avanza».

El objetivo inicial de Salvador Illa era llegar al 1 de enero con las nuevas cuentas aprobadas «en tiempo y forma», pero a medida que pasan las semanas ese escenario parece más complicado. Paneque no quiso concretar si el Govern prevé tener las cuentas listas antes de que empiece el nuevo año, y se limitó a señalar que, si para tener un buen proyecto es necesario alargar los trabajos «algunas semanas», el ejecutivo lo hará. «Si esto requiere avanzar en la financiación singular, avancemos en financiación», añadió, en referencia a la principal exigencia de Esquerra Republicana.

El Govern insiste en que su prioridad es elaborar unas cuentas «sólidas», aunque admite que todavía no ha iniciado las conversaciones formales con ERC ni con los Comuns. Aun así, Paneque subrayó la importancia de aprobar los Presupuestos para poder desplegar los acuerdos alcanzados durante el Debate de Política General celebrado la semana pasada en el Parlament: «Si los grupos llevaron propuestas al DPG es porque también tienen la voluntad de poner recursos económicos suficientes para llevarlas a cabo».

El aviso de los Comuns

A la presión que supone el estar quedándose sin tiempo, se suman las declaraciones de David Cid, portavoz de los Comunes, quien lanzó una advertencia clara: el Govern tiene «este mes para acabar de concretar» las medidas en materia de vivienda acordadas durante la investidura y en los suplementos de crédito. Cid recordó que el Ejecutivo debe cumplir con la creación de una unidad contra los desahucios y con la puesta en marcha de un registro de grandes tenedores. «El Govern debe ser consciente de que se le está pasando el arroz en materia de acuerdos de vivienda», alertó.

El dirigente de los Comuns acusó al Ejecutivo de Illa de estar poniendo «en riesgo» la negociación de los Presupuestos de 2026. A su juicio, los socialistas no pueden esperar el apoyo de su grupo mientras sigan pendientes compromisos ya adquiridos. «Los anuncios y declaraciones no pagan el alquiler y la hipoteca, debe aprobar acuerdos, legislar y que se cumpla la ley de vivienda en Catalunya. No estamos en tiempos de declaraciones o anuncios, estamos en tiempos de concreciones», subrayó Cid.

Un horizonte incierto

El aviso de los Comuns se suma a la presión de ERC, que mantiene su veto hasta que haya avances en financiación. En este contexto, el Govern se enfrenta a un doble desafío: desbloquear las conversaciones con sus socios y elaborar unas cuentas que permitan mantener la estabilidad política en el Parlament.

Mientras tanto, el tiempo corre. La falta de un calendario y el retraso en las conversaciones hacen cada vez más difícil que las cuentas puedan estar listas antes de final de año. Si no hay avances en las próximas semanas, el Govern podría verse abocado a repetir el escenario del año pasado, recurriendo a nuevos suplementos de crédito para mantener el gasto público. Un «mal menor», como admiten en el Govern, pero que evidenciaría, de nuevo, la fragilidad parlamentaria del Ejecutivo catalán.