Investigación oncológica

Identifican el motivo por el que el sistema inmune no es capaz de frenar la progresión del cáncer de mama triple negativo

Investigadores de IrsiCaixa han desarrollado un estudio que pone de manifiesto que este tipo de tumor es capaz de evadir el sistema inmune gracias a múltiples mecanismos moleculares que actúan a la vez

El estudio es único por el tiempo en el que se le ha hecho seguimiento a la paciente y por la cantidad de muestras y parámetros estudiados
El estudio es único por el tiempo en el que se le ha hecho seguimiento a la paciente y por la cantidad de muestras y parámetros estudiadosIrsiCaixa

El cáncer de mama triple negativo es muy agresivo, heterogéneo y de mal pronóstico, puesto que no responde a los tratamientos convencionales y, a día de hoy, aún no disponemos de dianas terapéuticas a partir de las cuales hacerle frente.

En este contexto, un equipo de investigadores del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, centro impulsado por la Fundación “la Caixa” y el Departamento de Salud de la Generalitat, puso en marcha una investigación con el objetivo de entender cómo interactúan las células tumorales con el sistema inmune en el caso de los pacientes de cáncer de mama triple negativo, ya que si bien en una fase inicial de la enfermedad éste logra luchar contra el cáncer, cuando se encuentra en un estadio más avanzado no es capaz de combatirlo.

Con este fin, en el marco del estudio, se hizo un seguimiento durante cinco años a una paciente, desde el diagnóstico de la enfermedad, cuando entonces el tumor aún estaba localizado, hasta su fallecimiento, momento en el que el cáncer ya era metastásicos pese a haber recurrido a muchos tratamientos secuenciales.

Un estudio único

“Analizamos todo el curso de la enfermedad, estudiando las muestras mediante varias técnicas de análisis, incluso realizamos una autopsia a la paciente pocas horas después de su muerte, lo que nos permitió obtener muestras de la metástasis en los diferentes órganos”, comenta al respecto Leticia de Mattos-Arruda, oncóloga e investigadora principal de IrsiCaixa durante el estudio, autora principal sénior del artículo, publicado en la revista Nature Communications, y actualmente, directora senior de Desarrollo Clínico Global en BioNTech, “Se trató de un monitoreo profundo y continuo que nos permitió analizar qué pasaba en la parte genómica del tumor y en el sistema inmune durante la evolución de la enfermedad”, añade para a continuación hacer hincapié en que “los estudios desarrollados en este ámbito con anterioridad nunca analizaron ambas cosas a la vez”.

En definitiva, como apunta la investigadora, “ya se conocía que el cáncer trata de burlar al sistema inmune, como hace el ratón con el gato, y el objetivo en esta investigación es conocer lo que pasa en la paciente en seguimiento, tanto en lo relativo a la parte genómica como en lo que respecta al sistema inmune, para, posteriormente, trasladar esos hallazgos a otros pacientes de cáncer de mama tripe negativo metastásico”.

Diversos flancos a los que atacar

Y lo que se ha podido observar en este estudio es que “no hay un solo mecanismo de evasión tumoral”, por lo que “no solo existe un único problema que debe ser atacado por el sistema inmune, sino que hay varios, razón por la cual éste no puede hacer frente a este tipo tumoral, puesto que en las fases más avanzadas de la enfermedad tiene distintos focos a los que atacar”, lo cualtambién explicaría la incapacidad de la inmunoterapia para combatir la enfermedad . Y lo que es más destacado, “estos mecanismos actúan a la vez, en sinergia dentro del mismo tumor”.

A partir de aquí, mediante la identificación de las proteínas tumorales capaces de estimular el sistema inmune en cada etapa del proceso de la enfermedad, los investigadores elaboraron como un reloj molecular para comprobar que “los mecanismos de evasión tienen distintos tiempos, que cada uno de ellos tiene su propio horario, razón por la cual en los tumores de mama triple negativo no podemos encontrar una diana terapéutica”, explica Mattos-Arruda.

Sin embargo, “gracias a esta mapeo de todas las muestras con su reloj molecular, hemos encontrado una mutación en el gen p53 que está presente en el 80% de las pacientes” y que resulta interesante ya que es reconocida por el sistema inmune y, en consecuencia, activa las defensas contra el tumor, de manera que podría servir como diana para el desarrollo de una vacuna terapéutica”. En cualquier caso, tal y como destaca la investigadora, “eso no sería nunca suficiente para hacer frente a la enfermedad, porque hay otros fallos del sistema inmunitario, por lo que sugerimos que hay que usar terapias combinadas".

Apuesta por terapias combinadas

Y es que el cáncer es un proceso dinámico y hay múltiples mecanismos genéticos e inmunitarios que evolucionan y convergen, así que es necesario desarrollar terapias que permitan bloquear diversos mecanismos de evasión al mismo tiempo y que ataquen el cáncer desde diversos flancos. Además, puesto que “el reloj molecular es propio de cada paciente, único, y en etapas avanzadas de la enfermedad avanza a ritmos diferentes, “ no se puede tratar a todos los pacientes de la misma forma y esa es la razón por la que a día de hoy no tenemos curación, ya que no vale la misma terapia para todos”, indica Mattos-Arruda, por ello “hay que hacer medicina personalizada, para adaptar la terapia a cada enfermo”.

En esta línea, la investigadora indica que “ya se están desarrollando nuevos fármacos, nuevas estrategias terapéuticas que, combinadas, podrían hacer frente de forma más eficaz a la enfermedad”.