
Metafuturo
Salman Rushie: «Lorca sufrió, pero sobrevivió su poesía y no la Falange»
La presencia de Salman Rusdhie fue la que más expectación creó hoy en las jornadas de Metafuturo

Hace tiempo que Salman Rusdhie es un nombre sinónimo de libertad de expresión. El ataque terrorista que sufrió en agosto de 2022 así lo demostró. Ese fue uno de los grandes temas que planearon ayer durante la intervención del escritor en Metafuturo, acompañado de la periodista Sonsoles Ónega con quien protagonizó uno de los diálogos más esperados en la jornada de hoy.
Toda esa persecución contra Rusdhie obedece a la fatua que en su momento lanzó contra él en 1989 el ayatolá Jomeini por la publicación de la novela «Los versos satánicos». «No me arrepiento de haberlo escrito. Lo que lamento es lo que pasó con un libro que considero como uno de los mejores y estoy orgulloso de haberlo escrito. Han pasado muchos años y hay gente que lo sigue leyendo, así que me siento orgulloso de que el libro sobreviviera al ataque y que se lea como una novela, no como un escándalo. Me gusta que haya llegado al punto de que tenga una vida independiente. Fue una lucha que se siguiera imprimiendo y ahora está traducido a 45 lenguas», comentó el escritor.
Poco a poco, Salman Rusdhie ha ido volviendo a cierta normalidad, aunque ayer quedó claro que todavía requiere de apoyo si se tiene en cuenta el gran despliegue de seguridad que lo rodeó. El autor comentó que eso es algo que empieza a notar incluso en lo que sueña. «Estoy contento porque antes de mi ataque mis sueños eran muy aburridos. Después se volvieron muy violentos. Ahora vuelven a ser aburridos, vuelvo a leer el periódico en sueños. Estoy contento porque estoy volviendo a tener sueños que son tediosos», explicó.
Sonsoles Ónega recordó que Rusdhie es inevitablemente un símbolo de la libertad de expresión, de los problemas a los que se enfrenta el escritor que quiere decir lo que quiere. Pero Rusdhie rememoró que «no soy el único escritor que ha sufrido un ataque así». A este respecto recordó que hace unas semanas estuvo en Granada donde pudo contemplar los manuscritos de Federico García Lorca en el centro que lleva su nombre, algo que fue para él una gran emoción. «Lorca sufrió. Hoy tenemos su poesía, pero no a la Falange», añadió inteligentemente. También se trasladó hasta la Antigüedad para encontrar precedentes: «Ovidio fue exiliado por César Augusto quien lo envió al Mar Negro. No sabemos por qué, pero nos queda la poesía y no el imperio romano. Los escritores son muy vulnerables».
Por otro lado, se mostró especialmente crítico con las políticas que se están llevando a cabo en la Casa Blanca, «con un país que está dirigido por un niño gordo y viejo, alguien que ha convertido el Partido Republicano en una secta que idolatra al líder».
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