Islam

Sílvia Orriols continúa con su cruzada contra el velo islámico en el Parlament de Cataluña

Mediante una intervención en el Parlament cargó contra lo que considera "un elemento claramente misógino y de sumisión"

La líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols ALBERTO PAREDES - EUROPA PRESS 06/05/2025
Sílvia OrriolsALBERTO PAREDES - EUROPA PRESSEuropa Press

La alcaldesa de Ripoll y líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, ha vuelto a cargar contra uno de sus temas favoritos: el islam y, en particular, el uso del velo islámico. En una intervención en el Parlament, Orriols ha acusado al conseller de Justicia, Ramon Espadaler, de mostrar una actitud permisiva hacia una ideología que, según ella, “atenta contra los derechos de las mujeres cuando se implanta”. Para la diputada, el velo no es un simple símbolo religioso, como lo considera Espadaler, sino “un elemento claramente misógino y de sumisión”.

En un momento de su discurso, Orriols ha comparado el uso del velo con llevar una cruz cristiana. “La cruz que yo llevo en el cuello también la podría llevar usted”, ha dicho al conseller. “¿Pero ha visto usted algún diputado aquí dentro con velo? Yo solo conozco una diputada", en referencia a la diputada musulmana de ERC. Con esta afirmación, la líder de AC quiso destacar que, a diferencia de otros símbolos religiosos, el velo solo se impone a las mujeres, lo que en su opinión demuestra su carácter opresivo.

Además, ha criticado con dureza la postura del conseller por recordar que solo cinco países europeos han legislado sobre el velo, reprochándole una actitud de “subordinación permanente” y preguntándose retóricamente: “¿No tenemos capacidad suficiente para decidir qué comportamientos y actitudes admitimos?”.

Este tipo de intervenciones no son nuevas en el discurso de Orriols, que ha hecho de la lucha contra la inmigración masiva, el islam y el uso del velo sus principales banderas políticas. Incluso se ha reivindicado públicamente como islamófoba, y su mensaje, directo y polémico, está calando en sectores cada vez más amplios de la sociedad catalana, disparándose con hasta 10 escaños en el Parlament de Cataluña, especialmente en zonas donde el crecimiento de la inmigración ha generado tensiones sociales.