Sociedad

Tres de cada cuatro familias numerosas catalanas no reciben la bonificación del IBI ni saben si existe

Fanoc reclama a los ayuntamientos evitar que las familias con hijos sean penalizadas

Familias numerosas celebran la retribución del permiso por cuidado de hijo y piden una semana más por nacimiento
Familias numerosas celebran la retribución del permiso por cuidado de hijo y piden una semana más por nacimientoEuropa Press

El 76% de las familias numerosas catalanas no se benefician de la bonificación del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) o directamente desconocen si su ayuntamiento la ofrece. Así lo revela una encuesta realizada por la Associació de Famílies Nombroses de Catalunya (Fanoc) entre sus casi 14.000 socios, que pone de manifiesto las desigualdades territoriales y la falta de información sobre este tipo de ayudas locales.

Según los resultados, el 44% de las familias no recibe ninguna bonificación en el pago del IBI, frente a un 23% que sí se beneficia de una reducción. Sin embargo, preocupa el 32% de hogares que afirma no saber si su consistorio dispone de algún tipo de bonificación. Esta falta de información, advierte la entidad, genera confusión y puede provocar que muchas familias pierdan derechos económicos a los que podrían acogerse.

Desde Fanoc recuerdan que el IBI es uno de los principales gastos fijos de las familias, especialmente de las numerosas, que suelen residir en viviendas de mayor tamaño y, por tanto, con un valor catastral más alto. Por ello, reclaman a los ayuntamientos catalanes que establezcan una bonificación universal del IBI para todas las familias numerosas, independientemente del municipio donde residan.

“Cada hijo debería contar como residente para establecer un baremo justo”, subraya el director de la entidad, Raúl Sánchez, que pide a los consistorios incorporar “la perspectiva familiar” en sus políticas fiscales y económicas. “No puede ser que quienes deciden tener más hijos acaben penalizados o incluso expulsados de sus localidades por el coste de la vivienda y los impuestos”, advierte.

Fanoc asegura haber recibido en los últimos meses numerosas quejas de familias que han visto desaparecer la bonificación que disfrutaban o que han sufrido “un fuerte incremento en el recibo del IBI sin ninguna información previa”. En algunos casos, denuncian, los ayuntamientos han modificado sus ordenanzas sin comunicarlo adecuadamente, provocando “una gran inseguridad” entre las familias afectadas.

La pobreza infantil, una realidad creciente en Cataluña

La reclamación de Fanoc se produce en un contexto de creciente vulnerabilidad económica de los hogares con hijos, especialmente entre las familias numerosas y monoparentales. Según el último informe de Save the Children, uno de cada tres menores en Cataluña vive en situación de pobreza —un 34,8% de los menores de 16 años— y un 14% sufre pobreza severa.

La organización advierte que la precariedad laboral, el encarecimiento del coste de la vida y los precios de la vivienda están dejando a muchas familias “al borde del colapso económico”. En este escenario, las ayudas locales, como las bonificaciones del IBI o los complementos de vivienda, adquieren un papel clave para aliviar la carga fiscal y garantizar un mínimo bienestar a los niños y adolescentes.

Expertos en políticas sociales coinciden en que los ayuntamientos son la administración más cercana al ciudadano y que, por tanto, pueden jugar un papel decisivo en la lucha contra la pobreza infantil y la desigualdad. La falta de bonificaciones o su aplicación desigual entre municipios contribuye, según Fanoc, a profundizar las brechas económicas entre familias con el mismo número de hijos, dependiendo únicamente del lugar donde residan.

“El compromiso con la infancia no puede depender del código postal”, resume Raúl Sánchez. Fanoc insta al Govern y a la Federación de Municipios de Cataluña a impulsar un marco común de bonificaciones familiares, que evite disparidades y promueva un trato fiscal equitativo. “Si queremos fomentar la natalidad y garantizar un futuro sostenible, debemos empezar por proteger económicamente a quienes apuestan por tener hijos”, concluye.