
Sistema Solar
El James Webb descubre una conexión imposible que desafía todo lo que sabíamos sobre Saturno
El telescopio James Webb desvela un nuevo enigma en la atmósfera de Saturno: una extraña estrella asimétrica y unas misteriosas "cuentas oscuras" que parecen estar inexplicablemente conectadas con la famosa tormenta hexagonal del planeta

La atmósfera de Saturno es un puzle de una complejidad insospechada. Durante años, los científicos han creído entender sus dinámicas de forma aislada, como si cada estrato se comportara de manera independiente. Sin embargo, las últimas observaciones del Telescopio Espacial James Webb han hecho saltar por los aires esa concepción, al desvelar una conexión vertical inesperada que se extiende a lo largo de cientos de kilómetros, uniendo los procesos de sus capas más profundas con los de las más externas y tenues. Este tipo de hallazgos demuestran que nuestro vecindario cósmico sigue lleno de sorpresas, como la misteriosa barrera encontrada alrededor del Sol que también desafía las explicaciones convencionales.
De hecho, en el corazón de este enigma se encuentra un viejo conocido de la astronomía: la célebre tormenta hexagonal que se arremolina en las profundidades del gigante gaseoso. Este fenómeno, un vórtice colosal y de una simetría geométrica casi perfecta, se consideraba hasta ahora una característica exclusiva de las nubes más densas del planeta, pero su influencia parece proyectarse mucho más arriba de lo que nadie imaginaba.
Ahora, la potente mirada infrarroja del Webb ha revelado que a unos 600 kilómetros de altitud, en plena estratosfera, existe una estructura con forma de estrella que parece ser un eco directo del hexágono inferior. Lo más desconcertante es su naturaleza asimétrica, ya que de los seis brazos que debería tener para ser una réplica perfecta, a esta estrella le faltan dos brazos, un detalle que plantea serias dudas sobre su formación y estabilidad.
Además, la sorpresa no termina ahí. A una altura todavía mayor, a unos 1.100 kilómetros sobre la superficie, el telescopio ha localizado unas extrañas formaciones a la deriva. Bautizadas como «cuentas oscuras», tal y como han publicado en SciTechDaily, estos cúmulos parecen estar flotando en la ionosfera, la frontera misma con el espacio exterior.
La sombra del hexágono se proyecta hacia el espacio
En este sentido, lo que ha dejado perplejos a los astrónomos es la sincronía entre los tres fenómenos. Tanto los brazos de la estrella estratosférica como las «cuentas oscuras» de la ionosfera mantienen una alineación casi perfecta con los vértices del hexágono que ruge en las profundidades. Esta correspondencia vertical entre eventos separados por semejante distancia sugiere una poderosa interconexión atmosférica que nadie había previsto. Esta capacidad para dejar boquiabiertos a los expertos es una constante en la exploración espacial, algo que también sucedió cuando los astrónomos encontraron un exoplaneta tan diminuto que su propia existencia parecía casi imposible.
En definitiva, la causa exacta de este puente energético entre las distintas capas de Saturno sigue siendo un completo misterio. Este hallazgo no solo abre una nueva y fascinante vía de investigación para desentrañar la meteorología de los gigantes gaseosos, sino que desafía los modelos actuales sobre cómo interactúan sus diferentes estratos atmosféricos, obligando a reescribir lo que creíamos saber.
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