“Frozen II”: Vuelve la princesa de hielo que hizo arder la taquilla

El pasado febrero, Disney mostró al mundo el primer «teaser» de «Frozen II». Los fans llevaban tiempo tras la pista de esta secuela esperadísima. Desde entonces, el estudio ha ido dosificando los avances, sacando un tráiler oficial en junio y otro en septiembre. A medida que estas pildoritas iban viendo la luz, los seguidores de Elsa, Ana, Olaf y Kristoff se formaban una idea de lo que depararía esta entrega que retoma las aventuras de una cinta, la de 2013, que fue un éxito de taquilla. Recaudó de hecho unos apabullantes 1.274 millones de dólares en todo el mundo. Con este precedente, la firma más poderosa de Hollywood no podía sino seguir la tendencia de sagas que lleva años dominando el mercado. Mucho se ha hecho esperar la secuela a juzgar por los más de cinco años transcurridos.

Al igual que la primera película, inspirada en el cuento de hadas de 1845 de Hans Christian Andersen «La reina de las nieves», «Frozen II» integra un mundo de personajes de cuentos de hadas y mitología que sirvieron en aquella época a modo de parábolas. La historia de la secuela es completamente nueva y se desarrolla tres años después de la conclusión de la primera película: Elsa es la reina y su hermana Ana es feliz porque tiene a su lado a sus seres queridos: Elsa, Kristoff (el leñador), Olaf (el muñeco de nieve) y Sven (el reno). El vínculo entre las hermanas es muy fuerte y absolutamente esencial para la historia. Pero los realizadores afirman que subyace una sensación de inquietud y angustia que acaba empujándolos a vivir una gran aventura que nos dará las respuestas a todo lo que no sabemos de los personajes. «Esta cinta tiene más envergadura y épica que la primera –dice Chris Buck, codirector junto a Jennifer Lee–. Pero lo importante es que al final, ambas encajan a la perfección para formar una historia completa».

El capo de Pixar

La producción de «Frozen 2» tuvo lugar en un momento tumultuoso para el estudio. Jennifer Lee tomó el relevó de John Lasseter, director creativo y gran capo de Pixar/Disney que el pasado junio fue acusado de acoso sexual. Lee de repente había pasado de ser heredera a reina. Si ha sido perjudicial o no este contexto es algo que se ver´a la luz de las cifras. De momento, sabemos que las aventuras del reino de las nieves siguen desarrollando los poderes mágicos de Elsa y arrojando luz sobre el desgraciado accidente que sufrieron los padres en el hundimiento de un barco.

La visión de Lee y Buck sobre el filme surgió tras un viaje a Noruega, Finlandia e Islandia para indagar en la mitología de estos países. La idea del contraste entre mito y cuento de hadas surgió en algún lugar de Escandinavia. «Los bosques de Noruega y Finlandia desprenden una maravillosa sensación de cuento de hadas –afirma Chris Buck–. Islandia, en cambio, es diferente. Sugiere una sensación de peligro, de algo legendario. Allí nos sentimos muy pequeños porque es evidente que la naturaleza manda en Islandia».

Para Lee, «Ana es el personaje perfecto de un cuento de hadas, es una heroína pero no mágica, rezuma optimismo, mientras que Elsa parece más sacada de una historia mitológica. Ella sí es mágica. Lleva el peso del mundo sobre sus hombros y hace cosas que el resto de nosotros no puede hacer. Además, estos personajes suelen sufrir un destino trágico, algo que de hecho podría haberle sucedido a Elsa en la primera película de no ser por su hermana». Además de codirigir la cinta, es autora de un guión que deja bien claro desde el principio la llamada interior, la vocación de la reina Elsa: «Intenta ignorarla, pero no logra acallarla. Le dice que hay cosas en su pasado que desconoce, le promete respuestas para saber por qué es como es. Parece ser algo grandioso y misterioso, así que se ve arrastrada a encontrar esa voz». Ana será su contrapunto, su protectora.

Inclusión y diversidad

Para Lee, era importante dar una visión diferente a la que había creado John Lasseter en 2013. Para ella fue clave el esfuerzo de cooperación con el equipo, así como dar cabida a temas como la inclusión y la diversidad, que aletean de alguna u otra manera en el filme. Lee quiere remarcar la diferencias entre las hermanas, pero a la vez la historia tenía que estar conectada con la primera entrega. «Descubrimos este viaje de inmensa magnitud pero al mismo tiempo sentíamos que la historia siempre estuvo ahí, solo estaba esperando a que la descubriéramos y nos sentimos bien con el trabajo que hemos hecho», explica.

Según Chris Buck, en «Frozen. El reino del hielo», los personajes habían descubierto el mundo, «intentaban saber quiénes eran. Ahora es como si se hubiesen licenciado. Sus vidas parecen ir por el camino correcto, pero también se preguntan muchas cosas. Había que indagar qué significa para ellos esa nueva etapa de sus vidas. Y así, el mundo se vuelve un poco más complicado para nuestros personajes, más descarnado. Hay muchos cambios a lo largo de la cinta. El otoño refleja la madurez de nuestros personajes y con el cambio de estaciones llega una nueva y hermosa paleta de colores otoñales que no habíamos explorado nunca. Basta ver los colores de un solo fotograma para entender las diferencias entre ambas cintas», concluye.