Sanidad
Las Fallas se celebrarán del 15 al 19 de julio
Habrá mascletás del 11 al 19 de julio y un programa de festejos. Los monumentos se trasladarán a partir de hoy a Feria Valencia. La falla del Ayuntamiento se quemará antes del 19 de marzo sin público
Las Fallas de 2020 se celebrarán del 15 al 19 de julio. Veinticuatro horas después de conocerse la suspensión de las fiestas josefinas debido a la pandemia del coronavirus, Valencia ya contaba con una propuesta que, no obstante, deberá refrendar el mundo fallero. Mientras tanto, el Ayuntamiento y la Junta Central Fallera (JCF) organizarán el traslado de los monumentos, tanto de los que están en la calle como los que están en talleres de artistas a Feria Valencia.
La fecha elegida no es casual. «Simbólicamente nos ayuda» porque se parecen al calendario de las fiestas josefinas, señaló al respecto el presidente de la JCF y concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana. Así, las mascletás se dispararán del sábado 11 al domingo 19 de julio.
Galiana ya lo dejaba claro por la mañana: «Hay que quemar. No nos queda otra. No se pueden guardar. Las Fallas no se pueden suspender para 2021 porque eso supone un perjuicio enorme. Ahora vamos a ver qué fecha encaja mejor».
Así las cosas, el Gobierno local trabajará «falla por falla para ver qué necesidades tienen cada una de ellas» y pedirá las ayudas necesarias al Estado, a Europa, a la Diputación y a la Generalitat. «Las comisiones falleras nos gastamos ocho millones, el 25 por ciento lo aporta el Ayuntamiento en forma de subvenciones. Para 2021 trabajaremos por el otro 75 por ciento».
En cuanto al monumento fallero de la plaza del Ayuntamiento, Galiana anunció que la «cremà» se realizará «a puerta cerrada» (sin público) y arderá con cordón policial antes del próximo día 19. «Desmontarla es inviable y no se puede reciclar, pero, dadas las circunstancias no se puede quemar con público. Ahora trabajamos en estudiar cómo y cuándo lo hacemos».
Asimismo, avanzó que se trabajará en un programa de festejos «acorde» al nuevo calendario, al mismo tiempo que se fija el 19 de junio como fecha tope para seguir adelante con el plan anunciado ayer.
Apenas unas horas antes, el portavoz del gremio de artistas falleros, José Ramón Espuig , tras reunirse con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya expresaba la dificultad de terminar de plantar los monumentos y hablaba de la posibilidad de recibir ayuda por parte de las Administraciones. «Vamos a tratar de que a los artistas no nos cueste dinero, se ha hablado de que el Ayuntamiento y la Generalitat afronten cada uno el 50 por ciento de los gastos. Lo que ha pasado es algo que nos viene muy grande a todos. Serán empresas de la Generalitat y del Ayuntamiento las que hagan esos traslados», comentó el maestro mayor del Gremio.
En los diferentes pueblos de la Comunitat Valenciana será la Generalitat la que se ponga en contacto con los alcaldes para que «se respete a los artistas falleros» y esperan que todas las fallas estén guardadas el día 20 de marzo como muy tarde, ya que se esperan lluvias a partir de la próxima semana.
Un mazazo para la ciudad
Ribó había comparecido ya por la mañana para explicar los primeros pasos dados por el consistorio para mitigar el mazazo de la suspensión de las fiestas josefinas. «No nos esperábamos que iban a decir ‘no a todo’, pero la contundencia de los informes no dejó otra opción», señaló ayer Ribó respecto a la decisión de los Gobiernos central y autonómico de aplazar los actos falleros -la idea de Valencia era la de anular los eventos con mayor afluencia de gente.-
Destacaba entonces la posibilidad de que las Fallas y las Hogueras de Alicante se celebraran simultáneamente, ya que eso suponía dos grandes problemas, uno el de organización de los artistas falleros -que suelen trabajar para y en las dos fechas- y el otro, «desde el punto de vista político, y es que dos ciudades tan importantes no pueden celebrar dos fiestas tan importantes a la vez».
Al respecto, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya adelantaba que la nueva fecha tendría que surgir del acuerdo entre el Ayuntamiento y la JCF. «Debemos ser respetuosos, la única voluntad de la Generalitat es ayudar para que si es posible, se puedan celebrar. Debe ser una decisión en el ámbito local».
En todo este asunto, el Ayuntamiento defiende que no ha actuado con improvisación. Al respecto, Ribó explicó que el aplazamiento de todos los actos falleros es un efecto colateral de las medidas tomadas por el Gobierno central en otras zonas del país. Según el alcalde, se ha pretendido evitar un «efecto llamada» después de que en Madrid se suspendiera las clases. En este punto, el primer edil recordó el gran número de visitantes nacionales que se acercan hasta la capital valenciana cada año con motivo de las Fallas (el año pasado, 500.000 madrileños).
Ribó, consciente de los efectos de la suspensión para la economía de la ciudad, ha prometido su apoyo y medidas de urgencia a los sectores damnificados por la suspensión, como estudiar y reclamar el aplazamiento de los pagos del IVA, IRPF y Seguridad Social de los colectivos afectados.
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