Justicia

El juzgado de Sueca (Valencia), un garaje sin sala de vistas y en el que las ratas corren por el falso techo

Las instalaciones no cuentan con espacio ni siquiera para los detenidos, que deben esperar en la calle o en el coche patrulla

Vista general del juzgado de instrucción 5 de Sueca ocupa un local, junto a un colegio público, que no reúne las condiciones necesarias para cumplir su función. Las declaraciones de las vistas se celebran en el mostrador de la entrada y pueden ser vistas y escuchadas por los transeúntes
Vista general del juzgado de instrucción 5 de Sueca ocupa un local, junto a un colegio público, que no reúne las condiciones necesarias para cumplir su función. Las declaraciones de las vistas se celebran en el mostrador de la entrada y pueden ser vistas y escuchadas por los transeúntesNatxo FrancesAgencia EFE

Hay un juzgado en Valencia que reúne casi todas las deficiencias y problemas estructurales imaginables en una sede judicial y cuya funcionalidad se ha visto gravemente afectada por la pandemia hasta asemejarse a un Tribunal de las Aguas moderno, donde víctimas y detenidos prestan declaración en plena calle.

Ese juzgado es el de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Sueca, fue creado en un bajo de forma provisional hace quince años y forma parte de una aciaga lista de infraestucturas deficientes -probablemente encabezada por el cuartel de Zapadores de Valencia-, casos especialmente sangrantes, por los efectos que generan y porque cada legislatura siguen en la lista de asuntos urgentes a solucionar.

El espacio que ocupa este juzgado, separado del resto, es una especie de garaje, un local alargado y estrecho, sin ventanas ni salida de emergencia en el que resulta imposible cumplir las “mínimas garantías de seguridad, higiene, espacio y respeto a la intimidad del ciudadano y los trabajadores”.

Así lo denunciaron la jueza y la letrada (la antigua secretaria judicial) en un escrito remitido al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en diciembre del año pasado, al que ha tenido acceso Efe,

Tiene una oficina judicial con un mostrador situado a dos metros de la puerta de entrada, y en ese “exiguo rellano” se ubica un vigilante de seguridad y tres asientos. Los despachos de la letrada y la jueza carecen de ventilación ni respiradero alguno, y según ha denunciado la titular del juzgado, hay ratas en el falso techo.

En el despacho de la letrada se han habilitado estantes para disponer de las piezas de convicción (efectos de delitos), que por su propia naturaleza en ocasiones contienen restos biológicos, y todas las zonas de paso, incluido el pasillo hacia el aseo, están repletas de estantes.

Cuando el juzgado está de guardia, los detenidos no pueden ser custodiados en el interior, de modo que permanecen en el citado rellano, a la vista de todo el mundo, en la vía pública o en el interior del coche patrulla en el caso de que encuentre aparcamiento cercano, ya que solo hay una plaza reservada.

A la vista de un colegio público

Es frecuente, también, que los familiares del detenido en cuestión se agolpen a la puerta del juzgado, con los evidentes problemas de seguridad que ello genera, sobre todo en los traslados, y todo ello junto a un colegio cuyos alumnos ven desde las ventanas el tránsito de los detenidos.

”Es imposible que la declaración del detenido no se escuche desde la entrada, en ocasiones por las propias víctimas que acuden al juzgado”, lamenta la jueza en el referido escrito. ”Cuando hemos de realizar exploraciones de los supuestos incapaces hemos de sacar a pulso varios muebles, o salir a la calle para atenderlos”, añade.

Y es que Instrucción 5 no tiene sala de vistas, sino que la comparte con Instrucción 3, en el edificio principal -el partido de Sueca cuenta con tres sedes-, al otro lado de la carretera nacional, lo que provoca numerosos retrasos e incluso nulidades por desconocimiento de los letrados y usuarios.

El portavoz del Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ), Luis García, denuncia el “hacinamiento de funcionarios y expedientes en un espacio pequeño, donde no se cumplen las medidas de seguridad” y la “incomodidad extrema que supone también para sus usuarios, obligados a esperar en la calle, viendo pasar en ocasiones a detenidos”, y todo ello “a escasos metros de un colegio”.

Una solución en falso

El pasado 1 de octubre, la junta de jueces de Sueca remitió un escrito a la Sala de Gobierno del TSJCV donde recordaba que el Ayuntamiento cedió un edificio destinado a ludoteca a unos 200 metros del Juzgado número 5, concretamente dos salas: una en el primer piso se destinaría al uso por parte del Juzgado de Violencia de Género y otra que, en principio, podría ser usada por el resto de los juzgados según sus necesidades.

Esa cesión se produjo en junio, inicialmente hasta septiembre, pero ante la evolución de la pandemia se acordó verbalmente la prórroga hasta diciembre de este año, pero este espacio ha resultado “inoperante”, por estar separado de las sedes judiciales y por la inestabilidad de las conexiones informáticas, que operan de forma remota a las terminales originales.

”Obviamente, la situación no solo no se ha resuelto sino que se ha visto sustancialmente agravada por la pandemia -añade la jueza-. Las declaraciones penales se firman por los investigados y sus letrados a mitad de camino -literalmente– en un banco de la vía pública, por no hablar de la custodia de detenidos frente a la pared de cristal de una ludoteca infantil y frente al patio del colegio público Cervantes”.

La titular de este juzgado advierte de que las próximas guardias podrían tener que “realizarse con detenidos y letrados en la vía pública, incluso en el caso de víctimas de violencia machista, en una suerte de nuevo y vergonzante Tribunal de las Aguas, salvo de que exista algún hueco libre en las salas del edificio principal que de forma puntual no estén ocupadas”.

Siempre en trámite

El pasado 3 de noviembre, la junta de jueces de Sueca reclamó formalmente a la Conselleria “que de manera inmediata”, el espacio empleado por el Servicio de Orientación Jurídica, dependiente del Colegio de Abogados de Sueca, fuese habilitado para albergar tareas del funcionamiento ordinario del juzgado.

Desde la Conselleria de Justicia se ha informado de que “se están buscando soluciones a la falta de espacio” y se ha publicado en el DOGV un anuncio para recibir ofertas de alquileres de posibles inmuebles que sean aptos para albergar una sede judicial. En concreto, se busca un local de unos 1.600 metros cuadrados en el que se podrían ubicar dos juzgados enteros.

Pero desde la Conselleria advierten: esa opción es la que más tiempo necesita en trámites administrativos y obras de adecuación, y por este motivo ya se está en negociaciones para alquilar un local colindante al Juzgado de Instrucción número 5 de Sueca, para ampliar el espacio disponible; de nuevo, se apunta a una solución “provisional”, que la Generalitat ve factible “en unos meses”.

Asimismo, se recuerda que el nuevo Palacio de Justicia de Sueca está en trámite, actualmente pendiente de que el Consistorio apruebe la urbanización del suelo.