Tribunales

Prisión para un cardiólogo por acceder sin consentimiento a la historia clínica de su empleada de hogar

La mujer denunció al médico por acoso sexual pero no ha quedado demostrado en la sentencia

Entrada principal de la Audiencia Provincial de Alicante
Entrada principal de la Audiencia Provincial de AlicanteMORELLAgencia EFE

Un cardiólogo de Alicante ha sido condenado a un año de prisión por acceder sin consentimiento a la historia clínica de su empleada del hogar cuando ésta se encontraba de baja laboral, lo cual hizo para conocer el motivo de la ausencia.

Según ha informado hoy el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), la Audiencia Provincial ha confirmado la sentencia en este sentido del juzgado de lo Penal número 6, que considera al facultativo autor de un delito de descubrimiento y revelación de secretos.

La Audiencia ratifica la pena de un año y la multa de 2.610 euros por los delitos de descubrimiento y revelación de secretos de un fallo que absolvía al cardiólogo de las acusaciones de acoso sexual y lesiones psíquicas a la víctima.

Según recoge la resolución, el 23 de abril y el 8 de mayo de 2018, el facultativo accedió al expediente médico de la asistenta desde el servicio de la Unidad de Cardiología del Hospital de San Vicente del Raspeig, donde trabajaba.

La trabajadora estaba en situación de incapacidad laboral desde abril del mismo año y el condenado accedió a su historial médico sin su consentimiento ni su autorización, sino únicamente para conocer el motivo de la baja laboral, pues no consta que le estuviera prestando asistencia médica ni seguimiento o asistencia alguno en esas fechas.

La perjudicada sufría un trastorno reactivo que le repercutía social y laboralmente, aunque el tribunal no considera probado que dicha patología tuviera relación con la conducta mantenida por el acusado, al que ella acusaba de realizarle insinuaciones, gestos y tocamientos de tipo sexual, acciones que la sentencia no considera acreditadas.

La mujer había empezado a trabajar como asistenta en la casa del médico en 1998 y en los últimos 15 años había vivido de alquiler junto a su hijo en una casa propiedad del hombre y de su mujer, cuyo pago le descontaban mensualmente de la nómina.