Caso abusos
La línea roja de Compromís se queda en Oltra: No habrá más destituciones de los altos cargos acusados de encubrimiento
Mas defiende la presunción de inocencia e insiste en que ella no tiene que hacer de juez
Catorce días han pasado desde que la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Aitana Mas, dio su primera rueda de prensa como portavoz del Consell. Aquel día dijo que creía que era «imprudente» tomar una decisión sobre los altos cargos que hay imputados en su Departamento por supuestamente encubrir los abusos que cometió el ex marido de la vicepresidenta Mónica Oltra a una menor tutelada.
Ayer, la decisión ya estaba tomada y la comunicó en Les Corts, sin dar posibilidad a que haya interpretaciones. «No seré yo quien haga de juez, como hacen ustedes».
Con este titular se ha estrenado Mas en su primera comparecencia parlamentaria tras asumir el cargo, en la que ha asegurado que ha decidido mantener a su equipo porque hay que ser «respetuosos con la Justicia» y esperar a sus decisiones, y porque la presunción de inocencia «está por encima», según recoge Efe.
Con esta intervención trata además de alcanzar otro importante objetivo. Que los acuerdos que toma el Consell cada viernes, y de los que ella debe informar, no queden eclipsados por esta cuestión que había dejado pendiente. El asunto está, de momento, zanjado. No habrá destituciones.
Mas ha reivindicado el legado de su antecesora, Mónica Oltra, y se preparó también un anuncio. La puesta en marcha de catorce centros del Instituto Valenciano de Servicios Sociales en el primer trimestre de 2023.
Ha pedido acelerar la protección de las «kellys» para lo que propuso que las empresas privadas del sector hotelero que externalicen los servicios de limpieza no puedan beneficiarse de dinero público.
Además, ha solicitado «acelerar» la implementación de las medidas del pacto del Botànic y «apretar con medidas valientes».
La defensa de los altos cargos imputados dio motivos a la oposición para comenzar a trasladar la responsabilidad de este caso a la sucesora de Mónica Oltra.
Le acusó de «seguir mirando a otro lado» y le reprochó que quiera continuar unas políticas sociales cuya gestión ha sido «negligente» y de «conformarse en ser la marca blanca de Oltra».
La vicepresidenta ha respondido que llamarle «marca blanca» de Oltra es un «ataque» a sus capacidades personales; ha negado que su función sea «calentar sillones», y ha defendido que las políticas que funcionan hay que dejarlas, siempre intentado mejorar lo que se pueda.
Ha aprovechado su intervención para reclamar potenciar la descentralización y desconcentración de la Comunitat Valenciana con Alicante como «coprotagonista de la aventura valenciana», pues solo así habrá una autonomía «más justa».
La diputada del PP Elena Bastidas le ha reprochado sus «inmerecidas loas» a Oltra, mientras no ha tenido «un solo gesto de empatía» con la víctima abusada y le acusó de insistir «en los mismos errores de gestión» con «más propaganda y retórica» pero ninguna solución.
Luz verde a la tasa turística
El Botànic tampoco ha roto por la tasa turística. Después de semanas de intenso debate, en el que la síndica del PSPV, Ana Barceló, no confirmaba el voto a favor de los socialistas en la tramitación de la ley para crear este nuevo impuesto, el pleno de Les Corts aprobó este gravamen con el apoyo de PSPV, Compromís y Unides Podem.
Serán los ayuntamientos lo que decidan si aplican este tributo y una vez se aprueba la ley, no comenzarán a cobrarlo hasta 2024. La socialista Trini Castelló justificó las dudas de última hora del PSPV al hecho de que querían escuchar al sector y también a los municipios. «La derecha se ha dedicado a generar de una manera interesada una contaminación informativa».
No obstante, Castelló ha obviado que el secretario autonómico de Turismo, el socialista Francesc Colomer, ha emitido un comunicando diciendo que su aprobación era un «error».
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