Sociedad

Profana una tumba en Paterna (Valencia) para despedirse de su primo, fallecido durante la pandemia

La familia no ha querido presentar denuncia al considerar que no quería actuar de manera irrespetuosa

Imagen del cementerio de Valencia
Imagen del cementerio de ValenciaKai FörsterlingAgencia EFE

Hay historias que pueden ser tétricas y tiernas a la vez. Porque el hecho de que alguien profane una tumba en mitad de la noche es, como mínimo, inquietante, pero si es un hombre que quiere despedirse de un familiar a quien no pudo darle el último adiós porque falleció durante la pandemia, la cosa cambia, al menos es un matiz importante. Es la historia que ha sucedido en la localidad valenciana de Paterna. Los hechos se produjeron el martes 16 de agosto, cuando una de las trabajadoras del camposanto municipal descubrió dos lápidas abiertas al llegar a las instalaciones, por lo que llamó a la Policía.

Según el relato de Las Provincias, los agentes constataron los daños en los nichos y realizaron las primeras averiguaciones para localizar a los familiares de los dos hombres fallecidos cuyos nombres pudieron leer en las inscripciones de las lápidas.

Los agentes también avisaron a la Policía Nacional, que se hizo cargo de las investigaciones tras inspeccionar el ataúd, los nichos y la zona del cementerio donde habían ocurrido los hechos. La Policía Científica no halló símbolos satánicos ni restos de ningún ritual, por lo que descartó que el motivo de la profanación estuviera relacionado con alguna secta. Los investigadores también comprobaron que no se trataba de ningún robo ni acto vandálico, ya que no había objetos de valor en las tumbas y los daños causados eran escasos.

Pero dos obreros que estaban construyendo nichos en la misma zona del camposanto arrojaron luz sobre la investigación. Tras ser localizados por la Policía, los trabajadores manifestaron que el día anterior habían visto junto a las tumbas profanadas a un hombre que decía guardar luto por la muerte de un familiar y quería darle el último adiós, porque no había podido acudir al entierro.

Cuando los obreros le dijeron que tenía que salir del cementerio porque iban a cerrar la puerta, el individuo no hizo caso y se quedó junto al nicho de su primo, quien había fallecido el 25 de noviembre de 2020, y después lo vieron subir con una escalera de mano a uno de los muros del camposanto, al parecer, para abandonar el lugar.

Según las investigaciones policiales, el hombre regresó horas después y abrió un nicho, por error, que estaba en el mismo bloque donde se encontraba depositado el cadáver de su primo. Tras darse cuenta de su equivocación, el individuo siguió buscando la tumba de su pariente hasta que la localizó y luego sacó el ataúd, aunque no llegó a extraer los restos mortales de la caja fúnebre, para darle el último adiós.

Los familiares de los dos difuntos no han presentado denuncia contra el presunto autor de los hechos ni tienen intención de hacerlo, ya que consideran que no quería actuar de forma irrespetuosa. Su propósito no era otro que estar a solas unos minutos junto al féretro de su primo fallecido para despedirse de él, al parecer, en la intimidad.