Muere Benedicto XVI, el Papa que llegó a Valencia en pleno luto por el accidente de metro de 2006

Balcones banderas del Vaticano con crespones negros y un júbilo contenido. Para los valencianos la imagen deBenedicto XVI, fallecido este sábado a los 95 años de edad, está ligada a su visita a Valencia, ciudad que recorrió en 2006 con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias.

Sin embargo, el carácter puramente festivo de este acontecimiento, contra el que también se alzaban algunas voces, quedó marcado por la tragedia. Cinco días antes de que comenzase este importantísimo cónclave, se producía el accidente de metro más grave de la historia de España.

43 personas fallecían y otras 47 resultaban heridascuando un vagón se salió en la curva de la estación de Jesús. Nadie podía creer lo que estaba pasando. Lo que vino después fueron años de investigación política y judicial para esclarecer los hechos, en aquel momento todo aquello estaba por ocurrir.

La primera parada de Valencia de Benedicto XVI fue la estación de metro donde ocurrió el accidente. Por una de las bocas de la estación de Jesús, que cambió de nombre en 2010 por Joaquín Sorolla-Jesús (por su cercanía a la estación del AVE que lleva este nombre) para volver a recuperarlo en 2016, se evacuó a las víctimas y también los cuerpos sin vida de aquellas personas que un día cogieron el metro sin saber que sería la última vez.

En estación de Jesús, el sábado 8 de julio a las doce y media del mediodía, el Pontífice rezó por las víctimas. Le acompañaron los todavía Príncipes de Asturias, la entonces alcaldesa de Valencia, Rita Barberá y el presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Pidió el “descanso eterno y la paz” de las víctimas y depositó una corona de laurel con flores blancas.

No fue la única alusión a la tragedia. Después acudió a la basílica de la Virgen para rezar el Ángelus, se reunió con los familiares de los fallecidos y se encomendó a patrona de los valencianos, la Mare dels Desemparats, para que consolase a todos los que habían sufrido las consecuencias del accidente.

Las calles de Valencia se llenaron durante estos días de cantos con el nombre del Papa. “Benedicto, X, V, palito”, cantaban a coro, o “Los Perales somos 15 y Benedicto XVI”, “La familia camino ‘pa alante’ Benedicto le sigue detrás”.

El Pontífice dirigió unas palabras en valenciano a los peregrinos y además, ofició la misa del domingo utilizando el Santo Cáliz que se guarda en la Catedral de Valencia, tal y como había hecho ya su antecesor Juan Pablo II.

“Jo no t’ espere”

La visita del Papa generó también algunas voces en contra. En algunas ventanas de la ciudad se colgaron banderas es las que se podía leer “Jo no t’ espere”. Se contraponían así con las que ondeaban en muchas casas para adornar las calles y dar la bienvenida al Papa. La crítica iba principalmente motivada por el gasto público que se iba a hacer durante la visita. Años después habría también un caso judicial sobre esta cuestión. La Audiencia de Valencia archivó definitivamente en 2021 la investigación por los contratos de la visita del Papa a Valencia.

No era la primera vez que el más alto representante de la Iglesia visitaba la Comunitat Valenciana. Juan Pablo II lo había hecho 24 años antes. En esta ocasión, también tuvo palabras de consuelo para las familias afectadas por otra de las grandes tragedias del pueblo valenciano: la rotura de la presa de Tous se había producido apenas un mes antes.

En aquella ocasión, se saltó el programa establecido y viajó hasta la localidad de Alzira, las más afectada por la conocida como la “pantanà”. “Esta visita quiere ser un signo de mi cercanía y solidaridad con vosotros en momentos de dolor. Mi presencia quiere ser también una muestra de aprecio por la solidaridad que hasta ahora se os ha mostrado y que confío continuará en cuanto sea necesario, pues sobre todo para el hombre necesitado los demás deben ser hermanos. La caridad y el sentido humanitario no pueden permanecer indiferentes ante la muerte y destrucción”.