Amamantando la vida

Claves para iniciar en la alimentación saludable a los bebés

¿Qué sentido tiene darle papillas de cereales o potitos si el objetivo es que se familiarice con nuevos sabores y texturas?

La alimentación saludable comienza desde bebé
La alimentación saludable comienza desde bebéLa Razón

Ha llegado la etapa en la que bebé debe tomar otros alimentos además de la leche, un momento que los progenitores esperan con gran ilusión, pero que paralelamente se convierte en un quebradero de cabeza a la hora de sentar al bebé a la mesa y darle u ofrecerle los nuevos alimentos. El entusiasmo se convierte en una pesadilla a la hora de decidir ¿Por qué alimentos empezar?, ¿de qué forma ofrecerlos? ¿Cuándo y en qué cantidad? ¿Antes o después del pecho?...

El embrollo está servido, ante tanta variación de recomendaciones y propuestas generadas por profesionales de la salud, Internet, redes sociales sin olvidar la presión comercial que ejercen las marcas de alimentos preparados para bebés.

Antes de afrontar el tema, me gustaría incidir sobre un aspecto fundamental, y es que las recomendaciones que realizo en este artículo, hacen referencia a bebés sanos, nacidos a término, con un peso y una curva de ganancia de peso adecuada, en estos casos el margen de libertad de la dieta es amplio, fuera de estas circunstancias se deben de tener en cuenta las características y condiciones individuales de cada niño/a, ofreciendo una atención individualizada a cada caso en particular, guiando a la familia en qué alimentos son los más adecuados para que estos bebés empiecen a comer, en qué cantidad, con qué frecuencia ofrecerlos y de qué forma hacerlo. Hecha esta aclaración, intentare ayudar a los padres para fomentar en el bebé un comportamiento alimentario positivo.

  • Primera premisa: el inicio de la alimentación complementaria es cuestión de sentido común, y coherencia sobre la mesa. ¿Quieres que tu bebé coma bien? Predica con el ejemplo. Es preferible que se adapten los padres a la comida del bebé y no al revés. Más adelante me extenderé sobre este punto.
  • Segunda premisa: los nuevos alimentos no deben de quitarle a la leche materna la “corona”, no hay ningún alimento tan completo a nivel nutricional, por lo tanto, debe de ser la principal comida del bebé hasta el año de edad. A partir del año de vida, el resto de alimentos irán destronando progresivamente a la leche materna, aunque esta sigue teniendo un gran valor nutricional para el lactante de dos años de vida o más. Es a partir del año de edad cuando debe de ser un alimento más en su dieta, “no el principal”; por lo tanto, dos o tres tomas al día serán suficientes para cubrir sus necesidades lácteas y seguir protegiendo su salud con sus numerosas ventajas inmunológicas.
  • Tercera premisa: El periodo que va entre los seis y nueve meses de vida, es la etapa más relevante en cuanto a la introducción de los nuevos alimentos. Se trata de una etapa más educativa que nutricional. El bebé está muy receptivo a probar nuevos alimentos texturas y sabores, por lo que, es ilógico no aprovecharlo, considerando que cada bebé tiene un ritmo que hay que respetar. Hay que observar y considerar las señales de hambre y saciedad del niño/a, no obligándolo a comer, si come poca cantidad, continuar ofreciéndole con frecuencia y de manera paciente, siendo importante mantener la calidad de los alimentos, así como la cantidad reducida de sal y azúcar, procurando que sean alimentos que le aporten hierro y zinc
  • Quinta premisa: esta está muy relacionada con lo expuesto anteriormente. Es primordial, que los alimentos que ofrezcamos al bebé sean saludables y formen parte de la dieta habitual familiar. Los primeros meses el bebé esta muy dispuesto a probar nuevos alimentos, y estos van a determinar en gran parte sus preferencias alimentarias posteriores, por lo tanto, qué sentido tiene darle papillas de cereales para bebés, triturados de mezclas de frutas o potitos de frutas, papillas de verduras con pollo o pescado, y todo el largo etcétera de alimentos preparados especialmente para bebés. Si el objetivo principal en esta etapa es que se familiarice con los nuevos sabores y texturas, parece poco coherente iniciar con este tipo de alimentos preparados especialmente para ellos, que formaran parte de su dieta de forma transitoria en un periodo muy corto de tiempo, puesto que en breve tomará y deberá habituarse a los alimentos que consume el resto de la familia. Con la dificultad de que, a partir del año de edad, son menos proclives a aceptar nuevos sabores, parece más lógico iniciar con la dieta familiar, que además tiene como doble ventaja, en el caso de que los padres no tengan unos hábitos saludables de alimentación, es un buen momento para adquirirlos.
  • Sexta premisa: Durante los dos primeros años de vida se formarán las preferencias alimentarias en el bebé. A través de la leche materna pasan los sabores de los alimentos que consume la madre, lo cual tiene un impacto directo en las preferencias alimentarias en el bebé. La industria de alimentos y bebidas para bebés, con el fin de fidelizar clientes, ha puesto el ojo en tal conocimiento. Bombardeando a los padres con alimentos industriales para bebés a través de campañas publicitarias persuasivas e incluso sorprendentemente avaladas por asociaciones científicas, con etiquetas engañosas y poco saludables con el fin de promocionar unos productos, que consiguen estimular en los pequeños consumidores unas preferencias alimentarias poco saludables. Se trata de alimentos elaborados con alto contenido de azúcares, grasas y sal. Alimentos que compiten con otros saludables que apenas o nada se promocionan, basta con pararse a pensar, por ejemplo, con qué frecuencia se promociona el brócoli o las espinacas, alimentos que se consumen poco, en tanto que, la mayoría de los niños/as comen un exceso de proteínas, especialmente carne. Si se excede en el consumo de carne, faltaran otros alimentos, que con toda garantía van a ser frutas, verduras y legumbres.

La mejor manera de estimular al bebé a comer de manera sana es dando ejemplo. Los padres actúan de modelos, si desde pequeños nos ven comer frutas y verduras, en lugar de productos poco saludables, les estaremos dando el mensaje correcto

Ya no hay que seguir un orden o forma determinado a la hora de introducir los alimentos, sino que hay que adaptarlo al desarrollo y habilidades del bebé, a la tradición familiar o a la disponibilidad de alimentos, con ello se ahorra tiempo, dinero y se favorecerá la adquisición de hábitos alimentarios sana en toda la familiar.

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Cintia Borja es enfermera consultora lactancia certificada IBBLC