Opinión | A través del espejo

El efecto mariposa del pacto del PSOE y ERC

Por primera vez parece que a los valencianos nos tocará algo, aunque sea de rebote

El ministro de la Presidencia y miembro de la Comisión Ejecutiva Federal y de la comisión negociadora del PSOE, Félix Bolaños (i), y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, en una reunión para sellar un acuerdo que garantiza el apoyo de los republicanos a la investidura de Pedro Sánchez este jueves en Barcelona.
El ministro de la Presidencia y miembro de la Comisión Ejecutiva Federal y de la comisión negociadora del PSOE, Félix Bolaños (i), y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, en una reunión para sellar un acuerdo que garantiza el apoyo de los republicanos a la investidura de Pedro Sánchez este jueves en Barcelona.Jordi Play PSC EFE

El «efecto mariposa» es lo que más conocemos los profanos de la «teoría del caos». Argumenta que cualquier acontecimiento, por imperceptible que parezca, puede provocar otros de una magnitud completamente inesperada y lo representa con el sutil aleteo de una mariposa.

No describiría yo el acuerdo suscrito entre PSOE y ERC para cerrar la investidura de Pedro Sánchez como algo tan delicado, pero sí que creo que deberemos analizar qué consecuencias tiene a partir de ahora este pacto que nada tiene que ver con la Comunitat Valenciana.

Que los valencianos podamos vernos beneficiados por la condonación de una parte de la deuda, no nos debe hacer perder la perspectiva de cómo se ha llegado hasta este punto.

Por mucho que el PSPV y Compromís quieran anotarse un tanto, el acuerdo está hecho para que los siete diputados de ERC den su voto a Pedro Sánchez. Los de los nacionalistas valencianos ya los tenían, como los tuvieron la pasada legislatura a cambio de un sistema de financación que nunca se modificó.

El secretario general del PSPV, Ximo Puig, no tardó ni 24 horas en comparecer para defender lo que considera un acuerdo beneficiosos para la Comunitat porque, según aseguró, se le condonarán 10.000 millones de euros de una deuda con la que cargamos todos los valencianos. Una cuarta parte del Presupuesto de la Generalitat va destinado precisamente al denominado «servicio de la deuda».

Hace bien el Gobierno valenciano en decir que el PSOE no ha concretado cómo beneficiará al resto de autonomías, pero también es cierto que parece que, por una vez, a los valencianos sí nos va a tocar algo, aunque sea de rebote.

En cualquier caso, lo llamativo de este asunto es que se premie precisamente a la autonomía que se ha negado a acudir a las conferencias de presidentes, a reuniones del Consejo de Política Fiscal y Financiera y que reivindica su independencia.

Está claro que Mazón no puede rechazar una condonación de la deuda, pero que el PSPV y Compromís no deberían presumir del pacto, también.