Infraestructuras

Los empresarios valencianos ponen cifras a la ejecución del Corredor Mediterráneo: "No avanza al ritmo que prometieron»

AVE denuncia que no los últimos plazos que dio la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, son imposibles de cumplir

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, interviene en la jornada empresarial "El futuro del corredor mediterráneo"
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, interviene en la jornada empresarial "El futuro del corredor mediterráneo"Doménech CastellóAgencia EFE

Es la infraestructura más reivindicada en la Comunitat Valenciana en la historia moderna, comparable a la exigencia de una autovía que conectase Valencia con Madrid y que la carretera nacional dejase de cobrarse vidas.

El Corredor Mediterráneo es la cuenta pendiente que el Gobierno central tiene con los valencianos y para controlar su ejecución, la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) comenzó a vigilar en 2016 el estado de las obras a través de chequeos semestrales para poner orden a las cifras ofrecidas por el ministro de turno.

Con el primer semestre de 2023 finalizado, y con las elecciones a la vuelta de la esquina, los datos hechos públicos este lunes obligarán a rectificar a más de uno el argumentario de campaña.

La conclusión no puede ser más clara: las obras no avanzan al ritmo anunciado y prometido por el Gobierno durante el último acto celebrado por el movimiento "Quiero Corredor" y que tuvo lugar en Barcelona en noviembre de 2022.

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, aseguró que el Gobierno está ejecutando el Corredor Mediterráneo y dio dos fechas claves.

La primera, que habrá conexión con ancho internacional entre Almería y Francia en 2026 y la segunda, que el trazado completo estará terminado en 2030, fecha máxima que estableció la Unión Europea cuando lo incluyó como eje prioritario.

Sin embargo, en el informe advierten de que seis hitos que debían concluirse en 2022 siguen pendientes. Se trata de la finalización de las obras del túnel de Castellbisbal (Barcelona), acabar la colocación del tercer carril en la vía restante entre Castellón y Valencia y poner en funcionamiento la vía única en ancho ibérico en el tramo Moixent-La Encina.

También los proyectos de los tramos restantes de la línea Murcia-Cartagena; la definición de la alternativa a la línea Almería-Granada; y la solución de la electrificación en el tramo Ronda-Bobadilla.

Para que se cumplieran los plazos, deberían estar en marcha la conexión Murcia-Cartagena y la línea Bobadilla-Algeciras.

Además, el tramo Almería-Granada no tiene todavía proyecto, y el túnel pasante de Valencia- que aún no tiene el estudio informativo aprobado- amenaza con ser el «semáforo de Europa si las obras no se aceleran».

El presidente de AVE, Vicente Boluda, ha advertido de que esta infraestructura no está ni siquiera diseñada. «Es una de las mayores preocupaciones, ya que mientras no esté, será el punto del corredor donde todo se parará».

Como parte positiva, dijo que todo está en marcha, pero sin «avances sustanciales» y no al ritmo que quisieran.

La totalidad de la infraestructura está al menos en estudio y los tramos en obras han pasado de ser el 45 por ciento en 2016 al 75 en 2023.

Entre los proyectos cumplidos, se ha adjudicado el cambio de ancho de vía entre Castelló y Vandellós, se han empezado las obras en el tramo de Totana, y está obras en el tramo Lorca-Pulpí y se ha licitado el soterramiento del túnel de Lorca.