Salud mental

Sin rastro de la ayuda que Mónica García prometió para la DANA

La ministra se comprometió a crear 14 equipos especializados en salud mental, cuatro meses después, no existe ninguno

Mónica García destaca que "velar" por la seguridad de los países incluye "hablar de sanidad"
Mónica García destaca que "velar" por la seguridad de los países incluye "hablar de sanidad"Europa Press

Abandono. Es la sensación que se vive en el departamento de Sanidad de la Generalitat valenciana, ante la indiferencia del Ministerio dirigido por Mónica García. La ministra, quien los siguientes días tras la tragedia se mostró abierta y colaborativa con el conseller del ramo en la Comunitat Valenciana, Marciano Gómez -tanto que el propio conseller calificó la relación de «exquisita»- no ha cumplido con sus promesas cuatro meses después de la tragedia.

García se comprometió el pasado mes de noviembre a crear catorce equipos especializados en salud mental y, cuatro meses después, no hay ni rastro de ellos, ni tampoco ningún tipo de garantía de que estén operativos este mes de marzo. Es más, el Ministerio ha anunciado que, en caso de que finalmente se creen dichas unidades, serán nueve, no las catorce inicialmente anunciadas.

El conseller valenciano califica de «inadmisible» la gestión del Gobierno de España «en relación con las Unidades de Emergencia de Salud Mental (USME) prometidas para atender a los afectados por la dana en la Comunitat Valenciana».

«Esto es un auténtica falta de consideración y respeto a todos los valencianos», subraya Gómez. Preguntado al respecto, desde el Ministerio de Sanidad respondieron a este periódico que «en cuanto la información esté disponible, se la haremos saber». Es decir, nada nuevo.

Desde que la ministra realizó el anuncio hasta que se remitió el convenio a la Conselleria valenciana, pasaron tres meses. En concreto, se envió el 24 de febrero. La Generalitat respondió de inmediato para no retrasar ni un minuto más la llegada de los equipos.

No obstante, diez días después de remitir el convenio ya firmado al Ministerio, el pasado viernes 7 de marzo se volvió a recibir en la Conselleria «para firmarlo de nuevo porque habían detectado errores en su redacción anterior». El titular de Sanidad destacó que la creación de estas unidades «se fundamenta en un convenio de colaboración con la Conselleria de Sanidad y la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha».

«En definitiva, ¿dónde están esos recursos? ¿dónde están los equipos? ¿dónde está el compromiso del Gobierno de Sánchez? Lo que hay es un retraso injustificable y una falta absoluta de respeto institucional», critica Marciano Gómez.

Mientras tanto, la Conselleria de Sanidad ha puesto en marcha siete unidades de trauma psicológico, ubicadas en seis departamentos de salud -Doctor Peset, La Fe, Hospital General, Requena, La Ribera y Manises- «que están funcionando mañana y tarde y demuestran el compromiso de la Generalitat Valenciana en recuperar a la ciudadanía y en solventar los problemas de salud mental que puedan afectar a los ciudadanos de aquella zona».

Afortunadamente, cuando se produjo la dana, la Generalitat ya había puesto en marcha su Plan Especial de Salud Mental 2024-2027, con la incorporación de 200 nuevos profesionales, algo que hizo que la situación fuera menos inabarcable. Sin embargo, este número de profesionales sigue sin ser suficiente para evitar una tragedia aún mayor: los efectos mentales de la misma.

Plan especial dana

El día 11 de noviembre, cuando los valencianos aún no daban crédito a la catástrofe que había arrasado la mitad de la provincia, el director general de Salud Mental de la Conselleria de Sanidad, Bartolomé Pérez Gálvez, anunció la puesta en marcha de un plan de choque para hacer frente a los previsibles casos de estrés post traumático que se iban a dar entre la población afectada por la tragedia. Predijo en aquel momento que los primeros síntomas iban a aparecer pasados 35 o 40 días de las riadas, una vez atendidas las necesidades vitales de supervivencia. Vaticinó además que esto se iba a «alargar mucho en el tiempo». «Tras el shock es cuando aparece la sintomatología y las complicaciones».

Pérez ya alertó en aquel momento de que el verdadero problema de fondo es la falta de profesionales. Aunque anunció un incremento de la plantilla para este año 2025, advirtió de que «podemos crear 200 plazas de psicólogos clínicos, pero no hay 200 psicólogos clínicos» disponibles para incorporarse.

Permitirse sentir todas las emociones

►Desde la Confederación de Salud Mental lanzan recomendaciones para cuidar de la salud mental de las víctimas de la catástrofe, entre las que se encuentran permitirse sentir todas las emociones, evitar la sobreinformación, compartir las preocupaciones con el entorno y descansar en la medida de lo posible.