Violación

Condenan a 11 años a un abuelo por violar a su nieta desde los 9 a los 12 años

El hombre tenía 57 años y le decía a la niña que era un juego, hasta que esta asistió a un taller de agresión sexual en su colegio

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Ciudad de la Justicia de ValenciaIvan TerronIvan Terron

La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a once años y medio de prisión por un delito continuado de agresión sexual a un abuelo que abusó y violó a su nieta cuando ésta tenía entre 9 y 12 años.

Por un delito continuado de agresión sexual a menor con acceso carnal, con la agravante de prevalimiento, también deberá indemnizar a la menor con 20.000 euros por los daños morales y le impone además la medida de libertad vigilada durante ocho años, así como una inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades, retribuidas o no, que conlleven contacto regular o directo con menores de edad.

Tampoco podrá acercarse a menos de 600 metros de la perjudicada ni comunicarse con ella por ningún medio durante trece años, según informa el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana sobre la sentencia, que no es firme y se puede recurrir.

Los hechos ocurrieron entre los años 2019 y 2023, cuando el procesado, que tenía 57 años al inicio de las agresiones, sometió a la menor a diversos actos de carácter sexual en su casa, en un municipio de la comarca valenciana de l’Horta Sud, donde la pequeña acudía a dormir una o dos noches al mes.

Le sentencia relata que, en esas ocasiones, la niña, de 9 años cuando comenzaron los abusos, tenía costumbre de tumbarse en la cama de la habitación de los abuelos paternos para ver la tele o el móvil.

El abuelo aprovechó la relación de parentesco y superioridad respecto de la víctima para comenzar a realizar a ésta tocamientos en las partes íntimas cuando la abuela se iba a trabajar.

En 2021, cuando la menor cumplió 10 años, comenzó a residir de forma permanente en la vivienda de los abuelos y a pernoctar en la misma cama que el hombre, quien aprovechó esta circunstancia para someter a la niña a diferentes prácticas sexuales.

Para evitar ser descubierto, el abuelo le decía a la niña que todo era un juego y que no dijera nada a sus padres.

En julio de 2023, la menor, de 12 años en ese momento, le contó a su madre parte de lo que sucedía, después de asistir en el colegio a una charla sobre violencia sexual, y la progenitora denunció los hechos días después. Las agresiones sexuales sufridas afectaron gravemente a la niña, que necesita tratamiento psicológico.

En la resolución, el tribunal considera que el relato de la pequeña es “creíble”, “veraz”, “claro, sin contradicciones apreciables, con una estructura lógica y un sentido global”, y señala que ha quedado acreditada la comisión del delito por parte del acusado “sin ningún género de dudas”.

La Sala añade que, pese a que el hombre negó haber llevado a cabo estas acciones, su declaración resultó inconsistente y utilizó mecanismos de defensa que son “lugares comunes y manidos en personas implicadas en este tipo de asuntos, que tratan de defender o proteger sus motivaciones y comportamientos distorsionando o presentando de diferente manera la realidad ocurrida”.

La defensa argumentó la imposibilidad de que los hechos ocurrieran sin ser vistos por ningún miembro de la familia con la que convivían. Sin embargo, el tribunal puntualiza que, “por mucha familia que compartiera la casa, siempre es posible un momento en el que un adulto se puede encontrar solo con la menor”, quien, “como tal, puede ser fácilmente manipulable”.

En este sentido, los magistrados precisan que el retraso en la denuncia de los hechos, y la comisión del delito en situaciones de soledad con la menor pese a la presencia de familiares, “es acorde con las reglas de la experiencia de este Tribunal en estos supuestos” y son circunstancias “muy frecuentes en la realidad”.